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domingo, 7 de agosto de 2011

SEMANA SANTA EN AGOSTO...MADRID A LA VUELTA DE LA ESQUINA. (XII, XIII y XIV estación)

Quien me lo iba a decir hace poco menos de un año cuando comencé a mostraros en la medida de lo posible quienes eran los pasos que integrarán (D.M) el Vía Crucis de las Jornadas Mundiales de la Juventud de Madrid que llegaría a este mes, con más o menos asiduidad para mostraros esta vez las últimas tres estaciones en una sola entrada. Mi falta de conocimientos sobre las mismas, para poder hablar desde una perspectiva propia me ha hecho hacerlo de una manera más resumida.



Las tres se engloban en un estilo que podríamos definir como “castellano”, alejado en las formas andaluzas en un concepto general y sobre todo de las sevillanas. El primero de ellos será el misterio del Descendimiento que llegará a Madrid desde la ciudad manchega de Cuenca. Un misterio que tendría que renacer de las cenizas en 1945 el escultor comprovinciano Luis Marco Pérez tras perder su cofradía el primitivo misterio en los sucesos anticlericales de la guerra civil. Un misterio que es procesionado en un paso con varales exteriores en la jornada del Viernes Santo siendo considerado como uno de los de mayor mérito de su autor, que aunque poseedor de un estilo propio sigue muy fiel a la escuela a la que estuvo muy vinculado como es la valenciana, advirtiéndose la misma en la impronta de su imaginería, también presente en la Semana Santa de Ciudad Real. Curiosamente en honor suyo Alfonso Cabañas, compuso la Marcha Procesional "Marco Pérez ha muerto".



Las siguientes estaciones representan el triste final de Jesús muerto en el regazo de su madre, tal como seria aquella primera noche de vida en el humilde establo de Belén siendo un bebe. Tras bajar de su trono real de la cruz, ser llorado por su madre para ser depositado en el sepulcro desde el que se levantará al tercer día, en la primera resurrección de la humanidad, la que marcaría la redención hasta el día del juicio final en la que el Padre Eterno impartirá justicia. Y para representar estos pasajes evangélicos, Madrid gozará de la imaginería de un escultor al cual considero otro “Dios de la madera”. Si en Sevilla Martínez Montañés es punto y aparte –con Juan de Mesa de la mano-, en el norte creo que brilla con nombre propio el imaginero del siglo XVI y XVII Gregorio Fernández. De origen gallego (nació en Sarria), se instaló en Valladolid atraído por la corte entre 1601 y 1606. Tuvo un gran taller con varios aprendices y colaboradores. Era muy conocido por todo el norte de España, incluso Castilla, Extremadura, Galicia, Asturias y el País Vasco. Allí desarrolló un taller con numerosos seguidores.





Valladolid será su gran escaparate y donde dejará gran parte de su arte, por eso de esta misma ciudad castellano-leonesa llegará a Madrid la imagen de la Piedad, la Quinta Angustia que realizase en 1625. Procesiona en la tarde del Jueves Santo durante la Procesión de Penitencia y Caridad en la que es alumbrado por su Cofradía titular, la de Nuestra Señora de la Piedad. La Quinta Angustia de Gregorio Fernández es una obra realizada para ser vista de manera frontal, su destino como imagen para ser colocada en un retablo hizo que el escultor no la tallara por la parte trasera aunque posteriormente se le hicieran algunos arreglos para convertirla en uno de los pasos procesionales más sobresalientes de la Semana Santa vallisoletana.


Y para terminar la imagen de Cristo Yacente, un prototipo de imagen e iconográfico muy extendido en el trabajo del eterno imaginero nacido en la provincia de Lugo. Son famosos sus ejemplares e inspiradores únicos de un estilo tan personal que difícilmente hace dudar la procedencia de los mismo con contemplar a simple vista la impronta que desprende las imágenes de Fernández. La imagen que estará en Madrid vendrá desde la ciudad eternamente conocida por su Acueducto Romano y sus jugosos cochinillos asados, Segovia. Se encuentra en la Catedral de Santa María de Segovia y procesiona cada Viernes Santo. Sigue fielmente la línea estilística de otros ejemplares similares realizados por el maestro -al menos once ‘yacentes’ nacieron de las manos del imaginero- siendo mundialmente conocido por su temática de “yacentes”, habiendo llegado gran cantidad de ellos a nuestros días, aunque con cuatro de ellos de excepcional calidad, todos ellos en Valladolid, principalmente por ser esta ciudad el centro creativo del escultor y por ser la sede del Museo Nacional de Escultura. Otros yacentes son los de Medina de Pomar (Burgos), el del El Pardo (Madrid), el de Monforte de Lemos (Lugo), el de la Catedral de Astorga (León) y el protagonista de esta entrada, que si dios quiere podrá contemplar en toda su magnitud el sucesor de Pedro en el trono vaticano, Benedicto XVI.



Y para la próxima, Sevilla… la “Panadera Divina” espera impaciente en la calle Orfila para dejar por unos días su tierra y pasear el poderío de la religiosidad cofradiera de su tierra…aunque evidentemente no se hayan prodigado tanto en el evento…

1 comentario:

  1. La verdad es que ha pasado el tiempo volando, pero me he llevado una gran alegría, pues pensaba que no podría ir, y el pasado viernes mi mujer me dió la sorpresa, así que estoy muy ilusionado. Un fuerte abrazo desde la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea. http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/

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