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miércoles, 25 de enero de 2012

LA CORONA DE LA MACARENA EN BAILÉN...

A veces me resulta curioso, la multitud de elementos que conforman la liturgia y la Semana Santa andaluza e incluso española que tienen como punto de origen la esencia creada en Sevilla. Tantos elementos que tenemos frente a nuestras narices y ni siquiera llegamos a percibir de donde provienen y cuales fueron sus motivos inspiradores para ser creados.
Cada día conozco y aprendo de la evidencia que muchos proclaman, como algo mas actual pero que en realidad se pierde en la noche de los tiempos y es que la Semana Santa sevillana es la CUNA de la esencia cofrade en Andalucía y eso si, desde hace unas cuantas décadas de muchos lugares de España. Si es que no hay que se muy eruditos en la historia para comprender cual fue el epicentro de la “re-catolización” o “cristanizacion” de Andalucía tras la reconquista del rey San Fernando y la paulatina erradicación de los musulmanes de nuestra actual tierra, la cual también fue casi erradicada antes por los mismos que como toda cultura nos legaron tantas y tantas cosas que hoy conforman nuestra idiosincrasia.
Pero hoy me pararé en esa influencia que no tiene tantos siglos a sus espaldas, es mas se forjó en unos tiempos en los que ya la memoria no llegaba a recordar el origen de las cosas y algunos ya se atrevían a proclamarse como autóctonos y puros… y lo peor es que aun algunos se lo siguen creyendo.

Otra de las tantas genialidades que el eterno macareno Juan Manuel Rodríguez Ojeda creó durante sus intensos años de vida de producción de un nuevo y revolucionario estereotipo de cofradía, fue el diseño de la actual corona de salida de la Señora de Sevilla. Un obra que rompía la estética conocida hasta entonces de las preseas materiales que nos indican la realeza de la Virgen María como Reina de los Cielos. Una corona realizada en 1912, auténtica obra de joyería realizada en oro de dieciocho quilates por Joyería Reyes. Una autentica maravilla que se sufragó como otras tantas cosas con los beneficios obtenidos en la celebración de un festival taurino en la Real Maestranza de Caballería acaecido el día 14 de agosto de 1912 promovido por el entonces mítico e idolatrado matador de toros José Ortega “Gallito”, lo que es lo mismo “Joselito el Gallo” conocido por su desmesurada devoción a la Señora que eternamente lo acompaña en su sepultura, la Virgen de la Esperanza Macarena. Un pedazo de la grandeza de esta hermandad y su universalización se debe a la labor del torero sevillano que se fue demasiado pronto con su Esperanza una trágica tarde en Talavera de la Reina. También tuvo mucho peso la donación que recibió la hermandad de la herencia de D. José Gutiérrez de la Vega, fallecido en Madrid en 1890.


Una obra plena de la época regionalista de Juan Manuel, consistente en canasto, imperial y ráfaga a la cual imprimió detalles como piedras preciosas en los remates, esmaltes en los credenciales, motivos vegetales, cortinillas y heráldicos y la referencia directa a los trabajos de cerrajería sevillana en la ráfaga presidida por una imponente cruz calada que la convirtieron entonces en puro prototipo de modernidad que se ha imitado a la vez y a inspirado multitud de trabajos posteriores… nuevamente sentaba las bases del arte cofradiero que le sucedería. La corona seria bendecida por el Cardenal Almaraz e impuesta por el canónigo de la Catedral D. Juan Francisco Muñoz y Pabón en la primera coronación piadosa que se conoce. Está realizada en oro de ley y pesa aproximadamente cuatro kilos. Siendo enriquecida en varias ocasiones, sobre todo en 1964, con motivo de su Coronación Canónica, siéndole añadidos fundamentalmente los broches de brillantes donados por Dª Pilar Calvo, Vda. de Banús.

Como curiosidad la misma fue ofrecida por la hermandad tras la Guerra Civil al Tesoro de la Nación, para contribuir a sufragar los gastos y las penurias ocasionadas por la referida contienda bélica. La entrega se hizo al entonces ínclito General D. Gonzalo Queipo de Llano, devotísimo y gran impulsor en la dictadura de la Virgen de la Esperanza Macarena, el cuál, a través de unas locuciones radiofónicas, promovió la posterior realización de la Basílica de la Macarena donde con gran polémica actual, descansa el sueño eterno. Posteriormente, la Hermandad de la Macarena recuperó su corona de oro reuniendo el valor material de la presea y "rescatando" la corona del Tesoro de la Nación.
Y todo esta historia viene en concordancia con el titulo y la fotografía que abre esta entrada por que las trazas que dibujara Ojeda y labrara Reyes, fueron seguidas, casi copiadas en muchas ocasiones por deferentes talleres de orfebrería, unos siguiendo los dictámenes establecidos por Juan Manuel para idear nuevos diseños y otros como en el caso que nos ocupa de Bailén, para seguir casi fielmente la corona de la Esperanza Macarena.
La Virgen que abre están entrada se trata de Ntra. Sra. de los Siete Cuchillos, dolorosa titular de la hermandad de la Santa Vera Cruz de mi pueblo, Bailén. Imagen y advocación curiosa de la que en otro momento puede que les hable, pero que en este caso simplemente me pararé en la presea mas suntuosa que posee, su corona de salida aunque al carecer de otras preseas como pueden ser diademas (la otra dolorosa de la hermandad, la Virgen de la Penas si posee una) suele lucirla casi todo el año en su capilla a excepción de cuando es vestida de hebrea en la que luce el mas sencillo nimbo de doce estrellas –otras de las creaciones por otra parte, salida del ingenio de Juan Manuel Rodríguez Ojeda-.

Una corona, de la que no me consta su año de ejecución ni su autor, pero remitiéndome al “boca a boca” puede ser que fuese realizada en los años ochenta para la anterior imagen –hoy reconvertida en la Santa Mujer Verónica- por los talleres, tan fecundos en su producción en este pueblo y sus cofradías, de la localidad cordobesa de Lucena, los talleres de Orfebrería Angulo. Basta contemplar ambas preseas para percibir las múltiples similitudes, que aunque no sigue fielmente a la sevillana, de una pieza que realizaría de serie, no llegando a la calidad artesanal como es evidente de la corona de la Macarena, y mucho menos en el material siendo la corona bailenense alpaca plateada. Incluso la línea artística de esta casa de plateros, nunca fue tan fiel a las líneas estilísticas que se realizaron en la capital hispalense, como si muestra la corona bailenense. Una idea que seria igualmente seguida por varios talleres de orfebrería y joyería de la escuela cordobesa, y como ejemplo la “Joyería la Milagrosa” de la capital de los Califas y su trabajo en 1970 con la corona de salida de Ntra. Sra. del Rosario de Linares, aunque esta si esta realizada en plata fina de granalla adquirida en la compañía minera “La Cruz” de Linares.

Una singularidad mas que atesora las cofradías de Bailén y que beben directamente de la esencia sevillana, aunque lleve décadas delante nuestra y no sean muchos lo que perciban esta singularidad que se podría extender a las coronas procesionales de Ntra. Sra. de la Amargura (Orfebrería Luque de Córdoba) y Ntra. Sra. del Mayor Dolor y Consuelo (Orfebrería Orovio de la Torre, Torralba de Calatrava), que tal como indiqué no seria copias de la misma, pero si partirían de las premisas que implantó una vez mas Juan Manuel Rodríguez Ojeda en Sevilla y de ahí al universo cofradiero.


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