UN VIAJE CARTOGRÁFICO Y DOCUMENTAL AL BAILÉN ANTIGUO.

Hace pocos días fue presentado en la ciudad –con este rango desde 1850-de Bailén dos trabajos bibliográficos salidos del trabajo del bailenense Francisco Antonio Linares Lucena que como es costumbre en él, viene a incrementar y aportar un peldaño más por la cultura de su pueblo. Dos grandes trabajos de investigación dedicados a los amantes no sólo de la historia, sino de otras muchísimas particularidades que conforman la esencia que dibuja la cultura de la vieja Baécula –con tilde en la é-, de la que por cierto, con bastantes argumentos, como se deben debatir y defender las posturas, sigue defendiendo que es más posible que estuviese en el entorno de la actual Bailén que de otras poblaciones, como indican otros con suntuosos “eslóganes” de expertos supremos. Gran labor la de Paco Linares como lo conocemos sus convecinos, al que aplaudo y aliento para que no siga callando y siga mostrándonos sus descubrimientos y trabajos, porque hoy mismo he comenzado a leer uno de los libros y rápidamente ha conseguido engancharme a su lectura, porque verdaderamente que la materia publicada es a mi parecer de alto nivel para el que quiera conocer mejor la idiosincrasia de Bailén, porque aunque los libros son un gran recurso para aquel foráneo que quiera saber más sobre Bailén, sin duda que los mismos son de indispensable presencia en cualquier biblioteca bailenense, no sólo ya de los más cultos o avezados en incrementar sus conocimientos, sino en aquellos, que tal como se refleja en uno de los libros podrían encasillarse en aquella cita de Antonio Machado “todo lo que se ignora, se desprecia”, porque en este pueblo la ignorancia sobre muchas de las cosas que nos enseña Paco Linares ha hecho que se haya despreciado los símbolos que conforman nuestro pasado, ese pasado que nos da como resultado nuestro presente y las bases para el futuro.

Sin duda que les recomiendo, sobre todo a mis paisanos la adquisición de ambos trabajos, que incluso para lo que suele costar un libro de media, sale casi irrisorio el precio (18€ conjuntamente). Pero como estamos en una bitácora dedicada exclusivamente a todo lo que huela a cofradías, ya saben, no me gusta ladearme de la línea, he visto conveniente darle publicidad a este acontecimiento, ya que especialmente me pararé en uno de los libros, el que titula esta entrada, porque sin duda que a través de su lectura el lector podrá sumergirse en un autentico viaje cartográfico y documental al Bailén antiguo, ese que sin duda aún está muy por estudiar, y es que curiosamente lo han estudiado más aquellos que paradójicamente no han sido formados en la especialidad universitaria de la historia, que haberlos “ailos” en Bailén y tengamos que acudir más bien a los viejos o más jóvenes aficionados, con más o menos formación pero no historiadores, como lo fue el recordado Matías de Haro, quizás para muchos el padre que nos enseñó de donde veníamos más allá del quizás ya siempre machacante asunto de la Batalla de Bailén en 1808, y es que a veces a la gente del pueblo en cuanto le cuentas algo que desconoce, que se salga de la archirepetida línea de todos los tiempos, siempre abre los ojos como platos y entorna los oídos para saciar su curiosidad, que al bailenense le gusta saber de la diversidad de su historia y de sus costumbres, como cada día contemplamos en el Seminario-Instituto de Estudios Bailenenses de Facebook –rincón digital que también ha aportado mucho a estos trabajos-. Desde Matías de Haro, pasando por Juan Soriano, Miguel Ángel Perea, Juan José Villar Lijarcio e incluso un insignificante alfarero y ladrillero han enriquecido sin duda la actualización de una de las partes más importantes por estudiar en Bailén, sus cofradías.

