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viernes, 30 de marzo de 2012

PARA LOS QUE SABEN TRABAJAR POR SU HERMANDAD...

Les dejo con este video para que lo disfruten y a la vez permítanme para que mediten. En el aparece un Cristo implorante al cielo antes de su triste final. Así nos los regaló José de Arce para pasar a la posteridad como el “zapatero” más flamenco de toda Triana. El domingo según los pronósticos Sevilla debe volver a disfrutar de Él y este humilde servidor si el Señor lo ve conveniente. Disfrutar paradójicamente de sus Penas, como las que algunos no podemos evitar cada día al contemplar los pronósticos meteorológicos que nos anuncian riesgo de lluvias, sepa Dios que días con todo lo que cambia esto en esta época.
Mi buen amigo Antonio Pradas se me lamenta, dice que al final se quita de la Semana Santa para no sufrir, pero la vida es así y tenemos que aceptar que los cofrades tenemos un enemigo que se llama lluvia y hasta la fecha no podemos controlarla. Da rabia que hayamos pasado un invierno de secano y ahora los meteorólogos nos hagan recodar el duro palo de la Semana Santa del pasado año. Pero los cofrades debemos ser fuertes y pensar con cabeza… por esa razón observen el video y sobre todo escuchen la voz de Manolo Vizcaya a sus hombres.
Situándonos en el tiempo, Domingo de Ramos del año del Señor de 2007. Aquella Semana Santa pasó a la historia una vez más, durante los más de quinientos que atesora la celebración en Sevilla por la caída del líquido elemento. Aquel primer día de la Semana Grande, las previsiones tuvieron en alerta a todas las cofradías permitiendo al final que pudiesen echarse a la calle aunque con el riesgo de que al final del día las probabilidades ascenderían. Y a esas horas Triana vuelve por primera vez a su barrio… y lo hace a lo grande, postrándose ante la capillita del Baratillo. Pero la hermandad de la Estrella decidió que este último tramo había que hacerlo con más rapidez, para entrar antes e intentar evitar la aparición de la lluvia. Eso explica lo escueto del saludo del Señor de las Penas ante el Baratillo, en la que Manolo Vizcaya juega un papel crucial a la hora de torear con el “arrebato” costalero. Con su sevillania y su don de palabra consigue domar a esos marineros del costal, que atrapados por el sentimiento de un año de espera como seria normal, olvidasen los pronósticos y lluvias para vaciarse como cada año lo hacen. Pero Vizcaya insiste… “vámonos pa´Triana que nos podemos mojar”… “el año que viene vendremos otra vez” –y así fue para regocijo del que les habla- y sobre todo “ole los que sabéis trabajar por la hermandad de la Estrella”… esta frase hay que hacerla extensiva a cualquier hermandad y tener entereza para lo que pueda venir, que ojala sea una Semana Santa gloriosa. Pensemos lo que se juega una hermandad ante la decisión de salir a la calle, que el patrimonio es mucho y jamás entenderé como alguien puede dejar de pertenecer a una hermandad ante estas adversidades. Señores, seguramente para Él sea el menos de los importantes, pero hagamos como el señor de la Penas de Triana, recemos para que disfrutemos a Dios y a su Bendita Madre por las calles de España.

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