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miércoles, 15 de enero de 2014

VEINTE AÑOS CON "EL SENTENSIA"...

Rebuscando la otra tarde en el “baúl de los recuerdos” como diría la paisana Karina, en esa mítica cajeta con más de veinte años a las espaldas donde depositaba aquellos preciados tesoros, sin saber lo que podría valer en el futuro, de estampas y fotografías y demás elementos relacionados con las cofradías y la religiosidad popular, y me encontré esta fotografía en blanco y negro, algo deteriorada y doblada donde nos muestra una escena que en marzo cumplirá veinte años. Es curioso, en una entrada ya lejana, en las puertas de la cuaresma de 2011, la estuve buscando en el mismo lugar y no pude encontrarla. Quise utilizarla para ilustrar una entrada tomando como fuente inspiradora la actualidad de entonces para versar sobre el paso de misterio que le tocó anunciar la Semana Santa de mi pueblo en aquel año, el que presidió el Cristo que tutela esta fotografía, Ntro. Padre Jesús de la Sentencia.
La hubiese buscado para ilustrar e incluso abrirla, otra entrada de especial significancia, así lo consideré y lo sigo considerando, aunque parece ser que fui yo solo quien vio correcto acordarse del pobre, del caballero que aparece en la fotografía acompañando al Cristo, nada más y nada menos que su autor, Miguel Arjona Navarro. Recordando que en la entrada anterior no la encontré pues supongo que tuve que desistir de volver a buscarla, y me dio rabia no poder encontrarla, porque sin duda sabía que el día que decidí guardar esa fotografía, quizás estaba guardando un gran documento histórico sobre una circunstancia de especial relevancia en las cofradías bailenenses, y con los años comprendí que aquel acto sin ninguna intención futura de niño, de coleccionar estas cosas, podría deparar el disfrute de aquellos que les gusta aprender sobre las cosas de este nuestro mundo cofradiero.
La casualidad o la providencia, quizás allí arriba alguien quiso que aquella entrada estaba muy bien, pero quizás también quería una segunda parte para este significativo aniversario y dispuso toda la maquinaria para que por más que examinase la caja de zapatos, no encontrase esta estampa, que en realidad la recorté de la revista Bailén Informativo, seguramente de algún artículo que versaba sobre lo que se celebró el día que se tomó esta instantánea, la cual cumplirá veinte años, y es que este joven nazareno de 33 años en realidad se nos hace mayor y pronto cumplirá la veintena de edad, y me sorprendía cuando en 2004 cumplió su décimo aniversario y de lo rápido que pasaban los años….
Buscaba viejos programas de Semana Santa, unos que por su tamaño sabía que solo estaban ahí, una petición de algunos amigos de genial grupo de Facebook Seminario-Instituto de Estudios Bailenenses, hicieron que me encontrase con ella, la cual creía desaparecida y la que me pegaría el pellizco como para escanearla y compartirla con todos ustedes, quizás sea un documento de alta estima para los estudiosos del arte del cordobés Arjona Navarro, quizás los amigos fueron nuevamente utilizados como meros instrumentos para que este que les habla recordarse aquel triste año, salpicado casi sin saberlo con la mecha que prendió la gloria en mi interior, esa gloria que me hace en cualquier fecha del año poner las Cigarreras en el coche a todo volumen, saboreando todos los matices en mi alma, imaginando un paso atravesando la muchedumbre y pensar pero que suerte tengo de sentirme capillita, igualito que esta mañana viajando hasta Úbeda.
Cada vez que veo a este Cristo, el primer misterio ideado como tal de la historia bailenense, recuerdo muchos momentos de ese año 1994, y ya si observo esta fotografía, aun me parece ver aquella muchedumbre, muchos de ellos con tambores, de la banda de la hermandad que venían del ensayo cuaresmal, porque entonces se limitaba prácticamente a esas fechas la vida de las bandas, apostados  a la poca escalinata de la entonces única puerta de la iglesia del Salvador, aun casi rezumante a estreno. Aún me parece sentir aquella sorpresa al entrar a la modernista parroquia y contemplar a este Cristo cautivo tal como lo ven, sobre el suelo, sin apenas exorno ninguno, en el lateral de la epístola de la iglesia siendo recibido como nuevo inquilino de la piedad del pueblo de esta vieja y legendaria Baécula. Vistiendo su primera túnica, convirtiéndose en el primer cautivo de vestir de la localidad y la segunda imagen cristífera realizada para este menester, una túnica realizada en terciopelo que quiero recodar tenía un color rosado o cardenal, un motivo que por cierto puede que me inspire una futura nueva entrada, con la que se subió al ampliado trono de la cofradía, junto a Poncio Pilatos para llenar la tarde noche del Domingo de Ramos de otro nuevo aire la Semana Santa de Bailén, pero de eso espero hablarles en la serie de videos cuando lleguemos a su momento, si Él lo ve conveniente. Por cierto a su veinte cumpleaños puede que cierre el círculo y se parezca más que nunca a aquellos pasos sevillanos con los que me lo comparaba mi padre, en lo que se refiere al andar…

Las potencias me impactaban, los familiares de los cargos de junta –perdónenme pero es que me cuesta llamarlos directivos-  se mostraban fotografías de la imagen realizadas por una de esas cámaras instantáneas, mientras le decía a mi padre con cara de circunstancias… “es verdad, parece como los de Sevilla…” y es que entonces fue cuando se me entornaban los ojos contemplando aquellos videos del Correo de Andalucía, y esas potencias si eran como las que llevaban los de Sevilla y no los de Bailén, algo que últimamente ya está cambiando… para que vean algunos cuando comencé a darme cuenta de estos detalles, aunque digan que con internet estoy aprendiendo, algunos prefieren seguir descubriendo todas estas cosas lentamente a que algún “enterao” les ahorre el trabajo… como olvidar aquellas noches solos en casa, sin mi madre y sin mi hermano “Bobas”, el cual se encontraba echándole un pulso al que todo lo puede en el hospital de Jaén, a ver si se quedaba aquí con nosotros o se igualaba en la eterna cuadrilla de hombres buenos que lo pasean por el paraíso… él nunca conoció “al Sentencia” de Bailén… con esa cara de preocupación latente contándole a su “cansino hijo con la Semana Santa”, que había hablado con “Carape” y le había contado que iban a traer un paso con muchas figuras como esos que me gustaban de Sevilla. Aquel día de la bendición, fue un sin vivir esperando la noche y que él apareciera por la calle Ramón y Cajal en su viejo Renault 11 para recogerme de casa de mi tía, para llevarme hasta la iglesia del Salvador y conocer a este nuevo Cristo para Bailén. Son solo cifras, pero quien me iba a decir hace veinte años lo que estaría haciendo hoy, y parece ser que en este año que se presenta puede que me acuerde mucho de él, siempre me acuerdo, pero creo que tiene ganas de inspirarme muchas entradas… 1994 fue sin duda el año de las sentencias…

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