Cofradías e iglesia, que como parte indisoluble desde la noche de los tiempos de la sociedad española también tienen su protagonismo en esta publicación, donde hay que estar de enhorabuena, porque se han publicado, creo que por primera vez las bases de lo que puede ser el estudio más serio sobre la religiosidad popular en Bailén, ese estudio que supongo algún día llegará y ojala se convierta en pieza indispensable para el sentimiento cofradiero de la ciudad, como en su día, hace más de un siglo fue para Sevilla por ejemplo el famoso “Bermejo”. En este libro aparecen nuevos datos, nuevos descubrimientos que si bien han sido más o menos dados a conocer en la opinión pública, han sido integrados más o menos resumidamente –porque tal como cita su autor, no es un libro específicamente sobre historia- en esta publicación de este enamorado de la literatura, de la que vive como profesor, Francisco Antonio Linares Lucena. Porque soy de la opinión de que cuando algo sale en un libro, el fenómeno pasa a tener otra perspectiva en el aire de la sociedad, se le tiene por decirlo de alguna manera, más respeto y lo digo por experiencia, porque muchas son las cosas que he publicado en estas páginas, refiriéndome en este caso nada más que a Bailén que parecía que no transcendían para nada, aunque fuese algo de relevante importancia, y no solo aquí que quede claro… Por ello me alegro de contemplar en el libro algunos datos que han sido aportados para el conocimiento generalizado del pueblo de Bailén, y de todo el mundo por supuesto, por esta mi desinteresada labor, porque por ello aún no he cobrado y tal como dijeron en la presentación, dudo que Paco se haga rico con esta tan elogiable afición que plasma en los libros.

Me ha sido grato contemplar muchos datos que en cierto modo tuve la primicia de hacer públicos gracias a la confianza que en mi depositaron muchas personas, como Miguel Ángel Perea y Juan José Villar, al cederme un magnifico estudio inédito sobre las cofradías bailenenses que por motivos ajenos a ellos no pudo ser publicado en su día y decidieron cederlo a aquellos que consideraron que caían en buenas manos como ocurrió también con Paco Linares. Porque este libro viene a enriquecer la aun escueta historia conocida de las cofradías bailenenses y Paco ha sabido rebuscar bien para poder conformar esa breve pero destacable y sobre todo necesaria actualización de datos, en un medio que esté al alcance de cualquiera. Incluso es un honor tremendo poder hojear el libro y encontrar mi nombre y el de esta casa entre la citas documentales de su trabajo, grabando a fuego quizás para la posteridad el trabajo que hacemos sin ningún interés más que aportar, porque como ejemplo ahí ven el legado y memoria del desaparecido Matías de Haro, que con sus trabajos aún sigue vivo en la memoria de los vivos, tal como se dice, que “mientras sigas vivo en la memoria nunca morirás”, y esta pequeña cita es lo que me hace meditar aquí sentado frente al ordenador y pensar que quizás merezca la pena todo el trabajo y dedicación a nuestra pasión. Ha sido grato encontrar que cuando un bailenense o foráneo busque documentarse sobre las cofradías del viejo “Bailén del Arroyo” y decida escoger el camino de los libros encuentre pequeñas o grandes aportaciones dadas por este simple capillita en esta casa, como el verdadero nombre del autor de la Virgen de los Dolores, que no era ni Luis ni se apellidaba TenE sino que se trataba del valenciano José Romero Tena (gracias Andrés) así como la fecha segura de su hechura en 1942, el descubrimiento total del autor de la Virgen de los Siete Cuchillos (gracias José), el gaditano-sevillano Juan Herrera Cala o incluso, aunque parezca insignificante aportar el autor recientísimo de la Virgen de la Cabeza, el imaginero afincado en Andújar;  Manuel López Pérez, porque hasta la fecha, hasta que no decidí contactar con el mismo para saber si era el autor de la “Morenita” bailenense, en ningún otro lugar aparecía este dato, ya que en la sección rutas de la archiconocida web La Hornacina, no se actualizaba hasta que lo publicaba primeramente en esta mi casa.

Estas son algunas de la anotaciones entre tantísimas curiosidades de todo tipo que podremos encontrar en el libro de Francisco Antonio Linares, el cual se vende junto a otro ejemplar dedicado al léxico de Bailén y su comarca donde también podremos encontrar algunos de los nombres o expresiones que han conformado el actual argot cofradiero de Bailén.