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lunes, 17 de junio de 2013

LA MADRE DEL CAUTIVO MALAGUEÑO...

Unos hechos acaecidos en las últimas semanas me ha empujado a contarles una nueva historia. Sin duda estas son las experiencias que mayormente me inspiran para poder enhebrar nuevos relatos en torno al mundo de las cofradías, pero siempre, y ya estoy harto de decirlo en estas páginas, vistas desde mi óptica personal, que al fin y al cabo eso es lo que gustará y también, por qué no, levantará ampollas a los muchos o pocos visitantes de esta casa, rincón indispensablemente enfocado a los pensamientos de un simple enamorado de las cosas de Dios y todo lo que tiene que ver con los movimientos humanos que se fomentan a su alrededor en este mundo, y más en concreto en esta nuestra bendita y también muy chinchosa Andalucía.
Ya me resulta cansino de explicarle a tanta gente porque y el porqué de lo que hablo, ya me duele la boca y los dedos, de intentar explicar que para mí Sevilla y su idiosincrasia religiosa no es una obsesión, es simplemente una escuela, algo que no tiene que ver nada con que a sus “dioses” les tenga la devoción, casi idolatría que quizás tan solo ellos saben trasmitir, aunque Dios o Jesús y María sea el mismo en cada rincón de este mundo… para mí la Expiración de Bailén, el Prendimiento de Linares, el Gran Poder de Sevilla, etc… son Jesús, lo mismo que la Virgen de los Siete Cuchillos, la Virgen del Rosario de Linares o la Esperanza Macarena es María… pero hay que saber “vender la moto” como diría un amigo mío, como hacen en Sevilla, por eso hace pocos días le decía al buen amigo Ricardo, que sí, que la Virgen es la misma en todos sitios, pero que la alcoba de María allá en los cielos… es el camarín de la Macarena… esto es arte, gracia y duende para ensalzar a la Madre de Dios, de hecho es algo simple pero en pocos sitios me encuentro expresiones y sentimientos similares… aun así, seguramente seguirán habiendo muchos que no sepan encauzar estas palabras.
Está claro, y en ello insisto en esta casa, con datos y más datos, casi mil entradas guardan el disco duro del capillismo, de que allí en la ciudad donde un Giraldillo escala las alturas de la gloria nace una esencia que todo lo que ha tocado lo ha cambiado para siempre y para mayor gloria, incluso la otra gran urbe de la Semana Santa andaluza y quizás española, la para mi bella y encantadora Málaga, aunque mi modelo completo sea sin género de dudas el de la vieja Híspalis. Me resulta simpático, como mi buen amigo Alejandro L. Godoy e incluso su familia intentan trasmitirme las grandezas que muchos Jueves Santos han captado sus pupilas por las calles de la capital de la Costa del Sol, maravillándose del sabor castrense en Mena o la magnificencia verde de la Señora de Málaga, curiosamente como en Sevilla, también repartidora de Esperanza, al fin y al cabo, ya lo saben son la misma, todo depende de cómo “se venda la moto”…
