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viernes, 27 de febrero de 2015

COLORACIÓN DEL PASADO... SENTENCIA DE LINARES.


Recientemente han parecido por las redes sociales algunas muestras de fantásticos trabajos digitales donde nos mostraban fotografías antiguas, embutidas en el color más o menos primigenio de la fotografía, el llamado coloquialmente “blanco y negro” coloreadas con las herramientas digitales de última generación, que sin duda nos han mostrado como era en color aquellos tiempos, que como siempre suelo decir, la fotografía se encargó de tintárnoslos de blanco y negro en nuestra imaginación. Cuantas veces no habrán pensado en la época joven de sus abuelos, bisabuelos o tatarabuelos y lo han imaginado en blanco y negro como nos lo mostraban las fotografías y las primeras películas. Cuando observé aquellos maravillosos trabajos, obviamente pensé como sería si estos profesionales lo hiciesen con las fotografías de Semana Santa que nos mostrasen como las personas de tiempos remotos contemplaban los pasos y en si la vida alrededor de ellos en la Semana Santa.
Poco después comencé a encontrarme ejemplos nuevamente por las redes sociales de fotografías de Semana Santa coloreadas, pero más bien a un alcance visual que muchas de ellas parecía tomar el color que nunca tuvieron sobre el papel. Incluso alguna publicación cofradiera impresa ha comenzado a utilizarlas con ejemplos que conozca en Sevilla y Córdoba. Gracias a estos aficionados, que muchas veces han alcanzado un nivel bastante alto me llevaron hasta la empresa malagueña “Anamar Restauración y Fotocoloreado Fotográfico” que podría satisfacer mi curiosidad de observar muchas fotografías con el color que nunca nos legaron.

Por esta razón comencé con dos que son símbolos en mi hermandad del Prendimiento de Linares, como son las míticas fotografías de los años veinte del siglo pasado donde nos muestran los únicos ejemplos conocidos de los pasos completos de la Sentencia y la Virgen del Rosario antes de perecer en las llamas iconoclastas de la Guerra Civil, donde consta que solo se salvaron los bustos del Señor, la Virgen y la Magdalena. La fotografía del misterio, que es la que regalé a la hermandad por tener la deferencia de ponerme como presentador o uno de ellos de cartel “Ecce Agnus Dei” nos muestra al paso en la antigua capilla de la iglesia de San José. Hay que aclarar que la opción de colores en muchos casos quedaba a nuestra imaginación, suponiendo en casi todo el proceso y dejando muchas cosas a la profesionalidad de esta empresa que en todo momento cuenta con tus consejos y aportaciones y  termina el trabajo hasta al máximo extremo que le solicites, la verdad ambas fotos se llevaron más de una semana, estando pegado al pc muchas horas al día. En esta fotografía destaca poderosamente la que sería la imagen de más genialidad artística del conjunto, el centurión romano sobre una escalinata donde presenta a Jesús de la Sentencia, donde podemos aun intuir la facciones del actual Señor del Prendimiento, el cual nos muestra poderosamente los grafismos de la escuela levantina de la época en todo, desde el estilo a los modos de presentación de los personajes, tal como coetáneamente nos documentaba Alfredo Cazabán adjudicando su hechura al valenciano Juan Bautista Palacios. El detallismo se puede centrar en los candelabros con ramitas de flores adosadas, escalinata, lámpara del techo, el caoba de aquel trono del modo jiennense, con lo que parece una horquilla para transpórtalo (a ruedas) apoyada en la pared o los faldones que los tintamos morados al ser entonces el color de la túnica de la hermandad y el que mejor le sentaba. En todo momento intentar respetar lo máximo posible del original, en esta se ve los flecos amplios de los faldones que fueron complicadísimos de darle un color y realismo, por lo que Anamar amplió el brocado de los mismos, que es como luce la copia que ya tiene la hermandad.
En el paso de la Virgen, en su capilla que hace de ambas instantáneas casi un calco, podemos encontrar más claramente a la Virgen de Rosario, para mi obviamente presenta muy poderosamente las facciones actuales de la Virgen donde podemos intuir que la imagen presentaba pies, quizás con cuerpo interior de “maniquí” o candelero pero con pies, una muestra artística que sigo pensando acerca más la obra a la posibilidad de que la misma provenga de los talleres levantinos como apuntan algunas fuentes en lugar de la hipótesis del neoclasicismo sevillano con su máximo exponente, Juan de Astorga, a la cabeza. Fue complicado darle un color a su túnica, más que saya, ya que el brillo de lo que parecía ser un “raso” era complicado de rescatar, inventándonos el celeste y dorado del cíngulo y el granate del pequeño manto que la cubre. La imagen que la acompaña dio bastantes problemas en lo que se refiere a sus vestiduras para hacerla destacar, eso sí, sin eclipsar a la Virgen. Con la coloración del rostro podemos intuir claramente que la Magdalena es la base de la actual Virgen de Gracia de la hermandad de la Oración en el Huerto, incluso se podría decir que la remodelación más reciente sobre la misma, la de Dubé de Luque, la acerca más a la original que la de Martínez Cerrillo tras la contienda civil. Al manto que porta intentamos darle un tono verde por ser este el color de su actual hermandad y el color del manto de la actual Virgen de Gracia. La túnica de la misma le dimos un tono amarillento como suele ser un color típico de la santa de Magdala. Laborioso fue también sacarle color al crucifijo del fondo y a la imagen del santo, que tal vez sea un Santo Domingo, basándonos en sus colores iconográficos más comunes se intentó colorear.
Una fotografía que igualmente cederé a la hermandad para que la tenga para el recuerdo, para que todos los que pasemos por su casa podamos contemplar, tal como dije el día del cartel, lo que los linarenses de los años veinte del siglo XX vieron por las calles de Linares.


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