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martes, 22 de mayo de 2012

DOMINGO DE RESURRECCIÓN...EL PERFIL DEL AMOR MÁS HERMOSO.

En el viaje de vuelta de Sevilla, con el cansancio a las espaldas de toda una intensa semana, mi buen amigo Cristóbal me comentaba que algún año habría que ver al portentoso Resucitado de Sevilla elevándose a la diestra del Giraldillo. Algunos espero que sea, pero este año volveríamos a la rutina de un Domingo de Resurrección triste, a quien vamos a engañar, al capillita el día más importante de la humanidad, o por lo menos para los cristianos es el día más triste, porque es el fin. Un final que a veces hace hasta desistir de contemplar la ultima estación de ¿penitencia?, con todos los respetos a todas las cofradías de Resucitado, creo que es obvio que su Cristo ya goza la gloria y que quizás las túnicas de nazarenos sobran. Pero Andalucía ha querido que el Resucitado también sea como las demás cofradías, quizás evidenciando poca formación, cuando le damos más importancia “folclórica” a la túnica que lo que verdaderamente significa y en que momentos tiene cabida. Pero lo cierto es que ver un Domingo de Resurrección con túnicas de colores claros y gloriosos hace saborear los últimos compases de la Semana de Dios.
Cristóbal me invitaba a echar el resto en su tierra, en Linares aunque yo no tenia ganas ni de levantarme al día siguiente, o eso pensaba en las primeras horas de la madrugada visualizando entre la noche ese trayecto que nos sabemos de memoria metro a metro. Pero mientras dormía y el Hijo del Hombre proclamaba que se había despertado para gozo nuestro, sonó el móvil y Félix me invitaba a acercarnos a la ciudad de nuestra hermandad para contemplar a la corporación de Santa Bárbara, que en su tradicional discurrir ante la casa, bueno más bien piso de hermandad de nuestra cofradía, la misma le ofrecería la flor de nuestros pasos a la bella Virgen de Amor Hermoso. Así cerca de la “hora nona”, llegamos a la calle Carolina por donde la hermandad del Resucitado emprende su camino de vuelta en la mañana del Domingo de Resurrección hasta su sede canónica, la iglesia de Santa Bárbara, patrona de los mineros.
Allí frente a nuestra junta gestora me vinieron muchos recuerdos de estos últimos diez años, me daba alegría ver que la hermandad sigue, no como nos gustaría pero sigue y estos pequeños baches del camino seguro que se sobrepasarán. Pero también me dio tristeza, porque algunos años me acercaba a vivir este momento y me di cuenta de que muchas cosas se han borrado. Diez años con muchas caras, las cuales se dibujaban felices y en hermandad, sin rencillas ni rencores, todo a una. Allí faltaba gente de la anterior junta, y de la anterior y de otras tantas anteriores. Muchos que hace años rodeaban orgullosos, como amigos a un líder que desde que se fue, esa estampa poco a poco se fue diluyendo… seguro que desde el cielo sufre por esto, y le pide a su Soberano, ese día con la carita que soñara Víctor de los Ríos para su Resucitado “del sur”, que pronto vuelva aquellos tiempos en que asado de calor, tras recibir a la querida hermandad de la Resurrección echaba el aldabonazo a su gran semana en convivencia con sus hermanos en aquella CASA, que ya solo vive en el recuerdo.




Y la gran cofradía de la Resurrección pasaba ante nuestras narices, la segunda cofradía que hace treinta años se dio cuenta que eso que habían echo los del Prendimiento, era el camino… y en su caminar lo venían demostrando, dando una lección del ritmo que deben de llevar una cofradía en la calle. Digno de aplauso es el crecimiento de sus filas nazarenas, síntoma de que cuando todo se hace con unión esto sube. Con media Plaza de Toros como dosel nos venia el portentoso misterio de la Resurrección según Linares, aunque haya muchos que se sigan desgarrando las vestiduras por la descomposición del misterio original… estas cosas ocurren en la Semana Santa y lo hecho, hecho esta…
Cuantos cambios en los últimos años, con la apuesta de artesanos desconocidos que les han trabajado a gran nivel. Las proporciones y la calidad de la talla del nuevo pasos elevan a estas andas a lo que Linares debe de ir ya aspirando, ya se ansía verlo dorado. Pronto Felipe Martínez Oliver será impagable, como el imaginero Guillermo Salazar que les gubiase los romanos henchidos de sorpresa ante la Gloriosa Resurrección que gubiase el maestro Víctor de los Ríos y que bajo mi punto de vista, Luque Bonillo a repolicromado. No se me puede olvidar la genialidad de ese ángel que señala al más bendito entre los hombres, al primer resucitado para la gloria eterna, medio hombre medio mujer… y es que parece que Romero Zafra nació siendo un genio.
La Pasión de Linares elevaba sus últimos sones al cielo de esa tierra que los vio nacer con recelo y que ahora la presume orgullosa. Ecos de Mena Hervás, ecos de “Jesús del Prendimiento”, que aunque no esté dedicada al Soberano de Linares, siempre suena ante la puerta de los del “Prendi”. Y me gustaría decir que venia poderoso, pero venia evidenciando un gran punto a pulir por las cuadrillas linarenses, y es que primero hay que aprender los conceptos básicos del andar del costalero, si aun no dominas el “sobre los pies” y la candencia mejor olvídate de cambios, aunque no hicieron muchos, sigo apostando por un andar poderoso y acompasado para este misterio, con la glorificada música de las agrupaciones musicales, más si son los clásicos, sin duda la música que mejor se adapta para la gloriosa estampa de este misterio que ya no es de pasión.








