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domingo, 13 de noviembre de 2011

UN ROMANO SANTO... LONGINOS.

Una de las figuras más singulares de la Pasión de Cristo y por ende de los pasos procesionales es la imagen del centurión romano que traspasó con su lanza el costado de Cristo para comprobar si el Hijo de Dios ya había entregado su alma al Padre Eterno, en lugar de romperle las piernas para acelerar su muerte en caso de que aun siguiera vivo. El mismo es el conocido como Longinos, el cual tras aquel suceso se arrepintió para ser convertido en santo.
En Sevilla figura en dos pasos: el Martes Santo arrepentido y postrando ante el crucificado del Desamparo y Abandono de la hermandad del Cerro del Águila y el Miércoles Santo representando un instante antes a los lomos de un caballo tras haber clavado la llamada “Sagrada Lanzada” en el costado del crucificado de Antonio Illanes que toma su advocación por este pasaje evangélico.


El evangelio de San Marcos (15, 29) narra que un centurión traspasó con su lanza el costado de Jesús del que brotó sangre y agua. Según la tradición y los evangelios apócrifos ese centurión se llama Longinos (Longinos procede del griego longke, o sea, lanza) y era de la ciudad italiana de Lanciano. Precisamente en Lanciano se encuentra el gran Milagro Eucarístico en el que una Hostia no sólo se convirtió en el Cuerpo y Sangre de Jesús como siempre ocurre, sino además ocurrió de manera visible.
Según Ana C. Emmerich, Longinos, el centurión que le traspasó el costado de Nuestro Señor con la lanza, era un joven de más o menos 25 años de edad, un poco débil y nervioso, que tenía problemas graves de la vista. La mayoría de los soldados se burlaban de él, al verlo tan débil físicamente. Sin darse cuenta fue instrumento para que la profecía se cumpliera. Busco una lanza que estaba cerca y con las dos manos la tomo, traspasó el Costado de Nuestro Señor.

Según los evangelios apócrifos (Longinos aparece nombrado en las Actas de Pilatos junto a Stephaton que es el soldado romano que le da a Jesús la esponja empapada en vinagre), cuando Longinos, sacó la lanza del Costado de Nuestro Señor, una cantidad enorme de Agua y Sangre salió de Él. Longinos fue empapado por toda su cara y cuerpo de la Sangre y Agua de Nuestro Señor. Esto fue una gracia similar a la del Bautismo que entró en el alma de Longinos. En este momento se arrodilló pidiendo perdón en público por sus pecados, proclamando que creía en la Divinidad de Jesús, siendo la primera persona que lo proclamó, antes incluso que los apóstoles tal como representa la imagen que realizo Juan Manuel Miñarro para la hermandad del Cerro.


Existe otro curioso texto de un apócrifo de la Pasión, la conocida como Correspondencia entre Pilatos y Herodes: “Y has de saber que Procla, mi mujer, dando crédito a las apariciones que tuvo de él cuando yo estaba a punto de mandarle crucificar por tu instigación, me dejó solo y se fue con diez soldados y Longinos, el fiel centurión, para contemplar su semblante, como si se tratara de una gran espectáculo. Y le han visto sentado en un campo de cultivo, rodeado de una gran turba, y enseñando las magnificencias del Padre… y se dirigió a ellos en estos términos: “¿Todavía no me creéis, Procla y Longinos? ¿No eres tú por ventura el que hiciste guardia durante mi pasión y vigilaste mi sepulcro?”. Se mezclan en la figura del soldado romano varias escenas, la del autor del traspaso del costado de Cristo, la del centurión que se convirtió tras ver los prodigios posteriores a la muerte de Jesús (Mt. 25: 54) y la del guardián del sepulcro que no fue capaz de permitir la milagrosa desaparición del cadáver de Jesús. Todas estas escenas se fundieron en la iconografía de Longinos, que tras su conversión simbolizaría la transformación del hombre pecador a las nuevas enseñanzas de Jesús. Los Evangelios sinópticos (Mateo 27:54, Marcos 15:39, Lucas 23:47) mencionan el testimonio de un centurión que convertido por la muerte de Cristo, había exclamado "Verdaderamente, este era Hijo de Dios". Es este el que se relaciona con Longinos.
En cuanto a su iconografía Longinos se representa por tanto como centurión romano existiendo básicamente dos variantes, las que lo representan montado a caballo y los que lo representan solo ya sea de pie o de rodillas. Longinos vio el cuerpo traspasado de Jesús y fue sanado y convertido. Él dejó el ejército, se fue a Capadocia y fue martirizado por la fe. Ahora es conocido como San Longinos y celebra su festividad el 15 de Marzo.

Desde San Martín de Tours procesiona integrado en el paso el magnífico trabajo que realizó el trianero José Antonio Navarro Arteaga en 1999 dibujando una de las magníficas representaciones que se pasean por Sevilla. Una imagen que desde hace unos años figura en una capilla de la iglesia, no sé si de manera expositiva o para recibir culto como santo que es aunque choque bastante el pararse a rezarle a una imagen que te recuerda a un personaje secundario de los pasos de Semana Santa en lugar de lo que sería más lógico iconográficamente, tal como se representa como icono más famoso, el realizado por Bernini que se venera en su capilla en la iglesia de San Pedro del Vaticano junto a la reliquia de la Lanza.

Hasta cinco han sido las imágenes que ha procesionado la hermandad entre los avatares históricos que ha sufrido la hermandad, con cambios de sede, profanación francesa y los cambio de titular cristífero que han vivido en su centenaria vida.

En 1703 se realizó la imagen más antigua de Longinos que se conoce tras encargar la hermandad a un desconocido artista la talla de San Juan, las Marías, Longinos a caballo, los dos ladrones y un sayón para componer el paso de misterio. De todas estas imágenes, solo se conserva en la actualidad la de San Juan Evangelista. Junto a Longinos se realizó un sayón que realizaba una función como su palafrenero resultando quemadas en 1810 por las tropas napoleónicas, salvándose el caballo. Posteriormente se reconstruyeron las imágenes de Longinos y su palafrenero en 1849 por el escultor José Sánchez quien en 1851 reformo al Longinos haciéndole una nueva cabeza. Este Longinos fue sustituido en 1898 por Emilio Pizarro que reformo en 1899 el antiguo caballo y el sayón, siendo suprimido este último en 1957 y en 1970 fue cedido a la Hermandad de Jesús Despojado para su Misterio. En cuanto al Longinos de Pizarro y el antiguo caballo fueron sustituidos en 1987 por el de Elías Garó. La imagen de Garó seria vendida a la Hermandad de la Lanzada de Campo de Criptana (Ciudad Real).

Longinos ante el crucificado de los Desamparados de Montañes.
Imagen de palafrenero.
Imagen de Elías Garó.


Imagen de Garó en Campo de Criptana.

Imágenes de no mucha pericia artística que realizaron durante décadas su función secundaria para representar el momento de la Lanzada hasta que Navarro Arteaga realizara el magnífico conjunto actual, el cual tuvo que intervenir la imagen del equino de nuevo tras un percance ocurrido tras la Semana Santa de 2003. Sufrió un accidente cuando fue bajado del paso de misterio, hecho que obligó a realizar una profunda restauración por parte de su autor, saliendo totalmente reformado en la Semana Santa de 2004.







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