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sábado, 25 de enero de 2014

LA CENA DE SEVILLA EN 1993.

Me ha resultado curiosísimo este video que les muestro donde se visualiza la sevillanísima hermandad del cenáculo sevillano de hace ya más de veinte años. La Cena al completo en el año del Señor de 1993, saliendo del que ya es su templo inalterable en el imaginario de los sevillanos, los Terceros. Eran los años de la construcción de la actual Semana Santa, porque aunque no lo crean, Sevilla también se reinventa. Sale el galeón de la Última Cena y  lo primero que me llama la atención es las formas al andar de la cuadrilla. Me resulta a veces hasta gracioso la desinformación que existe hoy en día en el mundo del costal, donde ya cualquiera se cree un superdotado en esta bella y complicada tarea de pasear los pasos. Como hoy en día, sobre todo los más jóvenes, los de mi misma edad se creen que los pasos siempre anduvieron con la categoría que hoy atesoran, pues es por ellos por los qué muestro este video, para que vean que en esta vida, en el costal, todo tiene su tiempo marcado y su proceso y como fueron los modos de entonces hasta llegar a lo que es hoy el olimpo de la costalería mundial.
Suena como hoy Cigarreras, que también nos presenta la base musical que emprendió el camino hasta la enorme actualidad. Pero suena su entonces himno, “Réquiem” de Bienvenido Puelles y tras él el que es el himno de la hermandad “Eucaristía” de Francis Gonzales Ríos con la que la cuadrilla se dejó llevar por las formas que precisamente Puelles junto al capataz al que dedicó su marcha, Juan Vizcaya, crearon en arrabal al otro lado del rio. Pero los años y la razón ponen a cada cosa en su lugar…
Y es que esta hermandad en cierto modo siempre ha transmitido una estampa de hermandad clásica, y eso en Sevilla a veces es sobriedad, lo vemos hoy con el misterio, en el palio prima más lo fúnebre que otra cosa y entremedias aquel que cumple cuarenta domingos de Ramos llenando Sevilla de una iconografía que muchos ya no conocían, esa en la que el pueblo se pregunta, ¿pero que va pensando el Señor?

Camina como muchos sabrán, el Cristo de la Humildad y Paciencia en el Domingo más esperado en silencio, sobre un genuino paso en caoba, de lo más genial que ha salido de los pinceles de Dubé de Luque, dibujando sin duda la esencia más rancia de la cofradía, quizás la menos admirada, esos si, según sean los ojos que miren. Es el Cristo que desprende la solera antigua de la corporación. En el video sale con los ecos del himno de España y tras Él se hace la música, casi como hoy en día, donde la banda del Maestro Tejera le interpreta la marcha dedicada en su honor a cargo de Javier José López Padilla; "Al Señor de la Humildad", pero en aquel entonces fue la inmortal partitura de Pantión; “Jesús de las Penas” quizás por dibujar la misma estampa que en la jornada siguiente se creará a las puertas de San Vicente. No soy yo muy dado a estos “experimentos” de aprovechar la banda del palio para que salga un paso de Cristo que va en silencio con música, aunque no puedo negar que me ha pegado el pellizco al contemplar este paso que en especial me encanta, hasta en el Corpus con el Señor de la Cena,  con tal genial partitura sonando, pero creo que se ha de salir y entrar con el mismo canon que la hermandad quiere insuflar a un paso. Pero ello también me ha hecho recordar viejas entradas donde mostraba una particular visión y es que Sevilla quizás necesitaría algún paso de Cristo rememorando las antiguas estampas, de un Cristo con marchas de banda de música fúnebres, contemplando este video, analizando la estética del paso y el misterio representado, creo que este sería genial para esa hipotética nueva visión, incluso lo revaloraría en la ciudad de ese quizás segundo plano en que parece estar, porque sigo pensado que le daría a Sevilla un matiz más, entre tanta genuinidad afín a unas mismas bases, para el desbordamiento de pasiones en su semana más grande… además pueden deleitarse con más momentos de aquellos años y contemplar cómo ha cambiado todo, incluso el palio y su movimiento más festivo “ochentero”.

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