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sábado, 7 de diciembre de 2013

LA ENIGMÁTICA VIRGEN DE BAILÉN...

Me ha sorprendido el amigo y recién licenciado en historia del arte, Sebastian Lijarcio con el descubrimiento de nuevos datos para conformar la historiografía de la religiosidad popular bailenense. Buceando por esa nueva corriente y muy acertada de colgar en la red los viejos archivos, en este caso los del Archivo de Centro de Investigación del Patrimonio Etnológico, en la sección del Museo del Traje,  ha encontrado un documento de valioso interés y seguramente de importancia entorno a la ancestral devoción a la Virgen de Zocueca. O más bien documentos aunque en realidad se trata de uno mismo, que contiene ciertas diferencias externas que le confiere aún más un interés más transcendental.
Se trata de una hoja (Altura = 305 mm; Anchura = 200 mm. Mancha: Altura = 280 mm; Anchura = 180 mm), donde quedan impresas una oraciones o “Gozos a Nuestra Señora de Zocueca” editados por “Tipografía Católica” en Barcelona en la última década del siglo XIX, en concreto en 1892. El documento en sí, pues es una gran aportación a la veneración histórica hacia la Virgen de Zocueca, de donde seguramente se podría sacar muchas más historias en torno a la “Capitana Generala”. Pero yo me detendré en el aspecto “artístico” por decirlo de alguna manera del documento, que siendo igual nos lo muestra por cuatro pero con unas claras diferencias, la estampa o cartela que completa estos Gozos a la Virgen de Zocueca.
Uno de ellos se nos muestra con lo que podríamos llamar la cartela vacía de cualquier elemento, seguramente este documento se editó para que con los años se completara con nuevas estampas de la Reina del Rumblar. Por ello se podría catalogar como la más antigua, en la que figura un grabado, típico del pasado, antecedente devocional a las más comunes hoy en día estampa-fotografías. Estos grabados fueron durante siglos las únicas estampas que podrían utilizar los fieles para acercar su fe a la imagen de sus amores, cuando no pudiesen estar ante su venerada imagen. Grabados que en un principio no solían parecerse en nada a la imagen a la que tenía que auxiliar en su expansión devocional, seguramente porque un grabador no podría estar ante la imagen retratándola o que incluso el mismo taller al no encontrase en las mismas localidades, pues prácticamente tenían que inventarse la imagen aunque siguiendo las iconografías que los contratantes les indicaran. Con la llegada de la fotografía estos grabados comenzaron a ser más fieles a la realidad de la imagen hasta que el fotograma comenzó a ganarle la partida a esta ancestral técnica con su aparición en el siglo XIX.
Basta contemplar el grabado, donde la Virgen que se nos muestra no tiene que ver nada con la estética e iconografía goticista de Nuestra Señora de  Zocueca. Seguramente utilizando esta misma base de los gozos, se sobrepuso en la cartela una fotografía ya de la antigua imagen destruida, hecha pedazos de leña, para cocinar un puchero de arroz, en 1936, de la Virgen de Zocueca, vistiendo un manto que aun hoy luce la Patrona de Bailén. Aunque no queda muy claro, si es una fotografía o un grabado, eso sí, si es esto último, completamente realizado a partir de una fotografía. Siguiendo la misma operación, es decir, utilizando de base, que en verdad era lo importante, es decir, expandir el rezo de los gozos a los fieles, el documento encontrado por el amigo Lijarcio, la fotografía nuevamente sobrepuesta en la cartela del documento semi-protagonista de esta entrada es mucho más que atrayente y sorpresivo.

