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lunes, 1 de julio de 2013

MI "BAUTIZO" EN MÁLAGA... ENTRE LA PASIÓN Y LA ESPERANZA (I).

Era aun de noche, las seis de la mañana del sábado 22 de junio cuando recogía al amigo Antonio Pradas y posteriormente a Pedro Guerrero, grandes amigos ellos por cosas como las que nos ocupan; las cofradías, por ello os invito y os ruego que liméis la asperezas desagradables que vivisteis el pasado sábado, buscar el perdón y aceptarlo, que así lo querrá ese que en lo alto de los pasos os eriza el vello al igual que a mí, porque los errores siempre tienen solución. Por ello me dispongo a contar esta crónica para todo aquel que me visita y sobre todo para haceros recordar la gloria que supone esta nuestra gran pasión, porque gracias a la amistad pudimos vivir un grandísimo fin de semana con aromas de incienso y espeto… y cuantos nos dirán que viajar a Málaga en verano, casi solo entra en la lógica de ir a disfrutar de los días de playa, pero no, nuestra primera gran intención era descubrir como la ciudad malacitana siente la Gracia de Dios y como sus mares se extienden con aires de Esperanza… aunque el domingo nos hincháramos de arena, agua heladísima y rico pescadito en El Algarrobo.
Cuantas veces he pensado en realizar el viaje que acometimos, cuando cada año bajaba de vacaciones hasta sus costas y al final me volvía sin haber dedicado uno de los días a visitar los titulares que mueven la fe por las calles de Málaga. Que mejor que hacerlo con dos grandísimos capillitas y así también conocer en primera persona el fenómeno cofradiero malagueño. Así que por ello salimos temprano, para poder aprovechar al máximo la jornada y poder contemplar el máximo de templos y capillas de las cofradías malagueñas. Por ello, entorno a las nueve y media de la mañana, dejándonos el estadio de la Rosaleda atrás aparcamos junto al estadio del equipo blanquiazul, en los dominios de los “boquerones” para comenzar a trazar un serpenteante camino en busca de los primeros templos. El primero de ellos me comenzó a sorprender, por su tamaño y humildad, dándome el primer chispazo que me indicaba que la grandiosidad de Málaga comenzaba cuando sus hermandades se hacen cofradía y que en cierto modo, iría a lo largo del día comprobando que quizás en las iglesias sus hermandades era más “terrenales”, si nos referimos a la eterna comparación de la que se considera en Andalucía como su gran “rival”; Sevilla. Era la capilla de la Piedad del Molinillo, pequeñísima que se levanta junto a una enorme casa de hermandad, la cual se encontraba huérfana de su impresionante imagen titular ya que la misma se encontraba en una exposición que visitaríamos ya en la tarde. Un fotografía de la obra salida de la mano de Palma Burgos, recibía los rezos de las vecinas del barrio, donde se palpaba que el católico puede también rezar sin la representación plástica, pero que lo cierto es que una imagen no la veo yo fuera de su entorno devocional para exponerla como una simple obra de arte, la imaginería religiosa no nació para eso, por mucho que la exposición se realizase en la iglesia de San Julián…

