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martes, 2 de septiembre de 2014

VUELVO A ESCRIBIR PARA SEVILLA.

El día 1 del presente mes fue el pistoletazo de salida y en su segundo día, en esta nueva temporada comienza un proyecto hecho web para mayor honra de la Semana Santa y la religiosidad popular en Sevilla. De Nazaret a Sevilla es el nombre de un blog que ahora se hace portal web donde entre otros muchos colaboradores quieren convertirla en una web de provecho y para el disfrute de los cofrades y capillitas sevillanos y de todos aquellos que nos enganchan las pasiones sevillanas.
Hoy, en este segundo día en esta nueva aventura que acaba de despegar se publica mi primera intervención, porque la dirección de la misma me pidió mi humilde colaboración con este proyecto que nace dentro del arrollador panorama web y periodístico-cofradiero que arrastra en nuestros días las cofradías de Sevilla.
Mis sensaciones llamémosle más “románticas” sobre el paso de la cofradía de Montserrat por la plaza de Molviedro el pasado Viernes Santo ha sido la primera colaboración que han escogido de lo escrito por mí en esta casa, seguramente llegaran artículos, porque ya no serán entradas, firmadas por esta aun mejorable pluma, inéditas, donde a partir de ahora además de mi blog, intentaré compartir con el universo cofradiero, en esta ocasión más centrado en Sevilla, todo lo que mi ser pueda dar de sí para mayor honra de lo que este simple capillita considera que es la misma gloria, las hermandades hechas cofradías…
Desde aquí darle las gracias a Carlos Iglesia por su apuesta y confianza en mi persona y su reconocimiento con mi “estilo” como él mismo me indicó, espero estar a la altura de las circunstancias, que Dios y su bendita Madre nos guie por las sendas más correctas y que en definitiva, todo amante e incipiente de la espera de la gracia pueda disfrutar, aunque sea leyendo, como si estuviésemos de tertulia cofradiera, porque en verdad, como indica el nombre de la web pareciese que Dios vino desde Nazaret para vivir y morir en Sevilla… mientras escuchen las tres campanas con sabor a duelo en el antiguo Compás de la Laguna…

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