Manto presumible del grabado.
Y digo que el documento lo considero semi protagonista, es porque mi pasión por el arte y la historia puede que haya completado una página más en mi vida y en la búsqueda de cómo pudo ser la religiosidad popular en el pasado de mi pueblo.
Observando la fotografía me cuesta adivinar que esa imagen que aparece sea la imagen destruida en la Guerra Civil de la Virgen de Zocueca. Se nos presenta una imagen revestida de manto y saya, seguramente blancos, con profusión de bordado. La imagen parece no presentar ninguna imagen del Divino Infante entre sus brazos como suele ser muy extendido en las imágenes letificas marinas, he incluso parece poseer brazos exentos de lo que sería una talla completa, lo que nos podría inducir a que estamos ante una imagen de candelero, cuando la anterior imagen de la Virgen de Zocueca era como las actuales copias, imágenes de talla completa, aunque a algunas de estas antiquísimas tallas se las mutilase y remodelase hasta el punto de que se realizaron brazos articulados para poder ser revestidas a las modas barrocas, aunque dudo que estuviésemos ante este caso con la Virgen de Zocueca, mas siendo de los años en los que se podría catalogar esta enigmática imagen, que al aparecer el documento  es bailenense. Además la imagen parece intuirse que está sedente, es decir, sentada, y la antigua imagen estaba como las actuales, de pie.
Porque la verdad no podemos afirmar que la imagen fuese bailenense, a mí personalmente me cuesta incluso situar la escena de la fotografía, ya que tras la misma se vislumbra lo que parece ser una puerta o ventana con unas rejas. Podría ser la puerta de la sacristía de la Encarnación pero hoy en día no presenta esos marcos que se vislumbran y ya otro lugar se escapa a este rápido análisis. La imagen se presenta entronizada sobre unas andas que rápidamente se dibujarían en el imaginario de cualquier bailenense, bueno de cualquiera que este familiarizado algo con las cofradías y el procesionismo bailenense. Rápidamente nos viene a la cabeza las actuales andas pequeñas de la Virgen de Zocueca, las que se utilizan para la romería del último domingo de septiembre, aquellas que tuvieron que ser realizadas con mucha certeza en los talleres de “Hijos de Leoncio Meneses” en plata  y siguiendo la moda imperante en la época rescatando un estilo neogótico, con la intención de ser estrenadas en el Centenario de la Batalla de Bailén, en 1908 aunque no serían estrenadas hasta 1910. Aunque yo intuyo que la peana en esta fotografía es algo más pequeña o baja que la de la Virgen de Zocueca.
Andas Neogoticas de la Casa Meneses
de la Virgen de Zocueca.
Pasos de este tipo, como ya he publicado en alguna ocasión, andas casi idénticas, sobradamente realizadas en serie, la casa Meneses, realizó bastantes para varios pueblos de la provincia de Jaén, como Linares, Villanueva del Arzobispo o Alcalá la Real, pero es fácil pensar que las andas de la fotografía fuesen las de la Virgen de Zocueca, aunque sin los arcos a modo de templete que poseían. Es lógico pensar que estamos ante una imagen letifica desaparecida hasta de la memoria de los vivos, preparada para una procesión, como nos muestra el exorno floral de las mismas, con idénticos candelabros pero sin los arcos o templete, seguramente por proporción, porque es evidente que esta imagen era de mayor tamaño que la Virgen de Zocueca.
Alcala la Real.

Villanueva del Arzobispo.
Hasta donde mis conocimientos llegan, no hay indicios de que existiera otro tipo de imagen de la patrona –algo que si ocurrió en la posguerra, aunque hay una teoría que en aquellas fechas existía una copia de la imagen destinada al culto privado y que se utilizó para los cultos públicos hasta que llegaron las nuevas imágenes- en el periodo entre mediados del siglo XIX hasta la contienda incivil, que es el periodo donde se pudo realizar esta fotografía, por lo menos con estas características. Así, si ante nosotros tenemos una imagen y paso bailenense, totalmente desparecido en la actualidad, ¿de qué imagen se puede tratar? Navegando en los pocos datos que contamos de lo que fue nuestra historia, gracias también a aquellos que destruyeron todo el archivo de la parroquia mientras otros milicianos realizaban sacrílegas procesiones por Bailén y otros se indisponían comiéndose el arroz, quizás por los pigmentos de la policromía flotando en el humo que se impregnaba en el guiso o quizás porque allí arriba demasiado aguantaron con semejante desfachatez, podemos saber que en nuestra vieja parroquia existió una cofradía que tuvo que rendir culto al Santo Rosario de María. Capilla aún nos queda de aquella existencia. Unos frescos e inscripción nos aportan los pocos datos de aquella cofradía, que si tuvo capilla, algo tuvo que rendirle culto en la misma, una imagen o una pintura, pero si había fresco–cada vez perdiéndose más- lo más lógico sería una imagen, pero no hay más… o no se ha encontrado. Recientemente nos enteramos que hoy día la Virgen de Zocueca posee un manto que al parecer perteneció a aquella imagen gloriosa de la Virgen del Rosario, es decir encontramos un indicio de que había imagen, porque la persona que lo cedió a la Patrona de Bailén – al desaparecer su propietaria-, hoy sigue viva y con los suficientes años para haber convivido con aquella hipotética imagen. Este dato nos lo aportó Francisco Molina Cárdenas, el cual ya le ha mostrado esta fotografía a aquella señora, pero la cual no ha podido afirmar que estemos ante la imagen de la Virgen del Rosario de Bailén, la que tuvo que recibir culto en la actual capilla donde hoy se cobija a la obra de arte más portentosa que atesora nuestra ciudad, San Dimas.
Manto que perteneció a la Virgen del Rosario.
Si esa puerta que se vislumbra tras las andas fuese la puerta de acceso a la sacristía desde el interior de la iglesia, tendría su lógica que fuese la Virgen del Rosario porque en ese mismo lugar tendría su capilla y esta foto perteneciese a los momentos previos o posteriores a la procesión que se organizaría en este lugar. Parece que la imagen se presenta sedente como ya dije, y en el fresco de la capilla del Rosario nos muestra a la Virgen del Rosario sedente pero con niño, porque esta imagen no se vislumbra con el Divino Infante. Además el color blanco, que es el que se intuye en el color sepia o blanco y negro del fotograma creo yo, ya me corrigen los más doctos, no es el más común para revestir a la Virgen en la advocación del Rosario, pero presenta en lo que parece ser sus entrelazadas manos un rosario lo que podría indicarnos justamente lo contrario.
Litografía posiblemente confundida
con la Virgen de Rosario.