Preparando el viaje pude comprobar que en Málaga había unas cuantas iglesias que atesoraba un alto número de cofradías, tanto de penitencia como de gloria, algo que por otro lado nos vendría fenomenal para así conseguir contemplar el mayor número, algo que al final del día ascendería a 29 cofradías… paliza hubo para ello, pero continuemos. La siguiente parada con mejor éxito seria la iglesia de San Felipe Neri… bellísima iglesia de un barroco muy típico en Málaga que guardaba en su interior desde hermandades tan jóvenes como la Santa Cruz o la de Salutación, con toda su imaginería salida del sevillano Dubé de Luque hasta la atalaya de las cofradías malacitanas, la que si no me equivoco es su cofradía, perdón archicofradía más antigua de la ciudad, La Sangre, donde una nueva genialidad de Palma Burgos era acompañada de la dolorosa del manto malva por excelencia en la ciudad, la Virgen de Consolación y Lágrimas -imagen muy “duartizada”-, advocación que hacia resonar en mi alma los ecos de Alberto Escámez, para eso estábamos en la cuna de las cornetas y tambores, teniendo esta hermandad dedicadas dos de la partituras más inmortales del viejo músico de Linares, junto a ellos una de las pocas muestras artísticas de Amadeo Ruíz Olmos en la ciudad, con la imagen de San Juan. Frente a Ellos, se encontraba la dolorosa que con su singular y sobrecogedora estación de penitencia, quizás sea lo que más haya impactado a mi buen amigo, amante del estilo malagueño, Alejandro Antonio López Godoy; la dolorosa de Servitas…
Atravesando los callejones de la vieja Málaga, llegamos ante las puertas de la capilla-casa de hermandad de una de mis hermandades preferidas de Málaga, no lo sé la verdad, el porqué de esta circunstancia, si será por la advocación de su dolorosa o la curiosa iconografía de su paso de misterio, el cruce al torrente del Cedrón pero la hermandad de la Paloma se encontraba cerrada a cal y canto durante todo el día, porque volví a lo largo del día hasta en dos ocasiones más… de ahí al Oratorio de la hermandad de la Penas buscando al portento de Francisco Buiza, pero igualmente cerrada, casi escondida entre callejones que como la Paloma, la buscaríamos más veces con idéntico resultado decepcionante. Tras comenzar a fallarme el GPS cerebral, y con la ayuda de los malagueños llegamos hasta la iglesia de los Santos Mártires, pasando también ante la sede, cerrada a cal y canto de la hermandad de Viñeros, todo ello por el entorno de la calle cofradiera por antonomasia de la ciudad, calle Carretería. Sin duda este día no se me olvidará por ser la primera vez pisando todos estos lugares emblemáticos que desde la niñez tenia deseos de conocer. De hecho mis primeras revistas cofradieras me las dejó mi buen amigo Alfonso Piñero y trataban sobre Málaga… incluso recuerdo leer en ellas –La Saeta- artículos referentes a lo que en este día se conmemoraba, la Coronación Canónica de la Esperanza… quien me lo iba a decir entonces.









Por los Mártires si parecían que quería recibirnos, había misa, pero que al estar ya finalizando nos pudo brindar la oportunidad de detenernos también en las cuantiosas cofradías que atesoran. En el altar mayor, juntos a los Santos Patronos San Ciriaco y Santa Paula nos recibía el polémico Resucitado malagueño, polémico por el estilo de sus trazas, obra contemporánea de José Capuz que levanta la admiración de unos y el rechazo de otros, aquellos de espíritu más neobarroco… en una capilla, Pradas disfrutaba de los grafismos de su idolatrado imaginero Luís Álvarez Duarte, el cual recientemente ha remodelado sus mismos trabajos para la hermandad de la Santa Cena, en la imagen del Señor y la Virgen de la Paz y junto a ellos la imagen de la Virgen de Araceli, patrona de Lucena (Córdoba), perteneciente a su hermandad filial obviamente de Málaga.
Sin duda que los Mártires fue una de las iglesias más espectaculares y por ello sus capillas serian de las de mayor valor estético que pudimos contemplar, iglesia para detenerse las horas contemplando todo su arte, y rezando claro. El Cristo al que se negó maniatar su autor, Juan Vargas Cortés, tras finalizar la imagen, la del Señor de la Columna de la hermandad de los Gitanos nos sobrecogía con los grafismos que después le insuflaría Francisco Buiza, autor a su vez de la Madre gitana de los malagueños, la Virgen de la O, una autentica madre gitana y castiza para esta popular hermandad malagueña. En otra capilla, con igual suntuosidad, la hermandad del Huerto con su peculiar Cristo y su peculiar peinado de la peluca de tirabuzones que retrotraía a las Semanas Santas de otras épocas mientras las trazas de su retablo aún esperan las benditas láminas de pan de oro. Decían mis acompañantes que las glorias eran netamente sevillanas, en su estética sin duda, aunque perdonen que no conozca mucho el mundo letífico malagueño, las mismas eran la de la Virgen de los Remedios, una que rendía culto a una copia de la patrona de Granada, la Virgen de las Angustias, los titulares de la iglesia en el camarín mayor y una dolorosa de una antigua esclavitud, sin olvidarme de la dolorosa de la Misericordia Reina de los Mártires, obra del sevillano Salvador Madroñal Valle para una asociación parroquial que le rinde culto en el emblemático templo malacitano. En una escueta capilla, luego me explicarían el porqué de tal extrema humildad, la grandiosa cofradía del Santo Sepulcro donde “la Soledad que nació para Hiniesta” me recordó una de mis primigenias entradas. Para lo último quería dejarme la capilla de uno de los Cristos que sin duda me levantó el pellizco en el alma, ciertamente Él era uno de mis grandes objetivos en mi visita a Málaga cuando espero que nadie se confunda, me encontré a mi Soberano Poder de San Gonzalo cargando con la cruz a cuestas… contemplando a Nuestro Padre Jesús de la Pasión de Málaga. Y es que ya lo sabrán, el arte del que lo sacó de la madera, don Luís Ortega Bru me traspasa las fibras del sentimiento, es sin duda para mí el imaginero más grande de su época y quizás el último gran genio de la lista de oro de la imaginería de todos los tiempos. Por ello, lo he querido poner recibiendo las visitas durante estos primeros días de julio cuando el directo le ganó aún más, muchísimo más, la partida a la fotografía o a las imágenes de video. Quise que Pradas me inmortalizara ante Él porque me enamoró y me dejó absorto mirándolo a través de la verja de la capilla, estando escoltado por la también bellísima Virgen del Amor Doloroso.. qué me gustó las diferentes imágenes marianas antiguas encorsetadas en el llamado “estilo malagueño”, y la recientísima imagen de San Juan, que realizó el malagueño Raúl Trillo, adaptándose bastantemente al estilo del inmortal maestro de San Roque, aunque siempre de lejos… Es sin duda esta una de las hermandades más elegantes y sobrias del procesionismo malagueño, atesorando un estilo, yo que respeto –y también disfruto- pero prefiero otro modelo, que más me apasionan de las cofradías malagueñas, un estilo muy influenciado como no podría ser de otra forma, por Sevilla, donde en muchas ocasiones, durante todo el día pude contemplar como la magnificencia que trajo Sevilla a Málaga se mezclaba en muchas ocasiones con idiosincrasias propias con gran estabilidad y elegancia. Por cierto, luego en la noche me llevaría una gran sorpresa en la mismísima calle Larios, muy unida a Ortega Bru y a la hermandad de San Gonzalo de Sevilla…
Sevillania en la puerta de los Mártires, donde en los azulejos despedía al que ya considero como uno de mis Cristos… Pasión de Málaga, para buscar los barrios. Parafraseando a Carlos Herrera, en Málaga igualmente, un respeto que vienen en los barrios. Así buscamos cruzar nuevamente un puente, que gracia tendrá eso de cruzar un puente para las cosas de las cofradías… pero buscábamos el humilde, aun estando en pleno centro, barrio de la Trinidad, allá donde vive el que llaman el Dios de la ciudad… antes en Carretería quedamos con dos hermanos, medio bailenenses ellos, afincados en la capital de la Costa del Sol, donde también disfrutan de la religiosidad popular ya que se sienten atraídos por este fenómeno, los hermanos Fran y Alberto Abolafia, los cuales hace unos años me pidieron colaboración en el blog para su asociación rociera de Torremolinos.