Se marchó el Resucitado a los sones de “Orando al Cielo”, a los sones de la Pasión y quedaba el suave compás de la gloria bajo palio de Linares. Su advocación me hacia acordarme de esa otra Señora que duerme un sueño, entre las paredes de San José Obrero de mi pueblo, ese sueño se llama “calle”, porque es que tiene “cara de calle” y se esta haciendo de rogar… pero el recuerdo se acrecentó cuando contemplé que un tramo del palio lo abría el guion concepcionista de la parroquia de D. José Antonio Balboa, reinando en su blancura la dulce Inmaculada que llena de sentir concepcionista a Bailén en el día de su onomástica. Un nuevo síntoma de las buenas y estrechas relaciones con la hermandad linarense, de hecho el taller de costura de la hermandad fue su autor. Y con los trabajos de este taller, aunque en recorte venia cobijada Ntra. Sra. del Amor Hermoso, bella azucena entre las viejas paredes que huelen a sudor y mina. Aquí si me gustó el buen trabajo de los hombres de abajo, la segunda cuadrilla de la historia de Linares. Sus hombres posaron a su Reina del Amor ante la bacalá del Prendimiento, bajo un sol radiante esperando la lluvia más bendita de estas fechas. Ellos siguieron la estela de aquellos jóvenes del Prendimiento y así lo hizo constar su capataz con unas palabras, que a mi como hermano del Prendimiento me llegaron hondo… “para los que no siguen enseñando”, muchas gracias por la parte que me toca, aunque en el Prendimiento nunca queremos enseñar, solo queremos sumar y aportar, cada cual como ellos son los que tienen que dar lo mejor de si mismos para mayor gloria de sus titulares. Y el dulce perfil de la Señora, tocada igualmente por las manos de Garduño se elevó al cielo, más azul que en toda la semana y los del “Prendi” se lo agradecimos con el mayor regalo, las flores que piso el Soberano y su Madre Bendita del Rosario. “Aires de Triana” marcaron el compas del palio de malla de Linares magistralmente interpretados por la banda de María Inmaculada –que chollo tiene Linares con la banda de mi amigo Paco- mientras seguía su camino en busca de Santa Bárbara, ahora si, este ya si era el final. Por cierto tocando el trombón iba mi amigo y paisano “Antoñin” Garrido, el cual me comentó que ha disfrutado con ellos como nunca en su vida de la Semana Santa, que paliza con mayor gusto no se ha dado en sus carnes… amigo ya vas comprendiendo cuales son mis locuras para nuestro pueblo…
La Semana Santa de 2012 la cerraba como manda los cánones un manto azul glorioso, la abrió un encorvado Nazareno, tal como no estaba previsto, en una intensa semana que como les dije tuvo mucha pena y tristeza pero a su vez mucha, muchísima gloria. Al día siguiente, se palpaba en el ambiente esa sensación que se vive cuando te levantas cada día 1 de enero, comenzaba un nuevo año, una nueva vida. Habrá que esperar otros trescientos y tantos días para volver a sentir la gracia divina que huele a incienso mezclado con azahar, a verlas venir con la dura realidad, por que en esta semana se olvidan todos los problemas del mundo. Espero que el Soberano Eterno tenga a bien de regalarme una nueva Semana Santa y quizás si Él lo ve conveniente yo se la cuente en estas paginas… queda un año para volver a vivir la vida, la que dura siete días…



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