Pues arranca un nuevo año más a crearse un nuevo “libro” virtual que podríamos llamar Simplemente Capillita 2014. Tras una intensa noche para entrar en el nuevo año como manda los cánones y levantarme un poquito destrozado, lo que menos me ha dado por pensar es en Semana Santa, aunque esta mañana me comiese los churros conociendo a un joven asiduo de esta casa. He sentido la necesidad de salir a caminar, a intentar espabilarme un poco y parece ser que los caminos del Señor me han llevado hasta Él sin esperarlo. Nunca suelo pasar por la calle 19 de julio, pero hoy he decidido subirla, que al llegar a la altura de la parroquia de San José Obrero y comprobar que se encontraba abierta, he decido entrar a realizarle a una visitilla a la Virgen del Amor Hermoso y como no, a su Hijo, el Cristo de la Humildad y Misericordia, a los cuales llevaba ya mucho tiempo sin visitar. El sonido del agua natural del gran Belén que montan en la parroquia chocaba con el olor de la gracia que parecía que los ángeles turiferarios del Amor Hermoso estaban perfumando su dulce pena mientras me perdía en la penetrante mirada del Señor y en su ya desgastadísimo pie donde recibe las peticiones o las gracias por su infinita misericordia.
Pero este comienzo de año también suele tener presente su infinito y gran poder, por aquello de los reyes magos y la Epifanía. Las webs cofrades de Sevilla nos vuelven a recordar cómo cada uno de enero que allí la resaca se sobrepasa con el gran primer pistoletazo imaginario en busca de la gran semana donde Dios hace templo la ciudad. Y no es un culto cualquiera cuando el mismo se realiza para el que sin discusión alguna es el Hijo de Dios según Sevilla. Se cumplen los tiempos, un año más, y si ya dimos gracias a Dios por un año más de vida ahora nos toca pedirle otro más y la Effetá de su pasión. Así incluso se lo he pedido al Cristo de mi pueblo.
Enero sabe a Nazareno en Sevilla, a cruz sobre el hombro y a veneración de la grandiosa. Enero es mes del Gran Poder, y curiosamente me ha venido a la cabeza una imagen unida a la esencia del Señor de San Lorenzo y al cautivo de mi pueblo. Quizás, pienso que ha querido mover los hilos para inspirarme en una nueva entrada en este día donde los “Manueles” y “Jesuses” celebran su onomástica, cuando la festividad del Dulce Nombre de Jesús es mañana si no me equivoco. Contemplando al Señor de la Humildad y Misericordia de Bailén me he detenido como casi siempre en la parte estética, observando los grafismos que le insufló el cordobés Manuel Luque Bonillo, con su morena policromía y esa esencia reinterpretada a mi modo de ver del arte inmortal de su paisano más genial con las gubias de todos los tiempos, Juan de Mesa y Velasco.
Sin duda que desde que tomó esta inspiración el cordobés del autor del Gran Poder de Sevilla, considero que este imaginero dio un gran salto de calidad, siendo para mí el culmen de su mejor producción el Cristo que veneramos en San José Obrero aunque siempre he pensado que comenzó a practicarlo con una imagen anterior que se encuentra en el Elche.
Curiosas circunstancias de Bailén y Sevilla que me han hecho acordarme de otra de esas semi copias que procesionan por el mundo del Señor de Sevilla. Porque la alicantina Elche es una de esas ciudades donde Sevilla también plantó su magnificencia para venir a engrandecerla como quizás antes nunca alcanzó. Un Nazareno con silueta muy “granpoderiana” surca desde hace pocos años las calles de la legendaria dama pétrea íbera, sobre un paso en plenas fases de elaboración, pero con la diferencia de caminar, a costal, pero no en silencio si no con banda de cornetas y tambores.
Como digo no es una copia del Gran Poder de Sevilla, pero si una reinterpretación que a mi entender le confirió a Luque Bonillo una nueva línea de mucha más prestancia y refinada categoría escultórica, incluso en los tonos morenos de la policromía. Esta base Mesina en el Gran Poder de Elche, sin duda vino genial para que nos legara la atrayente y embrujadora imagen de la Humildad y Misericordia de Bailén. Que mejor que comenzar el año conociendo hasta donde llega la devoción por el Señor que en Sevilla marca el inicio hacia la gloria…
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