Desde estas líneas les envío mis más profundo agradecimiento por la bendita paliza que nos dieron, ejerciendo de cicerones, llevándonos hasta tantos templos, que sin dudan se me escapaban de mi mano, gracias a ellos casi acabé andando por el centro de Málaga casi como por mi casa. Así nos llevaron hasta el otro lado del rio, el Guadalmedina, para llegar hasta el templo, creo que de trazas neogóticas donde también viven tres hermandades. Pradas se extasiaba nuevamente con Duarte y su Virgen de la Salud y el grandioso crucificado de la Esperanza en su Gran Amor, sobre sencillas capillas. En otra nos encontrábamos una nueva fotografía junto al Cristo titular del Santo Traslado, el cual nos evocó en la conversación las singularidades de su nuevo conjunto escultórico, tristemente la Soledad de San Pablo está en restauración. Pero allí estaba uno de mis grandes objetivos y por ende de cualquier capillita que visita Málaga, sin duda por su fama, que trasciende más allá de las fronteras malacitanas, el Señor de la túnica blanca, Ntro. Padre Jesús Cautivo, el cual también se encontraba huérfano de la compañía de su Madre Santísima de la Trinidad como les indiqué también hacen pocas fechas, se encuentra en restauración. Sin duda por la cantidad de flores y de devotos ante la capilla se palpó que esta imagen no era una más, Él me sobrecogió, me gustó el directo ya que no han sido pocos que siempre me han comunicado, que en el cara a cara decepcionaba… sin duda la magnificencia de los tronos les restará este encanto, pero lo que si me sorprendió es que una imagen de tal calado se encuentre en un lugar tan recóndito, escondido y sencillo, sin duda el Cautivo pide a gritos un templo para Él solo, el que sin duda se convertiría en basílica menor en nada de tiempo.
Desde la famosa explanada donde se cantaba la misa del alba buscamos la gran avenida que nos llevaba hasta otra recoleta y casi rural capillita donde recibían culto, eso sí junto a una enorme casa hermandad, a otras de las grandes esencias de la Semana Santa malagueña. Una capillita donde rezumaba a malagueñensismo, como puede ser Palma Burgos, su primer Cristo y su obra póstuma, así lo quiso Dios cuando lo guio para gubiar al Cristo de los Milagros y décadas después al Cristo del Santo Suplicio, así lo dejó dicho Paco Palma, “empecé y terminé con Zamarrilla”… la rosa roja casi se me prendió al corazón, mucho deseo de contemplar a la bellísima y coqueta dolorosa de la Amargura con esa rosa del bandolero zamarrilla prendida en su corazón, la que volvió roja tras esconder bajo su manto al bandolero que huía de sus perseguidores y que el mismo prendió con su puñal en el pecho de la Virgen, rosa blanca que se volvió milagrosamente roja como símbolo de perdón… sin duda me seguían impactando las capillas de muchas hermandades malagueñas…
Ahora tocaba visitar a la gran protagonista de la jornada, la Virgen de la Esperanza Coronada, veinticinco años de ello se cumplían y mi primera vez ante la magnificencia real de un trono malagueño…