Tanto estos buenos amigos como otros tantos que no lo hacen con la misma simpatía, me pareciese que siempre intentaran “equilibrarme” Málaga con Sevilla, o incluso vencer la balanza ante la ciudad que vive los días de la pasión con tranquilizantes baños en el Mediterráneo, oliendo a mar y a los deliciosos espetos de sardina. Y Málaga es grande, muy grande, nunca lo pongo en duda y me gustaría conocerla algún día, pero es que como dicen por Híspalis… “coinciden en fechas” y cada vez que puedo tomar rumbo por las autovías de la pasión, “nacional IV adelante” me es imposible borrarlo del GPS de “mi arma” como diría el deje sevillano. Es por ello, por estas circunstancias ultimas, de que si soy “sevillano residente en Bailén”, que si conoce Málaga que es mejor o la última, con el amigo Ricardo, que como su Soberano que se quite Sevilla entera, pues hoy, nuevamente volveré a cansinearles con lo mismo, hablándoles de la Málaga de grandes tronos, túnicas de hermanos nazarenos bordadas o trinar de campanillas al paso de los tronos, esencias propias que se engrandecieron a partir del siglo XX tomando como no, a Sevilla como modelo, donde inspirarse y hacer crecer, sobre todo en pensamiento, y después patrimonialmente al fenómeno cofradiero de la ciudad de Pablo Picasso.
Es curioso que ocurran estas circunstancias en la vida, que surgen de personas completamente diferentes, que ni se conocen, y a este “sevillano” pues se le ocurra comprarse un completo estudio bibliográfico de la hermandad del Cautivo de Málaga, y cuando le saca tiempo a la vida, porque esto lo hago gratis y por gusto, aunque casi nunca se agradezca más bien incluso se me exija, me ponga a leer y a culturizar un poco más si cabe los conocimientos que pueda atesorar de la Semana Santa andaluza, sin duda la gran pasión para mí de esta vida, el placer más grande junto al “tragar” bien y las maravillas de la creación con el género femenino… donde el orden de los factores no altera al producto…
Aprender y aprender, porque de esto creo que aún sigo sin saber nada, así lo siento y el que no lo sienta le recomiendo que se lo haga mirar, porque no va a llegar a ningún buen puerto pensando diferente… por ello, busco en los tomos la historia y el patrimonio de la hermandad donde seguramente se cobija a la joya de los sentimientos malagueños, aquel que toca la fibra más fina y sensible del pueblo malacitano, aquel que hace del bamboleo blanco el mismo caminar de los ángeles junto al Hijo de Dios… sin duda, es el Cautivo el Señor de Málaga, pero este Señor tiene también su madre, haciendo un símil con Sevilla, allí en Málaga dirán que su Madre es la Esperanza por ser la que arrastra la mayor devoción mariana de la ciudad, el próximo sábado, si Ella lo quiere quizás lo puede comprobar in situ. Eso dicen en Sevilla del Gran Poder, que su madre es la Macarena, pero en San Lorenzo esta también la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, su madre según los devotos del Señor de Sevilla, por ello en Málaga pues la madre del Cautivo en sin duda la Señora que paradojas de la vida nació en Sevilla, y en estos momentos ha vuelto hasta la ciudad que la vio nacer para ser restaurada por el prestigioso restaurador Gutiérrez Carrasquilla.

