Buscar este blog

viernes, 18 de mayo de 2012

SÁBADO SANTO... VIVIR EL LUTO COMO EN LA GLORIA. (II)

Se marchaba el primer barco de la tarde, solo en esta cofradía encontraremos grandes misterios esta jornada, porque detrás llegaba el segundo misterio de la corporación, el de siempre, el más común para la gran mayoría pero a la vez como ha cambiado la cosa. En aquel Sábado Santo de 2009 tuve la suerte de paladear el ya viejo paso del Cristo de las Cinco Llagas, el de aroma decimonónico y el gran superviviente a las reformas históricas de la cofradía con este conjunto. Hasta cuatro crucificados ha tenido por titular esta hermandad, en este caso ya en la lejanía, bajo las setas se apreciaba “a kilómetros” la hechura e impronta de Luis Álvarez Duarte sobre uno de los estrenos de la Semana Santa, el nuevo paso del que aun rezumaba el sonido de los gubiazos, los de los Hermanos Caballero. Cuentan que el anterior estaba inrestaurable, Agustín más de una vez me ha contado que aquello clavaba costaleros en el asfalto, pero por la razón que sea la hermandad sigue modificando su segundo paso, y con crisis y sin ella seguramente en dos o tres años ya parecerá que lleva toda la vida refulgiendo dentelladas de oro por Sevilla y el Decreto sin terminar…








Y llegó el calvario, preludio del descendimiento, donde Nicodemo ya se dispone a desclavarlo de la cruz. En ese momento mi acompañante y yo nos detuvimos en la maravillosa talla recién estrenada, dibujando la nueva estampa que acompañará a Sevilla a partir de ahora, lo mismo que hace una década hizo este Cristo que tallase Álvarez Duarte, curioso que diez años después haya realizado un nuevo crucificado muerto, del que dicen que dijo que seria el “no va más”, con el que se podría retirar y la verdad, es que tanto mi amigo como yo, pensamos que aunque no estuvimos el Miércoles Santo en Linares, no nos estábamos “perdiendo el estreno”. Y seguramente bajo las Cinco Llagas iba su capataz en Linares, “mamando” esa esencia que no distará mucho de la que quiere insuflar en su aventura como capataz, caminando sobre los pies, siempre ganándole metros y al compás de la que creo es su banda favorita, las Tres Caídas de Triana. Y la banda marinera nos regaló dos de sus mejores obras aunque al amigo Cris se quedara con las ganas de escuchar marchas más recientes. Sublime la primera “Tres Caídas de Esperanza” y desgastada la segunda; “Bulería en San Román” aunque creo que es la primera vez que se la escucho en vivo tras un paso. La sobrecogedora estampa de las escaleras elevándose al cielo como el sagrado madero nos hacia ver que estaba meriendo la pena el Sábado Santo mientras al fondo en Campana el Sagrado Decreto caminaba al compás de eso mismo, de “Sagrado Decreto”, el de las Cigarreras.









Se marchaba el calvario del Sábado Santo para dar paso a la gracia sin duda de la jornada del luto. El paso que marca el punto diferente en la jornada, en esta Semana Santa que cada vez se reinventa más y más y le encuentra hueco a lo “inexplicable”. Con gracia, con mimo, con extrema belleza y poderío llegaba la ultima Esperanza de la Semana Santa sevillana –han salido todas-, la de la cruz roja y azul, como rescatadora de almas y cautivos… la Esperanza Trinitaria. En su apoteosis de paso de palio, el más de barrio, alegre, rítmico, Juanmanuelino… el paso de palio que cuesta digerir al mustio y que tanto apasiona al pueblo. Que se pude esperar, si cada rincón es digno de contemplación durante horas, pero ¡hay! su cara, para mi una de la vírgenes más bellas no de Sevilla si no del mundo y eso que en ese sentido no soy yo muy dado en fijarme en la belleza, si no más bien el su resultado artístico… y artísticamente es sublime, no podría esperarse menos del imaginero que creó a la dolorosa guapa, bella, joven…Juan de Astorga.





El palio que en su día fuera blanco ¿Cómo seria volver a contemplar esta estampa por Sevilla? Cobijaba a la Señora en su búsqueda de la carrera oficial marcándose la “vuelta” con una marcha muy propensa, muy del gusto de las cofradías para esta revirá… “Rocío”. Tras el solo de flautín rompió el paso que marca la gloria esta jornada en busca de Orfila mientras el solista volvía a su lugar entre las muestras de admiración de sus compañeros. Por cierto 40 minutos exactos entre el Decreto y el palio, para que algunos vayámonos plateando como lo hacen… con tres pasos con banda y 1000 nazarenos según fuentes oficiales.