CONTINUARÁ…

7 comentarios:

  1. Supongo que estando en la basílica de la Esperanza, verían ustedes al Nazareno del Paso, una de las obras cumbres de Mariano Benlliure junto con el Crucificado de la Expiración, que está justo enfrente cruzando la Av. de Andalucía.

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  2. pues si, ya lo vera en la siguiente entrada, interes tenia en ver a los dos, pero estando en la esperanza nos dijeron que expiracion estaba cerrada, una pena porque es una de mis hermandades preferidas en Andalucía...

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  3. Buenas, permítame una corrección, la cofradía más antigua de la ciudad de Málaga es la Archicofradía de la Santa Vera+Cruz y Sangre, actualmente fusionada dentro de las Reales Cofradías Fusionadas en la Parroquia de San Juan Bautista desde el siglo XIX.

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  4. temas complicados estos, pero bueno he puesto lo que mas se dice por alli, y le daria mi teoria sobre una cofradia que se forma por varias fusiones, pero bueno da igual.

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  5. Buenas otra vez, y disculpas por no haberme identificado con anterioridad, soy el "Anónimo" anterior.

    El mensaje anterior sólo lo escribí por aclararlo, porque una cosa es lo que se diga y otra la realidad, y también por ser hermano fusionado :) y todo esto sin pretender crear polémica alguna :) pero "al cesar lo que es del cesar, y a Dios lo que es de Dios", nunca mejor dicho :)

    Para ello le paso un par de enlaces, el primero como aparece el título de las Reales Cofradías Fusionadas dentro de la web de la Diocesis de Málaga:

    http://www.diocesismalaga.es/index.php?mod=content&secc=view&id=2010102507&idcof=22

    y el segundo la noticia que se publicó en su día en el Diario Sur:

    http://www.diariosur.es/v/20110617/malaga/obispado-otorga-fusionadas-titulo-20110617.html

    En ambos se puede leer como "Palacio" otorga el título de PRIMITIVA, es decir, la primera de todas, aunque en título actual este mal colocado, aunque tengo entendido que subsanará próximamente.

    También es cierto que la Archicofradía de la Sangre es la siguiente con más antigüedad en la ciudad de Málaga, algo muy común en la época de la Reconquista, pues solían ser las cofradías para honrar la Vera+Cruz y la Sangre de Cristo las primeras en ser fundadas.

    Con respecto a lo de las fusiones de cofradías... ese un tema largo de debate.

    Un saludo, y gracias por su visión de la Semana Santa.

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  6. Gracias a ti Javier, me gusta estar a la última pero no puede uno abarcar todo, desde mi visita a tu tierra me ha vuelto la chispa por estar más pendiente a Málaga, incluso me leí la enciclopedia Nazarenos y Crucificados de Málaga, y por eso puse eso. Muchas gracias por aportarme más datos y poder aprender un poco más. En el tema de fusiones no busco ninguna polémica, si es que la hay, a mí me parece admirable y sorprendente como marcha esa cofradía, que al fin y al cabo se la puede considerar una sola, no? Sin duda fue ante sus capillas uno de los lugares donde más saboree… grandeza. Espero que algún año Dios lo quiera, decida escaparme a conocer la Semana Santa de Málaga.

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  7. Es más, me encantaría hablar algún día como funciona la hermandad de fusionadas, en cada lugar intento absorber nuevos modelos para si algún día me sirven de inspiración.

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