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martes, 24 de diciembre de 2013

COMIENZA LA CHICOTÁ HASTA LA GRACIA... FELIZ NOCHE BUENA

Un año más llegamos a la noche de la luz, de la alegría, de la paz, de todos los tópicos en que hemos rodeado la Navidad que aunque a la gran mayoría nos repateen, deberemos alegrarnos porque seguro que el bebe de Belén así lo querrá, que por lo menos una vez al año sintamos un amor colectivo, aunque sea por unas horas de verdad. Alégrense cristianos y alégrense cofrades, y como no, los capillitas porque sin este día no tendríamos nuestra cultura y nuestra vida mundana y celestial más deseada. Hoy nace Jesús, el verbo se hace carne y con Él, el principio del camino, el de verdad, para nuestra gloria, que es verlo morir en la cruz y resucitar para que se nos abriesen las puertas del cielo. ¿Cómo será una Noche Buena en el cielo, se celebrará? Pero seguramente mientras hoy muchos nos acordamos del que no está para darle nuestros mejores sentimientos, ellos si estarán allí descorchando botellas de champan, riendo, tirando confeti, yo que se… pero que menos cuando ellos si pueden ver al que cumple años esta misma noche.






Nace Jesús, y tenemos que estar de enhorabuena, es Él el que nos dará la alegría eterna, bienaventurados los que la consiguen en este valle de lágrimas y para los que no, nos espera cada día allí en su trono real, casi como el chiquillo que les abre el blog, el que he querido tomar de protagonista para estas navidades de 2013, el ya muy popular Dulce Nombre de Jesús de la localidad costera granadina de Motril. No puedo desviarme en la temática del blog, y por ello sientan la ternura del que nació dos veces, pero muy regado de cofradierismo, una esta noche en un pesebre de Belén y otra en un sepulcro de Jerusalén, la primera resurrección a la vida eterna de todos los tiempos, que quizás el arte y la iconografía plástica lo quiso presentar como ese inocente y poderoso Niño Dios, ya que su iglesia se presentaba aún en pañales. Así este curioso pasito, portado por jovencísimos costaleros cierra los desfiles procesionales de Motril, en una curiosa procesión para los niños, como en el fondo es la Navidad, una festividad para niños, donde entre toques de campanitas ven venir al Divino Infante tallado por el cordobés Miguel Ángel González Jurado, caminar, muy bien por cierto sobre ese paso de reminiscencias gloriosas sevillanas, salido de los pinceles de Guzmán Bejarano y de las gubias de los talleres Santa Águeda de Córdoba, anunciar la buena nueva, casi como ésta la anunciara, como el regalo de que Dios se hizo hombre entre nosotros para llevarnos hasta la recompensa que todo buscamos, y casi nadie comprende…

Feliz Noche Buena, ojala pudiera conseguir que fuese feliz para todos, ojala todos los días amaramos como esta noche, pero inténtenlo, así lo quiere el bebé que nace en Belén…

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