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miércoles, 30 de julio de 2014

EL CARMEN Y EL COSTAL POR LINARES...

El pasado día 19 de julio de 2014 fue histórico para la religiosidad popular en la provincia de Jaén, y significativamente en la ciudad de Linares, porque el aroma carmelita, la dulzura de la Virgen del Carmen, Estrella de los mares del mes de julio, volvió a pasearse por las calles de Andalucía, por las de la vieja ciudad minera, Ella siempre Reina del Monte Carmelo. Fue histórico porque se agrega una procesión letífica más al programa procesional de la ciudad y por consiguiente al de los giennenses, de esta agrupación parroquial que en apenas dos años -que fácil es todo cuando es la misma iglesia la que alienta-, ha emprendido el camino de devolver a Linares una extinta cofradía gloriosa, que al parecer se fundó a finales del XIX y que los avatares del tiempo hundió en el olvido. Una cofradía que seguramente siempre fue de culto interno, que honraba culto a una imagen de la Virgen del Carmen en la parroquia de Santa María, que llegada la Guerra Civil, como pasó con casi todo el patrimonio material de la iglesia y las cofradías, fue destruido en las hordas de la sinrazón, en la que tristemente, en el interior de muchos de los descendientes, ya sea de sangre o morales de aquellos aún sigue presente ese afán de exterminio. Tras la guerra renace aquella cofradía y a Santa María la Mayor vuelve una nueva imagen de la Virgen, procedente de la escuela valenciana, de las denominadas de candelero para vestir, del que se desconoce el autor de la misma que hasta el pasado día 19 de julio ha estado presente en su capilla de Santa María recibiendo los rezos anónimos de los muchos devotos con los que cuenta, desconocida para muchos de los que necesitan del procesionismo para “entrar” en la iglesia. Una imagen mantenida y cuidada por la misma familia que la donó a la parroquia para resucitar aquella vieja cofradía, y por ende recibir a aquellas almas que aun vivas necesitan la intercesión de la rescatadora de almas.


Hace tiempo este que suscribe que se percató de Ella en el programa devocional de la parroquia, ya que las “pobres” glorias siempre pasan más desapercibidas por aquellos que normalmente buscamos con más ímpetu las capillas de las cofradías pasionistas, y qué decir de los que se acuerdan de Dios de Domingo de Ramos a Domingo de Resurrección. Pero este capillita, que siempre necesita más pasión, pero letífica durante el año se acordaba de las tantas imágenes del Carmen que hay como Ella repartidas por Andalucía y que procesionan por sus calles, y pensaba que Ella podría completar ese panorama, pero de una forma muy especial. Me llamaron resumidamente pero no explícitamente “loco” por entonces, pero la providencia quiso que los que me tildaron negativamente ahora presuman de esta gloria por algo muy especial… día histórico porque la Virgen procesionó por primera vez por las calles de Linares, quizás también su cofradía, aunque por el momento esté trabajando como grupo parroquial, pero también histórico porque por fin, la esencia cofradiera de la ciudad ha vuelto aparecer en las glorias. Muchos o pocos se preguntaban cómo siendo Linares la abanderada de la sevillania en sus cofradías, como las de gloria aun no terminaban de despegar y abandonar los anquilosados estilos, de sencillez buscada y casi conformista de procesiones con poco más encanto que ver a la Virgen o los Santos en las calles, que no es poco, pero que iba en contradicción de esa esencia cofradiera y procesionista que hace más de treinta años se respira por la vieja Cástulo. En cierto modo, creo que esa expectativa entre las cofradías penitenciales, que nos desprende Sevilla, de continuar la gloria de la Semana Santa con el tiempo de glorias, no preocupaba en absoluto en el movimiento cofradiero de la ciudad, salvo pocas excepciones, sobre todo en aquellos que el modelo más netamente sevillano los tiene atrapados. Solo una raya en el mar… dos salidas de la Auxiliadora de San Agustín, le cabe el honor de haber sido la primera y hasta hace pocos días, la única gloria que pensaba que con un paso más grande en lugar de andas, a costal en lugar de anderos y con la “parafernalia” semana santera sus días de salida, serian otra cosa…