¿Podría ser la Virgen del Rosario? Contamos con pocos datos para afirmarlo, y la fotografía  a mí no termina de convencerme al cien por cien. En la iglesia también tuvo que existir una Virgen advocada como de Guía, como nos refleja escuetos legajos antiguos, de la que tampoco sabemos nada, pero lo cierto es que esta fotografia es un gran descubrimiento, sin conseguimos adivinar si pertenece a Bailén con total seguridad. Francisco Antonio Linares Lucena aporta un nuevo dato estudiando esta vez sobre viejos grabados de la Virgen de Zocueca, el primero de ellos, un grabado realizado en el siglo XIX en Málaga por la empresa Mitjana, que lo cierto en poco nos recuerda la iconografía de la Virgen de Zocueca. Podría ser como apunté, la base utilizada entonces, es decir ninguna, para realizar las estampas de las imágenes con grabados o que se confundiesen de imagen, ya que el grabado nos recuerda a esta enigmática imagen de la fotografía insertada en los gozos de la Virgen de Zocueca, la cual, casi sin duda, podemos decir que no se trata de nuestra legendaria patrona. Según la historiadora Alicia Canto esta figura del grabado porta un ramo de granadas, frente a la tradición local que dice que portaba manzanas. Alicia Canto es de la opinión de que la imagen de nuestra patrona no es cristiana, sino que representa a la diosa Proserpina, cosa harto difícil si son manzanas: símbolo del pecado original. Además existe un nuevo grabado, fechado ya a principios del siglo XX donde es evidente que la imagen se parece poderosamente más a la iconografía conocida de la Virgen de Zocueca donde además se destaca en la cartela inferior que se trata del “verdadero retrato…” es decir, ¿pudieron equivocarse en el pasado al realizar la estampa con otra imagen? ¿Esa confusión fue con La Virgen del Rosario? ¿Vino esta estampa-grabado a arreglar aquel hipotético error?
Virgen de la Cabeza de Rute (Córdoba).
Otra hipótesis, que pienso podría tener consistencia, es que estuviésemos ante una página de los Gozos de la Virgen de Zocueca, que llegaría al archivo madrileño, pero no desde Bailén, sino desde alguno de los pueblos donde consta se rindió cuto a la Virgen de Zocueca, ya que la misma tuvo algunas cofradías filiales y que esta imagen fuese una imagen de la Virgen de Zocueca, pero perteneciente a una cofradía filial. El caso de que no se parecieran lo podemos encontrar en otra devoción provinciana, la Virgen de la Cabeza, la cual cuenta con innumerables cofradías filiales, con imágenes propias que en nada se parecen a la Morenita de Sierra Morena, como es el caso de Rute (escuela granadina siglo XVIII) o la primitiva hermandad sevillana, hoy fusionada con la hermandad de las Siete Palabras (atribuida a Roque de Balduque, siglo XVI). La explicación es muy sencilla, ocurrió como en el caso de los grabados, un imaginero no podía viajar al Cerro de Cabezo a realizar una copia de la imagen en siglos pasados, y lo que terminaba realizando era una imagen mariana, que en nada se parecía a su imagen matriz, pero a la que se le rendía culto bajo la misma advocación y mismos valores.

Virgen de la Cabeza (Hermandad de las Siete Palabras) Sevilla.
Pues este podría ser el caso, buscando posibles hipótesis, que estemos ante una imagen de la Virgen de Zocueca, pero de otra localidad, como Mengíbar o Cazalilla, ya que no puedo sostener esta hipótesis porque desconozco si la actividad de las cofradías filiales de la Virgen de Zocueca alcanzaron el periodo que comprede la invención de la fotografía hasta la guerra civil. O quizás no, y sea la Virgen del Rosario que tuvo que existir en Bailén, o la Virgen de Guía –aquella donde la desaparecida hermandad de Santa María Magdalena, solicitó colocar su titular en el altar de esta Virgen-, u otra que desconozcamos su existencia o quizás haya un error y en la edición de los Gozos y esta imagen no sea bailenense. Lo cierto, que en puertas de la celebración de la Inmaculada Concepción de María, puede que Ella misma haya querido que conozcamos una antigua devoción a su figura y que desapareció seguramente sin que aun sepamos quien fue y como pasó al olvido.

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