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jueves, 5 de enero de 2012

ALMERIA Y EL GRAN PODER... DE LA IMAGINERIA.

En estos primeros compases del año, como ocurre en todos, la llama definitiva de la espera la enciende el que como una vez le dije a mi padre ante su poderosa presencia es “Él que manda en Sevilla”, Ntro. Padre Jesús del Gran Poder. El Señor de Sevilla y tantos otros que siguen su primigenia advocación abren el año con los cultos a esa querida devoción sevillana, andaluza y universal. Por este motivo hoy me detendré en una de esas hermandades que lo toman como referencia.
Hace pocos días les recordé y hoy nuevamente tendré que echar la vista al otro extremo de Andalucía, perdiéndome en el bello mar Mediterráneo para acercarles a la “sevillanizada” Semana Santa almeriense. No recuerdo si alguna vez lo he dicho, pero el Lunes Santo en la ciudad del Bisbal se recrea una “mini” Madrugá sevillana… salen la Sentencia, un Cristo Caído, la Esperanza Macarena y como no, El Gran Poder.
Y es que esta hermandad es el ejemplo máximo del gran calado de la Semana Santa sevillana fuera de sus fronteras – ya que la misma no nace como fruto de inmigrantes sevillanos como ocurre con la madrileña-, de una ciudad tan equidistante que hasta las ultimas décadas no llegó a bañar como las aguas del Mediterráneo hacen a esta tierra de gente buena… y lo dice uno que hasta pasando por trances algo desagradables ha seguido pensando lo mismo de sus ciudadanos. Una hermandad joven, de la década de los noventa del pasado siglo surgiría en el barrio del Zapillo de una procesión gloriosa en honor de la Reina del mes de julio, la Virgen del Carmen que ya apareció en su día en estas paginas. Década fecunda para la implantación de la actual Semana Santa almeriense – la mejor de su historia, sin duda-, para mi bastante interesante a razón de muchas cosas… nuevas hermandades, creación de la practica totalidad del patrimonio rozando en muchos casos calidades magistrales, crecimiento humano y cofrade en torno a las cofradías, etc… ciertamente en mucho aspectos la tengo en cuenta como espejo donde poder reflejarse.

Aunque quizás el ejemplo que trata esta entrada no sea con el que comulgo al 100% ya que siempre he apostado por la reinvención, yo que indiscutiblemente no caigo en el manido discurso de defender las tradiciones del lugar. Evidentemente por que ciertamente no son muchas las poblaciones que puedan presumir de este echo con papeles en mano. Pocas ciudades han conseguido conformar un estilo propio creado desde la originalidad sin apenas basarse e inspirarse en otros. Algo así como les escuche a unos capataces de Andújar hace poco mas de un mes que se seguían peguntando cuales eran las costumbres de su tierra que con la idiosincrasia sevillana se estaban “cargando”, pues Almería se puede decir que es una de ellas.
Pero tampoco sea que seguir los parámetros de un lugar determinado tenga que caer en la mera copia exacta. Solo pido que se cojan las bases, el espíritu y se creen nuevas visiones, pero con gusto, categoría y formación para que aquello no caiga en la aberración y casi el insulto a algo que no te pertenece, como por desgracia mis ojos tienen que sufrir en más de una ocasión.
Hace poco tiempo nuevamente, estuve charlando con un paisano sobre la copia de la imaginería, que cotas de perfección existían en el mundo artesanal de las cofradías. Según sus fuentes, la copia exacta era casi imposible a lo que yo le respondí que desde la noche de los tiempos han existido técnicas para que si se pudiese llevar a cabo la copia, en este caso en la imaginería. Desde la ancestral técnica del sacado de puntos, donde aun hoy maestros realizan sus imágenes primeramente en barro y después las pasan a la madera hasta llegar a las actuales técnicas, donde la labor de talla la puede realizar una maquina que supera en fiabilidad a la mano del hombre, aunque esto para mi le hace perder todo el encanto al mundo de la imaginería devocional.
Así el hoy consagrado imaginero de la sevillanísima calle Betis, José Antonio Navarro Arteaga (autor del Carmen del Zapillo) consiguió en los primeros años de su prolífica carrera (1996) crear una copia del Señor de San Lorenzo de la capital Hispalense – quizás superada por el busto que realizo, para el Real Betis Balompié- que levantó el asombro del mundo capillita, no menos el de su ciudad. El imaginero llegó a crear una obra tan similar del Nazareno de Juan de Mesa que algunos de sus directivos no le ocultaron su malestar. Incluso le exigieron que dijera quien le había mostrado al Señor desnudo como para calcar tan fiel mente la imagen del Señor de Sevilla. Arteaga realmente se limitó a observar fotografías existentes y casi publicas de la imagen, no existió ninguna técnica extraña, solo la pericia y genialidad que Él que carga con la cruz cada madrugá le otorgó desde la cuna. Incluso resulta interesante comprobar hoy día la imagen almeriense y la sevillana, la cual tras la restauración de hace pocos años han cambiando notablemente, sobre todo lo que se refiere al aspecto del rostro del Señor el cual sufrió una ligera limpieza para borrar la oscura mancha, cada día mas patente de pátina que cubría el rostro del Dios de Sevilla.
Los hermanos Cruz Solís devolvieron a Sevilla la mirada tierna que durante siglos enmudecía a sus devotos, borrando esa estampa mucho más trágica que conocimos tantos y tantos del Gran Poder, producto del paso de los siglos que de la idea de su autor. Ese aspecto fue el que intento llevar Arteaga a la madera para tierras almerienses, y ese aspecto nos lo recordará la imagen que cada Lunes Santo procesiona por las calles de Almería, el cual tuvo que sufrir algunas modificaciones a cargo de su autor por “recomendación” de la entonces junta de gobierno de la hermandad de Sevilla. Un caminar del poderoso Nazareno en un paisaje atípico de barriada e iglesia moderna, nada del centro de Almería con un paso que eso si, no sigue en nada los dictámenes del sevillano que por otro lado será una de las noticias de la Semana Santa que ciertamente ya tenemos casi a la vuelta de la esquina.
Un paso, el almeriense aun en fase de realización, del sevillano Ibáñez Vallés que camina en silencio, con nazarenos de negro Ruan por que seguramente la embrujadora marcha de la cofradía sevillana encandiló sobremanera a sus almerienses hermanos que siguiéndoles siendo tan fieles advocaron a su titular mariana como no podía ser de otra forma, del Mayor Dolor y Traspaso aunque aquí, el imaginero David Valenciano creó una nueva imagen sin seguir para nada la para muchos desconocida dolorosa, que es Madre del Gran Poder… aunque el romanticismo popular indique para tal menester hacia los cielos de San Gil…







2 comentarios:

  1. magnifica entrada....

    por cierto,pensaba que mi blog estaba tambien enlazado en el tuyo

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  2. gracias y si, tu blog lo sigo teniendo en la lista de blogs. aun no he eliminado ninguno de los que he ido añadiendo desde que comence con el blog

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