Y así fue, y así ha vuelto a ocurrir… aquellos dos años, como ya mostré en esta casa, fueron punto y aparte para la Auxiliadora y el pasado día 19 de julio, la Linares cofradiera, la Linares capillita volvió al encuentro de nuestra pasión, el procesionismo. Unos irían por devoción a la Virgen, otros irían por el “espectáculo” que supone echar algo siempre a la calle. Pero no me cabe duda, que tras la experiencia muchos ya sueñan con que en el mes de julio tendrán una nueva ración de gloria.
Algo sabíamos, este en concreto por lo que me informaba uno de los que están enfrascados en el proyecto, Álvaro González Muñoz “Waly”, el cual se ha estrenado como segundo capataz junto a Benito Javier Santiago, un capataz de la hermandad de La Columna que ha llevado el martillo de la nueva gloria a costal de la ciudad y en la provincia, donde poco a poco este “formato” está extendiéndose y a Dios gracias para mayor gloria de esas más humildes cofradías. Porque como siempre hemos dicho, la clave de las glorias está en la ayuda de las “poderosas” si es que podemos definir así a las cofradías de Semana Santa, a fin de cuentas, como ocurre en Sevilla, hasta por aquí el fenómeno semana santero es el que copa la fiebre religiosa en las últimas décadas en Andalucía. Fueron a mi entender inteligentes a la hora de seleccionar el día de salida, muchas lo prefieren en el mismo día en que se celebra la onomástica de la Virgen, el día 16 y otras en uno de los sábados o domingos más cercanos a su “santo”, así creo que gana en mucha más disponibilidad humana para el engrandecimiento de la procesión. Así el día 19 la Virgen del Carmen de Linares conoció por primera vez las calles de su barrio, porque en Linares siempre se le ha llamado así al distrito de Santa María, aunque en realidad sea el puro casco antiguo. Bellas calles que ensalzaron la belleza de María, recién restaurada en Baeza por Teresa López-Obregón Silvestre, restauradora nada más, vamos lo necesario, con algunos trabajos en la ciudad que acreditan el buen hacer de sus funciones, recuperar y mantener respetando al máximo la obra original, así es como los dirigentes del grupo parroquial han visto conveniente obrar, y que aplaudo cuando se cree que es lo único que necesita.
Es a lo poco que ha podido aspirar el grupo parroquial, a restaurar a su único y más preciado tesoro, la imagen de la Virgen, más la confección del manto de salida y faldones del paso, pero lo demás como dije, llegó de la generosidad de las cofradías linarenses, que les han prestado prácticamente todo para poder hacer realidad dos cosas, la más importante, sacar a la Virgen del Carmen en una tarde-noche tan fresca que parecía que estábamos en primavera y la segunda, y también importante, ver como el costal y la sevillanas maneras llenaron de apasionados las calles de su recorrido. Para el resto, las cofradías cedieron todo, parihuela del Resucitado, respiraderos de la Vera Cruz, jarras del Prendimiento, candelabros que supongo son los de la Virgen de las Penas del Descendimiento, etc… que conformaron para ser la primera vez un paso dignísimo para que la Virgen del Carmen hiciese de Linares otro mar de secano para sus estrellas, a lo que habría que añadir que en la presentación estética de la Virgen, en lo que se refiere a la vestimenta, también mejoró notablemente a como siempre ha estado, luciendo un tocado colocado por Felipe López Pino.









Fue ahí cuando puede darle las gracias como dije en la entrada pasada de la nueva presencia estética de la Virgen de los Dolores de Bailén, en su recogía, ya en la noche, cuando pude acercarme a Linares y verla marcar el compás al son de la banda de cornetas y tambores del Rosario de Linares. Estaba prevista que fuese una banda de música, seguramente la música más afín a este tipo de pasos, seguramente así lo hubiésemos preferido la gran mayoría de locos que amamos este especial mundo. Pero las circunstancias adversas hizo que fuese el Rosario, desinteresadamente la que marcase el histórico primer compás tras la Virgen del Carmen de Santa María. Aunque en cierto modo esta salida le vino al Rosario como anillo al dedo, ya que aquel día una representación de la famosa hermandad de la Paz de Córdoba estuvo siguiendo detenidamente el nivel de la banda, y hoy mismo se ha confirmado la vuelta del Rosario de Linares a Córdoba y nada más y nada menos que para acompañar a uno de los misterios más bellos y deseados de la capital de los califas, el del Cristo de la Humildad y Paciencia de la plaza de Capuchinos.
Desconocía las dotes de su capataz, aunque conozco a “Waly”, y comprobé que en Linares también se podía concebir el prodigio que haces años apuntaba y por el que me tildaron de “soñador con pájaros en la cabeza”, incluso de “sevillano” porque “Linares no es Sevilla”… algunos bajo el paso aquella tarde. Se pudo con la afición, lo que Sevilla nos enseña, sacar y engrandecer a las glorias, conformando una cuadrilla con la práctica totalidad de costaleros de la ciudad –estaría buena, siendo la ciudad con más cuadrillas de costaleros de Jaén- y alguno foráneo, pero qué duda cabe que al ser de los denominados “aficionados” o más despectivamente “vuerca-pasos” la Virgen se paseó con una gran categoría, en lo que pude ver y lo que veo en los videos que les adjunto, sabiendo sobrellevar esto, sabiendo entender la posición de cada cual y lo que la vida nos ofrece, la procesión siempre lucirá con el esplendor que lo hizo, porque a mí no me cabe duda que todos los que la sacaron ya llevarán a la Virgen del Carmen en el corazón, otros volverán, otros se irán, pero la chispa ya está prendida, solo vale alentar al grupo parroquial a seguir en esta línea.


Una gratificante nueva noticia, Linares y la provincia siguen creciendo en conformar un estilo, que en otros lugares ya tiene marcadas citas ineludibles con la religiosidad popular, esa “segunda Semana Santa” como yo la llamo, pero a costal… ojalé sea el principio para la conversión de más glorias en la ciudad, ellas serían las primeras beneficiadas. Si me tengo que quedar con algo, el cántico de las “palomas blancas” de las Hermanas de la Cruz, ya sea en la casa madre o en Linares, sus voces suena a coros angelicales, así lo dijo el gran Manolo Santiago, padre junto al “penitente” del costalero de afición o del que saca pasos sin cobrar (la devoción va en otra línea)… bajo el paso, un sevillano recordó al maestro comerciante de zapatos que pareció que se tragó entero a un ángel por sus siempre eternas palabras, que así sea, que nunca desaparezcan los poetas de los pasos…

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