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Leía sobre Málaga, y sobre la Virgen de la Trinidad, Coronada, Madre de Dios Cautivo y casi al unísono en la prensa digital cofradiera sevillana se hacía eco de que la imagen que gubiase Paco Buiza se encontraba en tierras hispalenses, para llegar a los intercambios de opinión con el amigo Ricardo sobre cuál es o no es el gran orbe de lo cofradiero en esta tierra de María Santísima hizo que todo se conjurara casi por arte de magia, lo que me invitaba a contarle en primera persona  a Ricardo la historia de la Trinidad de Málaga y quizás, porque Ella así lo habrá querido, poder “bordarles” una nueva historia en este rincón, de la reflexión, de la opinión personal en torno a lo más grande que ha podido crear nuestra Santa Madre Iglesia… la religiosidad popular, a la misma que en este Año de la Fe se está recurriendo para intentar volver a llenar de la misma las calles y los corazones de nuestra grande, antigua y difícil Europa… Trento después de los siglos, sigue dándole validez a los concilios, pero eso es otro tema de ateísmo y agnósticos que también me surgió, pero que ya va a ser demasiado mezclar en estos párrafos.


He aquí una nueva historia de cómo Sevilla, la que para algunos sería una más y para otros la universidad de Dios, impregnó nada más y nada menos de su magnificencia a unos de los símbolos de “malaguensismo”, la cofradía del Cautivo, como diría aquella evocadora saeta de Pepe de Campillo… “del barrio la Triniá…”. Leo este interesante estudio y veo, y una vez más observo como la vida creo que me da la razón de cómo surge en la Málaga de los sesenta, casi rozando los setenta un nuevo fenómeno que va a terminar por “sevillanizar” a la ciudad donde poner un costal es lo único que le faltaría para haberse dejado llevar por completo, como el resto de grandes ciudades andaluzas, de la idiosincrasia sevillana. Pero en aquellos años el pensamiento y el arte si se dio de bruces con Sevilla… llegaban las mejores de comunicación y viajar hasta Sevilla ya sería algo mucho más cómodo que en décadas pasadas. Y hubo malagueños que cuando pisaron y respiraron la gracia de Sevilla, sintieron que eso no lo respiraba entre el aroma a mar y el sabor del inmortal espetito… Juan Bautista Casielles del Nido, fue uno de esos locos, que entonces, en su Málaga ya llamaban despectivamente el “sevillano”… como ven esto no se limita a esta época, y ni a mi persona, pero creo que es bueno decirlo, en este caso para los que me lo dicen a mí, que aquí tienen más historias reales de personas que se impregnaron de la gracia como yo y tan solo intentaron trasmitírsela a quien no podía o no quería conocerla, habrá algo más bueno que intentar trasmitir el mejor de los amores a Dios, de cómo se le puede querer un poco más y con más grandeza… este estudioso que va siempre mucho más allá de Sevilla, no encuentra mejor forma…


La antigua imagen en diversas tomas.
Este hombre es un pilar básico para la conformación de la actual Semana Santa malagueña, la mejor en sus centenarios años de historia en lo que se refiere en calidad humana y patrimonial. Gracias a los consejos y diseños de Casielles del Nido entre otros, en Málaga se comenzaron fraguar sustituciones y realizaciones de obras de gran categoría de bordado, orfebrería y talla, amén de sustituciones de algunas imágenes que introdujeron como nunca la escuela sevillana en Málaga, la cual durante siglos había sido impregnada por la granadina, aunque muchos se empeñen en calificar a las obras antiguas de la comarca, como estilo malagueño, ya saben, escalando la torre de los tiempos, encontraremos a Sevilla y Granada como el motor principal “fabricador” de religiosidad en el sur de España tras las expulsión musulmana.
La Virgen en el Taller de Buiza el día que fueron a por Ella
los hermanos del Cautivo.

