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martes, 7 de enero de 2014

LA RESTAURACIÓN DE GARDUÑO EN EL DIARIO JAÉN.

Quisiera ofrecer hoy al mundo cofradiero universal que se deja su tiempo en esta casa y como no, a unas personas muy especiales para mí (seguramente los más interesados), una nueva página en la historia de la que es la hermandad de sus devociones y la que es mi hermandad: el Prendimiento de Linares, la cual, hace tiempo, bajó el ritmo de apariciones en el rincón personal de este uno de sus simples hermanos. Qué mejor que volver con una nueva página que nos hable de su historia e incluso que nos pueda desvelar algunos datos desconocidos de la misma.
Me cabe el honor, que haya personas que tras la lectura de mis entradas, porque en si prefiero llamarlas lo que son, no son artículos -porque la diferencia está en que clave y sentido se cuentan las historias-, quieran compartir conmigo sus tesoros o sus descubrimientos y además quieran que sea yo el que las de a conocer al mundo en esta mi bitácora del capillismo, orgullosos de que salgan en la que llaman mi prestigiosa página, cuando en realidad, si el blog es bueno es en muchas ocasiones a la generosidad de los mismos. Este amigo, Rafa Mantas, recién licenciado en Historia del Arte, inmerso… la verdad ahora no recuerdo si me comentó un doctorado o una tesis, me cedió la fotografía que ilustra esta entrada, que viene a reflejar una página de periódico, en concreto del Diario Jaén, donde se muestra una noticia histórica en la vida más reciente de la corporación del Jueves Santo linarense.
Fechada en el día 8 de abril de 1987, miércoles, página 10 y encontrada en el archivo del Instituto de Estudios Giennenses, por casualidad, como casi todos los grandes descubrimientos, nos muestra una noticia artística sobre las novedades de entonces de la hermandad para la Semana Santa. Evidentemente este recorte de periódico no tiene que ser un enorme descubrimiento y para muchos no será nada nuevo, no descartando que muchos lo tengan guardado en sus archivos, pero como no se muestra y yo tengo la oportunidad de darlo a conocer, me tomo la libertad para ello. En realidad nos habla de la restauración y remodelación de la imagen del Señor en Sevilla por Antonio Garduño Navas, aunque sí algunos han sido avispados en los últimos tiempos, cada vez que he tenido que referirme a algunas de las intervenciones que realizó este más que famoso vestidor y diseñador sevillano en Linares, he utilizado la expresión “bajo la dirección” en lugar de expresiones más comunes como “obra de”…
Eso lo hago según mi criterio personal, evidentemente según mis convicciones y la ética que creo que voy aprendiendo en este mundo, del que tan solo soy un simple diletante, tal como últimamente me gusta definirme desde que conocí esta expresión en nuestro diccionario de la lengua, desde que conocí esta noticia periodística precisamente el mismo Miércoles de Ceniza para referirme a los que verdaderamente tuvieron que ser  las funciones de Antonio Garduño en sus trabajos para las hermandades linarenses. Y lo hago aún más público, lo rescató del olvido, porque siempre se ha encontrado ciertas dudas sobre quién pudo en realidad realizar la restauración de la imagen en la que prácticamente se hizo casi una nueva obra conservando evidentemente la mascarilla originaria, la cual sufrió pocas variantes en su fisonomía, eso sí, todas ellas para realzar aún más la majestuosidad de su semblante. Es cierto que existen algunas declaraciones, que conozco por vía oral, de un artista sevillano en las que revelaba la verdadera historia de todas estas actuaciones, y con ello no quiero llevar a la confusión y al engaño, sino más bien creo que se pueden hablar sobre los diferentes conceptos que tuvieron que rondar por la cabeza de los hermanos de entonces.  Unos años donde la confianza era tal en Garduño que como queda documentado en algunas entrevistas al mismo, los dirigentes de entonces le exigían que fuese él, el encargado de acometer aquellas actuaciones en las que tal cómo es de suponer no tendría la pericia y el oficio como para crear una obra imaginera, ya que la misma hermandad según sus propias palabras se negaba a llevar las imágenes a cualquiera de los artistas que aconsejaría. Pero lo cierto, es que para ello tuvo que contar con verdaderos profesionales formados en estas materias que realizasen aquellos trabajos, pero eso hasta donde se sabe, se desconoce en la hermandad oficialmente quien pudo ayudarle en aquellas labores.
Eso quizás hasta hoy, donde con esta noticia, hecha pública en su momento, por lo menos podemos confirmar uno de los nombres que intervinieron en la imagen, porque además, en esta noticia sin firma de ningún periodista se puede sobreentender que tuvo que estar escrita por algún hermano cercano a la junta de gobierno, por no decir, perteneciente a la misma, cuando utiliza expresiones como “nuestras imágenes”, “nuestra casa de hermandad”… aunque se alude que el trabajo es de Garduño, solo podemos pensar que refiriéndose a los trabajos de talla y policromía, porque en lo que se refiere al modelado del cuerpo -totalmente anatomizado- previo al sacado de puntos en la madera –se apunta el cedro-, se refiere al imaginero gaditano “Berraquero”, señalándolo como “catedrático de anatomía y modelado de la Universidad de San Fernando (Cádiz)”. Sin duda  se refiere a Alfonso Berraquero, que al parecer en aquellos tiempos venía de ser uno de los recientes discípulos de Luis Ortega Bru, de ahí esas ligeras improntas encontradas en la imagen linarense del imaginero de San Roque. También es un histórico colaborador del taller de Manuel Guzmán Bejarano, autor por aquellas fechas del paso de misterio y con gran probabilidad aquellos trabajos se realizaron en su taller de Triana. Lo cierto es que de aquella “historia real” que contó aquel artista sevillano, de los nombres y acciones que se realizaron, coincide plenamente en que el modelado fue realizado por Berraquero, de lo demás seguiré sin publicar nada mientras no sean las palabras de aquel artista y publicadas con su consentimiento la que cuenten todo aquel proceso si Dios lo ve conveniente, aunque me conste que algún veterano hermano afirme  a ver visto a Garduño en su casa realizando labores pictóricas sobre la misma, aunque eso pudiera ser fácilmente la imprimación de las veladuras a la imagen, un proceso que quizás sí pudo estar a la altura de su pericia, recordemos que fue un genial pintor pero para diseños. Por lo que me respecta con este legajo de historia, que creo tiene todas las vistas de ser fehaciente mientras no se demuestre lo contrario, rescato una curiosidad y a la vez doy a conocer un pequeño o gran detalle. Personalmente creo que contemplando el torso del Cristo y comparándolo con algunas obras de Berraquero creo estar en lo cierto de comprobar grandes similitudes con la impronta del isleño, incluso he encontrado similitudes con los pies del Soberano con otros de algunas de sus imágenes cristíferas.


