MONTES DE OCA SENTADO CON EL REBAÑO DE ALMAS...

Como dije en la primera parte de la crónica del Sábado Santo en Sevilla, es esa jornada donde se disfruta en toda su magnitud el inconfundible arte del eterno imaginero sevillano del siglo XVIII José Montes de Oca. La hermandad Servita procesiona a su magistral misterio de la Piedad donde queda reflejado el dulce patetismo que en nada afea a sus imágenes, el sello inconfundible de imaginero Montes de Oca.

Un estilo inconfundible que se puede palpar también en las glorias o eso dicen los expertos que atribuyen a dos bellos iconos devocionales a la gubia del sevillano en dos ciudades distantes. El pasado sábado el cielo de Andalucía brilló con fuerza y más que primavera pareció verano. Eso nos indicaban los pasos de las dos Pastoras que se pasearon por Sevilla y Málaga. Dos Divinas Pastoras con algo muy en común y es que seguramente saliesen de la mano de Montes de Oca. Ninguna esta documentada pero es evidente en los grafismos de ambas imágenes – la malagueña es la que les recibe en estos días al entrar en el blog- apuntan a la inconfundible gubia del sevillano.

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En la Pastora de San Antonio de Sevilla incluso se puede apuntar la hipótesis que desvela el primitivo cordero que acompañaba al segundo icono escultórico de esta devoción nacida en la capital Hispalense – el actual es de Francisco Buiza-, el cual se logró documentar a las manos de Benito de Hita y Castillo, “Hita del Castillo” para el “capillismo”, el cual lo realizó cuando contaba con la edad de 18 años. El mismo fue discípulo de Montes de Oca y no seria nada descabellado que con esa edad el maestro ejecutase la Virgen –no seria muy común que con 18 años Hita del Castillo ejecutase a la Virgen, mas si se encontraba en periodo de aprendizaje- y mientras el alumno el cordero. El Divino Infante es igualmente obra anónima, posiblemente del mismo periodo.

Dos fotos de la Magdalena de los Servitas.

La igualmente bellísima imagen malagueña, patrona de su barrio, la cual le da nombre a su parroquia pues llegaría a Málaga exportada su devoción por los Capuchinos. No seria nada extraño que Montes de Oca ya tuviese fama como creador de este nueva iconografía por entonces y realizase la magnifica imagen que llena de sentir pastoreño el mes de mayo malacitano. La imágenes de la hermandad Servita sevillana, son los iconos más conocidos de la producción del maestro y normalmente son los más utilizados para las atribuciones y en este caso de la Pastora malagueña abría que detenerse en la imagen de Santa María Magdalena de la corporación de la parroquia de San Marcos de Sevilla, una imagen creada igualmente por Montes de Oca para completar el misterio en el altar de la capilla, al estilo del misterio de la Sagrada Mortaja. Es en ella donde encuentra más paralelismo para atribuir a la Reina del barrio de Capuchinos, al ser sus rasgos de dolor menos marcados amén de otros ejemplos de la obra del inmortal imaginero sevillano. El Divino Infante es Obra de Luis Álvarez Duarte que lo ejecuto en 1972. Curiosamente la imagen se salvó milagrosamente de la destrucción en los tiempos de la II República cuando hubo intención de destruir su sede canónica, pero los mismos exaltados republicanos de su barrio se opusieron anteponiendo la lógica del amor a su patrona que la ideológica.

Dos joyas que se pasean cada mayo, en lugar de septiembre sobre frondosos montes de flores multicolores para pastorear a las almas. La sevillana desde el convento de San Antonio el cual aun resuenan los ecos de la Centuria y los compases de Marvizón en un miércoles de Buen Fin, para abrir sus puertas y llenar de procesiones una vez más a su barrio, sobre su peculiar paso que retrotrae a esos antiguos pasos de las viejas fotografías de Semana Santa o Corpus, con esos escuetos respiraderos decimonónicos mientras los hombres de Pepe Monje siguen evidenciando que este capataz puede que de que hablar en el futuro. La misma hace estación en la que fue su sede fundacional, la iglesia de San Lorenzo, siendo la única hermandad sevillana fundada en esta parroquia y que curiosamente ya no se encuentra en la misma.

Diseño del nuevo trono para Málaga.

La malagueña, lo hace también en la pomposidad del movimiento cofradiero de su ciudad siendo portada como manda los postulados malacitanos, por hombres de trono en un trono de orfebrería de Santos Campanario de Sevilla. Un trono que quizás haya sido su ultimo año en las calles de la capital de la Costa del Sol, ya que la congregación esta inmersa en la realización de un nuevo “cajillo” – reinterpretación lingüística malagueña del “canasto”- tallado en madera y acabado en pan de oro, apostando por un desconocido taller, el de Domingo García Chauán, tallista y dorador de Albatera (Alicante), un tallista que por cierto encontré su obra por casualidad hace unos meses y me llamó poderosamente la atención, un ejemplo más de cómo el arte cofradiero andaluz y sobre todo de corte sevillano se extiende mas allá de Despeñaperros.