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lunes, 27 de enero de 2014

BAILEN 1991. JUEVES SANTO

En el Jueves Santo de 1991 en Bailén podremos rememorar como fueron los esplendorosos Jueves Santos que se vivieron en la década de los noventa. Y no es que ahora no lo sean, pero en cierto modo en aquellos años se respiraba un día diferente y a la vez grande, era por decirlo de alguna manera el que abría la grandeza ancestral de la Semana Santa, en los días de jueves y viernes santo. Jornadas que comenzaban con un sabor cinematográfico, cuando en la sobremesa las películas de temática religiosa como “Rey de Reyes” o “Ben-Hur” nos vaticinaban los días tan intensos que nos disponíamos a vivir. Podemos encontrar situaciones que se vivieron en aquellos días, como la salida del Ecce Homo de la hermandad de la Santa Vera Cruz desde la Encarnación. La imagen realizada en los tallares de Arte Cristiano de Olot, con su primitiva apariencia, con sus vestiduras sobredoradas, antes de que se le imprimiese la policromía y coloraciones actuales, sobre el paso de Díaz Roncero dibujando la singular estampa que a muchos nos llamaba la atención de portar la típica caña que los soldados romanos le colocaron a modo de cetro real en sus mofas. Destacable, porque creo que estamos ante la primera vez que la cuadrilla decidió sacar este paso como se diría en Sevilla, con rodilla a tierra, “de rodillas” como decíamos nosotros. Siempre había pensado que fue con el Medinaceli el Martes Santo, pero estas imágenes si no hay nada que lo desmienta, nos muestran lo contrario, que fue con el Ecce Homo cuando optaron por demostrar su fuerza y pericia a la localidad, porque en realidad ni con esta imagen ni el Medinaceli nunca se requirió de esta maniobra para la utilidad que se inventó en Sevilla, que era motivada por la escasa altura de las puertas, más cuando en la recogía ya se optaba y se sigue optando por hacerlo erguidos o con los cuerpos arriba. En un futuro la madurez y formación cofradiera supongo que eliminará este sin sentido…
Tras Él, el video me ha hecho volar a la niñez de entonces, cuando en la alfarería realizaba pequeñas imágenes en barro basadas en los originales para mis juegos de incipiente capillita. Recuerdo aquel año que la imagen de San Juan la realizó mi primo Antonio, sanjuaneros ellos de pequeños, por amistades y porque para mí chacho Alfonso fueron como sus nietos y se basó en la estampa que presentó San Juan Evangelista, el cual lució nuevas prendas, prescindiendo de la túnica y mantolín bordados más tradicionales y optando por la inclusión de una capa, la cual mi primo llevó al barro… se nos presenta en su pequeño paso, aun a ruedas aunque el germen que la cambiaría por completo ya comenzaba a dar sus frutos… los candelabros de madera de Juan Rusillo cedían el testigo a los candelabros de orfebrería, elaborados si no me equivoco en los tallares de Lucena (Córdoba), los cuales cosas de la evolución seguirán dando luz, esta vez por cera, a una antigua obra del onubense Antonio León Ortega, artista por antonomasia de la Semana Santa de Huelva,  ya que el antiguo paso del Descendimiento o la Sentencia onubense ha sido adquirido por la hermandad bailenense con la intención de portar sobre el mismo, a costal, a su Cristo de la Sentencia.
Larga fila morada, donde el bueno y nazarenisimo de Simón, de paisano, intenta organizar el cortejo de su hermandad, la cual cuando tomó su total independencia de la Santa Vera Cruz en la antiquísimas noches de los tiempos, nacería con el título de su titular que sigue dibujando inalterablemente la procesión del jueves que reluce más que el sol porque en aquella década, como diría el amigo Pradas, siempre relucía esplendorosos soles por nuestro pueblo. Nos llega el Amarrao a la Columna, aun portado por la cuadrilla masculina seguida por su banda de cornetas y tambores donde me ha llamado poderosamente la atención el detalle del banderín de la misma donde figura una estampa del Abuelo de Jaén en lugar de sus imagen titular, y es que este pueblo es muy del Abuelo. Raro es aquel paisano cuando se entera de mi condición cofradiera fuera del pueblo que no me dice que alguna vez fue a ver salir al Abuelo…
Una de las peculiaridades que este que les habla pensaba que solo se dieron en aquellos años, y la verdad es que en los ochenta ya se daban, es la participación de la Virgen de los Siete Cuchillos en la misma. Aunque entonces se dio la circunstancia de que cada año se alternaría, saliendo solamente una de las dos dolorosas que existían entonces por lo que la Virgen de los Dolores no salió aquel año y si la titular de los hermanos cruceros bailenenses, la cual también se nos presentaba, sobre su antiguo y recientemente documentado paso por este que les habla y volviendo a lucir los grandes estrenos de aquel año; palio y manto, en su tercera salida a la calle de la Semana Santa, los cuales en este día eran rápidamente trasladados, sin organización de ningún cortejo más formal y por sus hermanos hasta la iglesia de la Encarnación. Finaliza el video en los tradicionales encuentros que formaban en la confluencia de las calles Isabel la Católica y García Lorca, donde su paso esperaba y reverenciaba a los que venían por detrás, normalmente y en este caso a San Juan y la dolorosa, aquel año más bien esperando a su titular para así marcharse hasta su ermita, con los cortejos prácticamente desarmados y con aquel ritmo casi legionario que la verdad tanto nos hacía disfrutar, como dije antes, la madurez pone al final las cosas en su sitio y ese paso ligero desapareció…

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