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domingo, 4 de noviembre de 2012

EL ADAGIO DEL SOL EN LAS AGUAS...


Unas de las estelas más singulares que haya aportado la banda del Sol al caminar del barco del Cristo de las Aguas es lo que se muestra en estas imágenes. Que mejor momento para detenernos hoy en este especial momento que refleja el video, a espera que la hermandad anuncie quien será la banda que marque el compás del portentoso crucificado de Antonio Illanes. La oscuridad de la noche cubre Sevilla, las tinieblas de la muerte sobrevuelan en la recogía allá por la que para estos cofrades es la verdadera puerta del cielo. Es 2009 y el Señor vuelve al lugar donde diez años antes llamó a su presencia a uno de los suyos, en el lugar quizás mas parecido a su reino en la tierra… bajo las trabajaderas, bajo sus divinas plantas con su cuerpo hecho madera, como catecismo mundano derramando su sangre y su agua que hasta un legionario de su ejercito celestial baja derrumbando de dolor a integrarse en este calvario de la capilla del Rosario.
Diez años de la muerte de la muerte de Juan Carlos Montes Ruíz, una muerte que marcó a esta hermandad y que le confirió una de sus señas de identidad, cuando cada Lunes Santo, cuando va de vuelta, el Arco del Postigo pasa de ser antigua puerta de Sevilla, a puerta astral directa hacia el cielo. Las palabras del capataz y las chicotás son para su recuerdo mientras la banda del Sol le intentó dar cual banda sonora un telón dramático al momento. Y para ello utilizó lo que llamamos música clásica, adaptada a la instrumentación de las bandas cofradieras. Se alza a la nostalgia y la pena del momento “El Adagio de Albinoni” o “Adagio en sol menor”, una impresionante obra para orquesta de cuerdas y órgano en sol menor, compuesta en 1945 por el musicólogo italiano Remo Giazotto que aquel año la mítica banda del Sol adaptó a su repertorio, no se si con la intención de este momento o no, y si ni si quiera aun la mantiene en el mismo. Con ella llega el  semi-áureo barcazo hasta el azulejo que sigue intacto  en el tiempo recordando aquella legendaria llamá del cielo. Adaptaciones que crean controversia, ante si eso puede ser un camino evolutivo o un error… tras el rezo in memoriam suena más sobriedad, pero esta vez con el matiz cofradiero, con la chispa de las bandas de cornetas y tambores. Sube el Dios de las Aguas, sin que se vea mientras la tristeza sigue sonando a través de las cornetas y la genial partitura de “Santa Marta”, dejando una estela quizás inolvidable, buscando una vez más su capillita pero esta vez sin sobresaltos, al compás de “Bendición” tras el rezo popular que paradójicamente nació como marcha y ahora la han adaptado a otro tipo de música no procesional e incluso profana, el pop.

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