La otra curiosidad, sobre la que se podría comparar algo estas improntas que yo creo encontrar con la obra de Berraquero es la curiosa disposición con la que fue presentada la restauración y remodelación de la imagen en Linares, tal como apunta la noticia el día cinco de abril, encontrándose la imagen del Cristo desnuda a excepción de un especie de manto blanco que cubría las articulaciones de los brazos de la imagen, presentando una curiosa disposición, con los brazos abiertos nunca antes vista ni repetida. Así lo vio en aquellos días todo el que quiso acercarse a la antigua casa de hermandad y así vio conveniente que se publicara la fotografía la hermandad entonces, entrando hoy día en el dilema de si son convenientes o no este tipo de fotografías, más su publicación –en la casa hermandad siempre ha existido fotografías sobre aquel evento colgadas en las paredes- donde se nos muestra una imagen tal como seguramente nunca se va a presentar a sus devotos, aunque la misma cuente con su cuerpo totalmente anatomizado y la contemplación nos parezca la de un Cristo amarrado a la columna, un crucificado, un santo entierro o un resucitado. Lo cierto es que yo soy de la opción de que lo publicado, publicado está, y como está abierto a la consulta de cualquiera por eso me he tomado la libertad de publicarlo, como dije, siendo fiel a la ética que he aprendido en otros orbes –aunque aquí quizás no se entendiese- y que teniendo cierta sensibilidad esto puede ayudar a formar en temas más mundanos a los amantes de lo cofradiero y su estética, pero no todos atesoran esa virtud, y quizás muchos serían los que se ofenderían de ver así a su Cristo. Como siempre he sido contrario a este pensamiento, siempre he tenido claro la misión de una imagen y como debe de ser el respeto que se merece –y esto para mí no es faltárselo-,nunca he dudado en mostrar en esta mi casa, (para aquellos que dicen que vienen aquí a aprender) este tipo de fotografías existentes sobre cualquier imagen, incluso de las grandes devociones universales.

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