La imagen en Málaga, observase con la anterior fotografía los modos
de vestir, las cosas que trajo Sevilla...
Así la figura de Casielles fue esencial para que la hermandad del Cautivo, aún muy rezumante de las llamadas esencias locales, se decidiese a sustituir a su dolorosa fundacional, una obra anónima de la escuela “malagueña”, según unos motivado por el pequeño tamaño de la imagen o quizás otros, impregnados de esa nueva corriente que venía de Sevilla, por las nuevas formas … Casielles llegó incluso a trabajar de comercial en Sevilla para el legendario taller de Orfebrería Villareal, lo que supuso muchos trabajos de este obrador sevillano para Málaga y con ello el conocimiento y la amistad con imagineros que dejarían su sello en su ciudad, incluso más que en Sevilla… el gran ramillete de obras de Buiza y su discípulo, Luís Álvarez Duarte nos puede hablar de ello, amén de las importantes y también polémicas restauraciones de este último, que eso sí, creo no se deberían haber acometido, porque lo que se tocó ya era bueno, y ahí “Sevilla” no debería haber metido la mano… la sevillania tuvo que venir a incrementar lo que ya había bueno, no a remodificarlo, pero bueno la llamada de la gracia, nunca dije que siempre sea perfecta, cada lugar necesita de un estudio en concreto…
Virgen del Socorro de Sevilla.
Así el gran maestro nacido en Carmona, Francisco Buiza gubió la dolorosa que es Madre del Señor de Málaga, una obra que realizó cuando las calles de Málaga sin duda hacen que el turismo se cambie de acera, y cambie el barrio de Santa Cruz por la playa de la Malagueta o la del Palo con mi adorado chiringuito “El Tintero”, es decir, en el verano de 1963, cuando contaba con 41 años de edad y acababa de sufrir el accidente que marcaría desde entonces su vida y le insuflaría aquel rudo carácter que le hizo famoso en el mundo cofradiero, mal genio que sacaba maravillas de la madera, el neobarroco más Mesino de todos los tiempos. Antes de gubiar la Trinidad venia de acometer las restauración y casi remodelaciones de la Virgen del Rocío de la hermandad de la Redención –dotándola de ese aire macareno- y la de la Virgen del Socorro de la hermandad del Amor, epicentro sin duda de la obra de Juan de Mesa, donde la dolorosa, algunos expertos creen pueda tratarse de una obra del genio cordobés bastante remodelada en el transcurrir de los años. Y es que los grafismos mesinos, ya sean en Cristos o imágenes Marianas fue los que llevó Buiza a gala, llenado Andalucía de estas neobarrocas obras mesinas pero quedándose con la espina de no haber realizado ninguna para el orbe de los orbes… su Sevilla, incluso Duarte, suele contar en sus conferencias que el maestro lo echó del taller cuando se enteró de que este, siendo un niño aprendiz realizó la Virgen de Guadalupe de las Aguas, aunque en la misma se palpe mucho la esencia de Buiza… aunque bueno, quizás algún día, se obre el milagro en el barrio, precisamente de la Milagrosa, y la Virgen del Rosario, la del palio otomano,  curiosamente la Madre de un Cristo con grandes connotaciones malagueñas –por aquello del Puente del Cedrón…- inunde Sevilla del amor mariano que siempre anheló Buiza dejarle a la ciudad que lo hizo grande aunque le trabajara a otras mucho más, como Málaga. Por ello según los expertos la esencia de la Virgen del Socorro de Sevilla recorre con gran profusión los grafismos de la Trinidad malacitana, la cual se cree que pudo ser tallada sin modelo previo, es decir, con la técnica de talla directa. La imagen se bendecirá en 1968, tras lo cual llegó su actual y suntuoso trono, como no, de Orfebrería Villareal y diseños de Casielles, trabajos de la magnificencia sevillana traídos por malagueños prendados de la misma que incluso, esta Bendita Virgen ya se pasea por las calles de Málaga Coronada Canónicamente, porque desde entones la hermandad se lanzó al definitivo esplendor y poderío que atesora como para constituirse como una de las hermandades más importantes de Andalucía, y ya sabrán mis más asiduos visitantes porque en Málaga se comenzaron a coronar dolorosas… una malagueños “Expiracionistas” que se marcharon anonadados para Málaga de la Coronación Canónica del Reina de Triana, la Virgen de la Esperanza.



Curiosamente desde entonces en Andalucía, las cosas han cambiado mucho, diría que demasiado. Aquellos “locos” de todos los rincones de nuestra tierra obraron como estos malagueños y todo ello, unido a la realidad actual en temas de comunicación, sobre todo con esto que ven, es decir internet y la facilidad de comunicación y publicidad hicieron aquello que me harto de describir, que ya Sevilla, no es un lugar aislado, sino que su estilo se ha extendido de tal forma que ha convertido a su esencia en el estilo de Andalucía, que incluso ha llegado hasta a Asturias… esto ha traído que arte y buen hacer exista en toda Andalucía, algo que a algunos les puede confundir y llamarme “obseso sevillano”. Pero también digo que esto ha sido tan bueno como para que ciudades como Málaga, haya creado su propio foco creador, aunque Sevilla siga pesando tanto como para llevar a sus imágenes a los talleres sevillanos, en este caso de los más reputados, cuando ya en cualquier lugar, en Málaga también te puede restaurar cualquier elemento, inclusive la imágenes de nuestras devociones. Eso sí, sin olvidar que gran parte de estos profesionales o han aprendido allí o han sido formados bajo los avances y técnicas depuradas durante siglos en la capital hispalense, o más bien en el ultimo siglo…

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