Eres el Dios de mi cuna o uno de ellos… siendo un niño ya me daba la vuelta y te buscaba en aquella noche santa de martes sagrado, recortándote entre los ángulos de los agujeritos del antifaz del caperuz negro bañado por los siglos mientras tu Santo Trono, árbol verde de la Verdadera Cruz se clavaba pero en color de la pureza o los inocentes, como grabada a fuego en nuestro pecho.
Tu caminar lento, casi se podría decir de costero a costero, tu mirada llena de mansedumbre y dolor, tu piel que una patina madrileña convirtió en morena, el movimiento de tu túnica había que imaginarlo, tus manos atadas como el preso mas injusto de la vida y tu pequeño joyero de caoba y plata atravesaban las calles de la mítica Baécula seguidas de aquellas largas filas que vienen a evidenciar que tu eras o eres el Señor…
Hoy es el primer viernes de marzo, segundo de la santa cuaresma, el primero hasta desembocar el en día santo de tu muerte. Hoy la tradición te rinde honores y sin duda el día marcado en el calendario del Dios de los Trinitarios, de los cautivos y al que muchos llaman rescate… pero de almas o Medinaceli. Cosas de Él pero mi Dios parece que siempre ha querido ser un cautivo, en mi casa o en mi preciado exilio. Iconografía como dije con la que nací, la que conocí desde prácticamente la cuna. Representación plástica antológica, una vez mas Pedro, que se pierde en la noche los tiempos… Dicen los expertos que es fiel heredera de los Ecce Homos y de los Prendidos, ya que aquellos siglos de sombras y penurias ya conocía lo que era ver al Hijo del Hombre preso y maniatado.
Pero Bailén tendría que esperar a antes de ayer, Jesús se hizo preso divino tras la Guerra Civil. Curiosa historia, cuando su cofradía renacía de sus cenizas heredando un gran cumulo de desdichas forjadas en sus centenarios años. Pero el fenómeno político con mando en plaza en la Santa Iglesia española hizo que aquellos años de renacer entre miseria, rencor y hambre Jesús viniese a mi pueblo para recordarnos que Él también pasó por lo mas bajo. Tendrían que haber llegado de paso, pero se quedaron… las facilidades económicas de aquellos talleres industriales del sentimiento nos trajeron al que sin duda es el Señor de la ciudad. Una copia, aunque algunos no lo vislumbréis de Señor de Medinaceli de Madrid se asentó en una población que quizá jamás antes había contemplado. Su rostro, su iconografía… no lo se pero ya lo dije un día, hace que el Cautivo sea no se si el señor de España, pero gran porcentaje de ello tiene.
Y yo seguí disfrutando de Él día tras día, viernes tras viernes, Semana Santa tras Semana Santa pero un día no podía dejar de evitarlo. Lo que através del agujerito veía cada Martes Santo, se reconvertía en mi cabeza y la estampa se transformaba… quería verte caminar sobre los pies mientras entre tu piernas chocara una limpia túnica morada o bordada del amor de tus hijos. Y quería que el compas de tu caminar fuese sobre los pies mientras, por aquellos años noventa una desgarrada “Oración” (de Mena Hervás) sirviese de dosel transparente bordado con notas musicales de una agrupación… que paradójicamente llegó pero aun le cuesta asentarse… cosas del modelo… será eso, que soñaba con un modelo nuevo pero esta claro que ese sueño será el que mas me cueste conseguir. A lo mejor por no poder evitar ansiarlo, es porque no se cumple. Porque sueños tuve muchos, pero quizás eran los menos ansiados y quizás mas hipotéticos… pero llegaron. Incluso hay sueños que no me desvelan, a los que he dicho por el momento que no y que ya podría haber realizado.
Me decía un amigo que su sueño seria ser algún día su capataz, algo que tampoco podría ser difícil, pero yo le conteste que mi sueño era bien distinto, que yo nunca he querido cargos porque tan solo soy un simple capillita. Mi sueño era antes de que pase mi tiempo, encaramarme bajo Él a la recia arpillera de una trabajadera y volar desde el suelo sagrado de su Santo Cristo y sentir unas sensaciones indescriptibles, únicas y casi me atrevería a decir que mejores que las que ellos siente, porque se como son desde la cuna… unas sensaciones que siento fuera de mi casa, bajo otro Cristo Cautivo… por eso hoy me acordado del día de Señor… el que les muestro al mundo cofrade, que gracias a Dios no es poco el que se acerca aquí…aunque yo, como dicen nunca haya hecho nada por Él…
Tras Él llegaría muchas mas representaciones devocionales de Cristo Cautivo. En los años previos a la explosión cofrade, aquellos “tristes” talleres nos legarían la figura del Ecce Homo el cual nunca ha gozado de aprecio de los fieles… aun sigue buscando su sitio, el cual se encargó con una iconografía sedente y lo enviaron erguido para convertirse en el segundo cautivo de la ciudad. En pleno apogeo de la Semana de Dios, llegó el siguiente de tintes escultóricos y genuinos de un autor cordobés. Llegó para completar el primer misterio ideado de esta forma desde su concepción, para escuchar en la tarde de ramos la Sentencia más injusta y a la vez necesaria.
Y por último, en recientes fechas llegan dos ejemplares que abría que diferenciar bien, los dos para el culto interno de sendas parroquias de la ciudad, la Encarnación y San José Obrero. El mismo amigo que soñaba con ser capataz del primero, me achacó que fui injusto con uno de ellos, evidentemente con el de la Encarnación por que como sabrán o habrán advertido, el otro se trata del Señor de la Humildad y Misericordia, que incluso ya ha plantado sus divinos pies en la ciudad. Como decía, mi amigo no vio justo que le echara tantas flores a uno y al otro ni lo mentara… obviamente esta es mi casa, todo lo que ustedes ven es obra de mi mano, esto no es de nadie nada mas que mio y por si algunos no se han enterado todavía, en un blog lo que se suele transmitir al internauta visitante son sus mas personales pareceres y los que al les apetezca mostrar. Por eso, comprendí y entiendo que seria difícil hablarles de la referida imagen, realizada íntegramente en terracota, seguramente barro de nuestras fecundas canteras y que incluso denominaron desde un principio “patrón de los alfareros”… no sé que vinculación con este gremio puede tener. Y me es difícil, por que no encuentro las palabras adecuadas para describirlo y no herir la sensibilidad tanto de su autor como de los hipotéticos donantes de la misma y del altar ideado para su veneración mejor ni hablar.
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