Así con más de medio Sábado Santo visto y con tiempo para esperar a las dos siguientes hermandades, pues decidimos volver a contemplar lo visto, es decir nuevamente al Sol, Servitas y Trinidad. Y eso tendría que ser tras salir de catedral lo que hizo que nos encaminásemos por calle Cuna para alcanzar al Sol por la plaza del Triunfo o aledaños. Pero lo cierto es que a esas horas Sevilla estaba a rebosar de capillitas deseosos de disfrutar de la última gran jornada. La calle Alemanes ya se encontraba bastante completita y los pasillos para acceder desde plaza Virgen de los Reyes hasta la del Triunfo estaban colapsados, mientras el Varón de Dolores se encaminaba hacia allí emprendiendo el camino de vuelta al Plantinar. Visto la multitud dimos un rodeo por Mateos Gago y pasar por la impresionante plaza de la Alianza –ahí le comenté a Cris que el Martes Santo tenia pensado ver a Santa Cruz de vuelta en este enclave, no pudo ser…- para intentar ver a la corporación de la “sacra-conversación” en la revirá a las faldas de los Reales Alcázares, como el año anterior vimos al Cautivo de Santa Genoveva. Para ser una hermandad que no ha gustado mucho, no veas la marea de gente que abarrotaba la plaza que parecía un día de la Inmaculada en los tiempos en que España era más cristiana a los pies del monumento concepcionista. Así que llegamos a ver al Santo Cristo Varón de Dolores nuevamente, sobre su paso llenado de nuevas estampas al Sábado Santo. Visto las bullas que se estaban generando y para no perder la oportunidad de visualizar nuevamente a las siguientes cofradías decidimos dejar al Sol –aunque de vuelta estaba saliendo el palio de la Catedral- para apostarnos en la “Cuesta del Bacalao” y disfrutar una vez más del discurrir seguido de las dos siguientes hermandades. Cuando llegamos la famosa curva en la calle Placentines con el inmejorable marco de la Giralda al fondo, el lugar ya se encontraba bastante concurrido aunque tuvimos tiempo para pillar nuevamente sitio en primera fila, aunque el rato de pie seria nuevamente largo.







Rápidamente llegó de nuevo el negro cortejo, del corazón con los siete puñales de rancio abolengo de la hermandad de los Servitas, con el simpar caminar de la Piedad al son de una marcha que también le apasiona al amigo Mateo Olaya, de hecho es admirador del creador de la misma, José de la Vega y su “Servitas de San Marcos”. Entre las apreturas de la gente, que vaya molestia toda la tarde con el chorrillo de gente pasando y algunos cara duras que la policía tuvo que echar radicalmente volví a saborear a esta hermandad, pero sobre todo este paso, yo amante de la marcha fúnebre para banda de música me mostraba otra perspectiva de paso de Cristo, ¿podremos ver algún día otro misterio con este peculiar estilo?, una gran alternativa sería para una hermandad que no quiero nombrar y no es de Sevilla…



Nuevamente subió la calle, quizás más cofradiera que ninguna en la ciudad, la de los “pobres” claro, que muchos conocimos en aquellos míticos vídeos mientras en la avalancha actual de tecnología me puedo ver entre las cabecitas, quien me lo diría hace 18 años. Alguna alegría tuvo que tener aquel marcado y triste año 1994. El palio de cajón se balanceaba cobijando nuevamente a la Soledad de los Servitas, aquella que gubiase Lastrucci y Dubé de Luque –caminando delante del paso- se encargara de remodelar completamente, subiendo con su compás abierto al son de la genial “Macarena” del maestro Cebrián. Que apreturas más gloriosas cuando pasaba un paso ante mis narices, con ese nazareno encargado en cada revirá de que nadie tocase el manto que aun huele a nuevo.





Nuevamente tocaba la hermandad alegre, la del contraste de la jornada. Se palpaba que era más esperada porque todo lo que tardó en pasar se notó la molestia con la gran bulla que abrazaban a los pasos de la Trinidad. Y como esta calle tiene su aquel… el Sagrado Decreto llegó recreándose y las Cigarreras siguiéndole el compás.





