Buscar este blog

domingo, 1 de diciembre de 2013

BAILÉN 1987. LA GENERAL

Creo que estamos ante uno de los documentos videográficos con más sabor de lo que se pueda encontrar en internet y fuera de la misma red sobre la Semana Santa de Bailén. Los años ochenta en estado puro mostrándonos la Semana Grande que muchos no conocimos en su procesión más legendaria, la General de 1987. Curiosamente, el editor de aquella grabación, que perdónenme ustedes, pero mejor no se capturaba de la cinta de video, tuvo gran gusto musical para comenzar  el desglose de pasos, grabados desde un balcón de la plaza de la Constitución, en su tramo de la calle Conde de Torreanaz donde podemos visualizar cómo era nuestra emblemática plaza en aquellos tiempos, hoy sin lugar a dudas, falta de todo encanto, de cómo el andaluz sabemos saborear los rincones de nuestra tierra, sobre todo con el mejor fondo posible de nuestra “diosa” Encarnación, siempre rasgando el cielo de esta legendaria heredera de la vieja Baécula, mientras los que más saben de arqueología no demuestren lo contrario. Gran gusto musical decía, el del editor al comenzar la grabación con la marcha “Jesús de las Penas” del maestro Pantión, qué lejos quedaba aun poder llamarnos sevillanos a los que creemos que un nuevo paso a seguir es mirando a la vieja Híspalis. Un cambio que en estas imágenes podemos palpar a la perfección que sería heredado del impulso que entonces se comenzó a fraguar en Bailén, donde por ejemplo la buena música y su utilización escaseaba notoriamente… seguramente saldrán de tambor hasta el flequillo.
La “Mulica” volvía a las calles sobre su antiguo y primitivo paso, tras Él el lunes o más bien la Oración en el Huerto. Larga hilera de nazarenos, envidia que se podría sonsacar hoy de aquellos años que dibujaban un largo u multicolor tramo de penitentes, que aquí lo de nazareno aún no está muy patente en el léxico bailenense. Tronos, carrozas, pasos, como lo quieran llamar, pero pasos que venían más que portados, transportados por ruedas, con un ritmo bastante largo y también la herencia de los siglos, las pequeñas andas o “andas chicas” como siempre hemos dicho por estos lares, aunque supongo que en aquel entonces ya serian hermanos y no asalariados. Así nos llegaba Jesús de Medinaceli y casi sin continuidad el Amarrao a la Columna, con unos portadores luciendo una especie de uniforme militar, que la verdad desconozco el origen de estos raros portadores que pareciesen venir de una banda pero que en realidad la misma de la hermandad como veremos, utilizaba la túnica de estatutos como uniforme. La verdad no sé qué sentido pudo tener uniformar a estos portadores u anderos.
Sobre ruedas nos aparece la imagen de Ntro. Padre Jesús “el nuevo” embutido en su estética dieciochesca y siguiendo su estela una estampa que mi memoria no recuerda aunque si contaba con fotografías de la misma; el Santísimo Cristo de la Expiración solo en el monte calvario, sobre su popular “rampa” o “calvario” de clavel rojo y su típico adorno de cruz blanca que tan bonita verían entonces, eso de un monte limpio y tupido de flor, no sé porque pareciese que en Bailén no gusta o se veía “incompleto”. Todo ello como no, sobre el paso donde ya había procesionado el paso de palio hasta la tarde anterior, horas antes un misterio con tres imágenes y que en pocas horas se había instalado aquel monte pesado de acero donde se colocaban al “enclavao” y a marchas forzadas la flor para completar aquella estampa.
Apenas había descansado la cuadrilla de portadores de la Virgen de la Piedad y ya la teníamos nuevamente recorriendo las calles de la ciudad, la verdad que la idiosincrasia del pueblo disfrutaba con esta casi expositiva procesión, que en cierto modo le quitaba sentido a lo que durante la semana se había venido realizando, la verdad, con esta procesión hubiesen sobrado el resto. Tras la Piedad llega una estampa que cuando la visualicé en el video me hizo viajar a mi nublada memoria de niño, porque aún conservo una imagen de ver por este mismo punto, subido a la escalinata de acceso al colegio General Castaños de la puerta que da a la siempre conocida plaza del Reloj a aquella viejas andas policromadas en colores crema y dorados donde procesionaba nuestro más antiguo titular, la Santa Vera Cruz con un sudario o sabana del descendimiento de un destacable color negro luto, la verdad que en este pueblo siempre ha sido muy dado a mezcla con churras con merinas… aquel año seguro que no fue, porque recuerdo aquella imagen vagamente pero era ya con la noche cerrada. Los anderos de Ntro. Padre Jesús nos traen en la urna o la “caja” al Santo Entierro siguiéndole la estela, lo que podríamos llamar, viajando a las catacumbas del origen de la semana grande, el complemento perfecto de la primitiva hermandad de la Soledad, ya que tras el mismo llega San Juan evangelista, fiel compañero de la Madre, siempre la legendaria Soledad, que en nuestros días se ha impuesto con la advocación de Ntra. Sra. de los Dolores con sus entonces revolucionarios anderos, y digo esto porque hay viejos legajos que nos indican que estos tres pasos pudieron formar la nómina de titulares de la hermandad residente en la ermita de la Soledad desde tiempo inmemorial, antaño dedicada a San Nicasio e incluso a San Marcos, en el caso de la imagen de San Juan, anterior a la donación de 1660 que acabaría en escuadra y la actual cofradía, u eso creo intuir en los viejos legajos de la historia, que en el siglo XVII tuvieron que coincidir seguramente dos imágenes del pescador de Cafarnaúm en el devocionario bailenense.


*Entra en la página de Facebook o Twitter del Simplemente Capillita y podrás ser avisado de nuevas actualizaciones e incluso vivir más experiencias y anécdotas del mundo de la Semana Santa que no se refleja en el blog.

No hay comentarios:

Publicar un comentario