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viernes, 4 de mayo de 2012

ASÍ FUE SAN GONZALO...

Me llamó poderosamente – todo es poderoso ante el Soberano- esta fotografía de la hermandad de San Gonzalo en el traslado de vuelta del pasado Domingo de Resurrección. Como sabrán muchos y en definitiva mis lectores, esta hermandad tuvo la mala suerte o la “osadía” de echarle un pulso a la meteorología el pasado Lunes Santo, cayéndole la mundial y refugiando sus pasos en la iglesia de la Magdalena; el misterio y el palio en la capilla de la Estrella.
Dirían los más puristas, mustios o más refinados capillitas, que aquella circunstancia se daría por ser una hermandad de segundo nivel o para que no suene tan fuerte, de las que no están en el olimpo de las cofradías sevillanas, llámese Gran Poder, Macarena, Amargura, Amor, etc… esta afirmación me ha hecho recordar la historia y la vicisitudes de la hermandad del Barrio León. El año pasado, escuchando la radio, comentaba uno de los periodistas la sorprendente subida de esta hermandad en los últimos años. Decía que hace menos de veinte años la cofradía entera cogía entre el Altozano y la capilla de la Estrella… hoy el tramo de nazarenos del señor ocupa toda la calle San Jacinto, es decir unos 700m… lo que da un izquierdo por delante o eso piensa mucha gente. Desde que comenzó esta genuina forma de andar el misterio del Soberano Poder ante Caifás, empezó a acrecentar su fama en la ciudad, era una humilde hermandad de barrio fundada en la postguerra, que incluso tuvo que cambiar su Cristo en tres ocasiones e incluso perdió a su primitiva dolorosa. La talla de su paso no era la más sorprendente de la ciudad aunque la balconada que recreaba era completamente autentica y única en la ciudad… el paso se fue a León, llegó un barcazo de Bejarano y la escueta orfebrería de su palio fue sustituyéndose por rocallas de Juan Borrero, incluso se le bordó un palio nuevo y dicen que el proyecto de manto de bejarano es de quitar el hipo. Ortega Bru se saldría de globo ante la genialidad de su Cristo para Sevilla y la espectacular escena con Caifás, incluso renació de sus cenizas a la Salud.
Hoy los Lunes Santo son apoteósicos, arrastran incluso más gente que muchas de esas hermandades de primera categoría, nadie es capaz de llegar a la conclusión de este cambio, los que no la conocimos humilde nos sorprende esas historias, incluso en Linares Andrés o Eugenio nos decían que el primer modelo fue la Estrella y por los Garduños conocieron San Gonzalo. El pasado Domingo de Resurrección fue el día elegido para volver al Tardón, hasta hace cuatro días fecha señalada para vueltas apoteósicas con bandas. Pero ya el Lunes Santo decían que volverían sin bandas, que era una de las nuevas normas del vicario. Ayer leo otra nueva versión, es la hermandad la que quiso darle ese matiz al traslado, que fuese tan solo eso, lo que tuvo que ser era para el lunes, el resto ya sobraba. Si esto es así demuestra que San Gonzalo sigue creciendo para parecerse a esas hermandades que por nazarenos pareciesen de un mismo “escalafón”.
El Soberano caminó en silencio, casi como si fuese Santa Marta entre una multitud que asombra, ven como las bandas y los cambios son cosas secundarias. Él no caminó solo, al revés le costó caminar. Recogió a su Madre en San Jacinto, se despidió de la Estrella a la que apenas el lunes pudo mirar y como solo era un traslado, solos unos pocos privilegiados hermanos los acompañaron, sin túnica claro y dibujaron una estampa del pasado ante un refulgente presente… así era San Gonzalo hace poco poquito.





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