Y me acordé del amigo Puga cuando la “sinfónica” de cornetas y tambores interpretó un “marchón” que le encanta, que menos ante la genialidad de Bienvenido Puelles y su “Un Cielo para mi Virgen”, antes lo hizo con "Macarena" del mismo autor. La alegría de las “trianerias” que trae el alegórico se palparon en la siguiente marcha “Por Triana, Soberano” para nuevamente inundarnos con su talla al compás de “Amor de Madre”, que me acordé aquí de mi amigo Félix, que marcha más especial, un autentico himno de la Semana Santa de Sevilla, equiparable a “Amarguras” cuando el galeón de los trinitarios se marchó poderoso por las estrechuras de Placentines.



Y los aires de Triana seguían en el aire por que la banda del “Señor del compás” venía armando “el taco” detrás del Señor de las Cinco Llagas, por cierto que lujo musical el de esta hermandad, porque con la Trinidad camina la Oliva de Salteras.
Venia contenta Triana porque este año había tenido su Madrugá, y que mejor que hacer sonar “Mi Madrugá” y enlazarla con “Pureza”- que de envidia le di días después al amigo David-. Aires de la Cava para el calvario de las Cinco Llagas que cuando ya se encontraba revirando en busca de Placentines le alegró el día a mi amigo Cris y a este servidor, de poder sentir, escuchar y soñar pegados al paso de la que sin duda es otra de las grandes creaciones de la banda, de las nuevas vamos. Alguien al ver nuestra reacción nos preguntó que marcha era… “Abrazado a Triana”, y así abrazamos al crucificado para embelesarnos en el momento, del que sin duda catalogaría como uno de mis momentos más intensos de la Semana Santa de 2012.







Y cerró nuevamente la alegría del día, la belleza de María sin paragón subía como si fuese Domingo de Ramos la calle Argote de Molina con compases macarenos, “Macarena” esta vez la de Abel Moreno, y como cambia la cosa con la de Cebrián… y bajo la noche enamorar, llenar de gozo a la Sevilla que ya entona el hasta el año que viene con esa marcha que produce el pellizco en todos los sevillanos cuando un “paliazo” como este se mueve al compás de “Pasan los Campanilleros”. La cera ya coloreaba su bello rostro, sus impresionantes respiraderos, autentica catedral de plata y oro ya relucían con los contraluces de la noche y su figura se dibujaba marchándose en busca de su barrio dejándonos la estela de esa nueva genialidad de nuestro querido Garduño por tierras linarenses como es el manto de esa Esperanza que busca Sevilla cada primavera… y como la Esperanza se iba, que mejor que hacerlo con la música que mejor identifica a la Esperanza, Señora y Madre de Dios en Sevilla… se marchó con “Pasa la Virgen Macarena” del eterno Gámez Laserna.











No seria la ultima cita con la hermandad de la Trinidad, los planes de ver al Santo Entierro y la Soledad de San Lorenzo se tambaleaban, demasiada gente para poder acceder a la calle Alemanes y si esperábamos a la Soledad, seguramente nos perderíamos a la corporación de San Gregorio, y eso si que no entraba en mis planes, en 2009 no pude verla y en este tocaba ya. Así que la opción era buscar la Campana, para la vuelta a casa, con lo que había que salir de aquel atolladero. Por Álvarez Quintero se encontraba la Trinidad que nos cortaba el paso, pero de paso vimos nuevamente al misterio de las Cinco Llagas con la marcha “La Pasión” en la estrecha maniobra. Así que buscamos Argote de Molina para arriba para salir por San Isidoro, pero nuevamente la hermandad de la basílica de la Auxiliadora Coronada nos cortaba el paso, esta vez el misterio del Sagrado Decreto revirando por calle Jesús de las Tres Caídas en busca de Boteros y las Cigarreras a los suyo con la marcha “Maria, Reina y Madre”. Al final tuvimos que cruzar matemáticamente a la cofradía para alcanzar el Salvador y la Campana en espera del triste cortejo del Entierro de Dios…





CONTINUARÁ…

1 comentario:

  1. Amigo Juan Pedro, me ha encantado la entrada, las fotos me han gustado muchísimo. La del Señor de las Cinco Llagas desde abajo es espectacular. ¿Sabes?, viendo a la Trinidad estuvimos justo en el mismo sitio, qué casualidad. Por cierto, en el blog de la Tertulia estamos de celebración. Pásate un ratito, estás invitado, será un placer para nosotros. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
    http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/

    ResponderEliminar