Hace pocos días procesionó por las calles de Sevilla la Stma. Virgen de la Esperanza Divina Enfermera, la titular letífica de la hermandad de la Lanzada de la iglesia de San Martín. La Esperanza más antigua de la ciudad con una denominación curiosa al ver sido titular de un hospital.
Y quiero abrir esta entrada donde una vez más tratare a una de las tantas salidas gloriosas de Sevilla para acordarme de unos “divinos enfermeros” como son mi compadre Félix y su novia Toñi además de mi amigo Francisco Javier Cabrera.
El primero uno de mis grandes amigos gracias a este mundo, ella pues como es lógico la conozco por él y la que poco a poco vamos “moldeando” en un mundo que quizás ella jamás se hubiese visto y el amigo Cabrera que con su banda del Nazareno y su incesante labor en post de la cultura de mi pueblo me ha conseguido meter a presentador de radio y columnista cofrade.
Los tres son enfermeros y los tres luchan por hacerse un hueco en esta complicada situación económica en la que estamos y por eso les dedico esta entrada para que continúen con la Esperanza de un mundo mejor por que como la Virgen, su labor se puede considerar divina en una profesión que se pierde en la noche de los tiempos para ayudar a los desvalidos.
El año pasado en la salida extraordinaria del Cristo de la Salud de Montesión, pasamos por la recoleta plaza de San Martín, esa misma que cada Miércoles Santo pareciese que se ensanchase para que se abra paso la mole de oro donde Dios es traspasado por lanza de Longinos y tanto a Félix como a Toñi les encanto ver rotulada una calle adyacente con la advocación de nuestra protagonista, una imagen posiblemente realizada en el siglo XVI y modificada en el XVIII. En 1932 el eterno Castillo Lastrucci le retocaría el rostro imprimiéndole sus actuales rasgos, suavizándolos y acentuando su aspecto risueño de la comisura de los labios.
La Virgen procesiona sobre el paso de la titular dolorosa de la corporación, la Virgen del Buen Fin que como muchos sabrán es una de las obras más personales de la ciudad al ser el único que posee canasto que junto a los candelabros del paso de misterio se consigue formar un completísimo paso de gloria. Como curiosidad antiguamente la Virgen era iluminada por unos candelabros que pertenecieron al primitivo paso de la Pastora de Santa Mariana y que han sido cedidos a multitud de hermandades durante años entres ellas la mía, el Prendimiento de Linares en la década de los 80 del pasado siglo como ya indique en entradas anteriores.
Así cada octubre se echa a la calle acompasada de la música de la banda de las Cigarreras mientras abriendo el cortejo la banda que acompaña al misterio el Miércoles Santo, las Tres Caídas de Triana que como es costumbre arrastra de los famosos “devotos” cangrejeros de las bandas.
Muchas gracias amigo, por dedicarnos esta entrada en tu espacio personal, gracias por acordarte de nosotros y de todos los enfermeros que "cuidan" a todos nuestras familias.
ResponderEliminarUn Abrazo Amigo.
Felix Gómez.