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viernes, 5 de noviembre de 2010

LOS "GALLEGOS" DE SEVILLA...


Tiene Sevilla y su costalería la curiosidad de contar con grandes apellidos, casi linajes de los hombres de negro que llevan mandando sus pasos durante generaciones. Ariza, Villanueva o Santiago son en la actualidad los apellidos más respetados, más idolatrados y por qué no… más perseguidos, historia tienen para ello. Pero en el mundo de los pasos en Sevilla hay mas capataces, algunos más conocidos otros menos pero hay unos que creo que poco a poco están dando de qué hablar y quizás podamos decir que en el futuro sean una nueva referencia en el mundo de los martillos.

Hace treinta años, tres hermanos se hacían cargo del pasito de la Virgen del Rosario de los Humeros -y este año han “celebrado” esta efeméride con el fallecimiento de su padre horas antes-, hace veintiocho comenzaban a sacar una de esas glorias de Sevilla que no cuenta con hermandad y que su procesión la organiza las misma barrida. Élla es la Salud de las Avenidas, unas calles que hace poquito tiempo bendijera con su paso la Esperanza Macarena y que en mayo tiene su sentir cofrade sevillano con esta salida letífica.








Hace veintiséis llegaría su primer y quizás el gran caramelo que tienen entre sus manos, el paso de misterio de Ntro. Padre Jesús ante Anás de la hermandad de la Bofetá. Un portentoso misterio desde los zancos hasta el extremo más alto de las potencias del primer Cristo que realizara Lastrucci para Sevilla y si hay arte en el paso, lo que hay bajo las trabajaderas no se queda atrás. Sin lugar a dudas uno de los pasos de misterio con mejor valoración entre la gente de abajo en Sevilla y en todo el planeta costalero, aunque a veces de la sensación de que no sea una hermandad muy publicitada. Su andar serio, siempre de frente con las cornetas Cigarreras de espectador de excepción hacen del Martes Santo una cita ineludible por el barrio de San Lorenzo mientras el Cristo que camina de espaldas atraviesa el centro histórico de sillas y abonos y hace de su vuelta un manjar para los sentidos cuando ya en la madrugada del miércoles corta como si de un cuchillo de fuego se tratara la oscuridad de la plaza donde en una de sus casas duerme el Dios de Sevilla.





Al día siguiente las voces de estos tres capataces vuelven a cobrar protagonismo en la función teatral en la que se sumerge la ciudad para la Pasión del Señor en Sevilla. Desde la calle Feria y desde hace ya diecisiete años la joven hermandad del Carmen Doloroso emerge desde el mismo centro para hacerse barrio y llenar las calles sevillanas de las chicotas “trianeras” que tanto peso tienen en la actualidad. Entre el Viernes de Dolores con el Cristo solo y el misterio hasta el gran estreno del Miércoles Santo demostrando que los buenos capataces saben llevarlo todo, evidenciándolo en tan pocas horas. No se me olvida la levantá que hizo uno de ellos en el palquillo de La Campana con el misterio del “Gallo” dedicada aquellos que parecen tener una misión “redentora” para eliminar de la cabeza de las personas la figura de Dios, aquellos que se hacen llamar Ateos, que no creen en dioses ni diablos pero que no sé porque tiene que estar dando la puñeta a los que si quieren creer. Fue el año de los famosos autobuses “Ateos” donde este sector de la sociedad se empeño en colocar pancartas promocionando su ¿religión? en algunas de las grandes ciudades españolas, Sevilla incluida. Son libres de hacerlo aunque no exista un “algo” que los mueva hacerlo, pero a nosotros sí y este capataz lo demostró con sus palabras para recordar a su cuadrilla cual era su misión de sacar al Señor a las calles y que mejor autobús para hacerlo que un paso de misterio…




Desde la primera salida a la calle de la Virgen del Carmen en sus Misterios Dolorosos han llevado el palio marinero de la calle Feria y desde hace quince hacen lo propio con el paso palio de su hermandad del Martes Santo. Una de las joyas del arte cofrade para cobijar a la “Gracia de Sevilla bajo palio”, a la Dulce Señora de San Lorenzo, la Virgen más sevillana que se pasea por la ciudad. Si el misterio de la Bofetá es de los más admirados, no menos atrás se queda el palio del Dulce Nombre con su movimiento característico y la música de su palio… solo hay que acercarse cada noche de Martes Santo a la esquina de la calle Hernando Colón y sentir la revirá con esa marcha evocadora de sabor antiguo y solera en los pentagramas…”Macarena” del Emilio Cebrián.










No son dinastía, ni provienen de ninguna saga que se pierde en las fotos del blanco y negro. Hablan de Sebastián Pagés en sus inicios con el que estuvieron en las décadas de los ochenta y noventa pero ellos son Miguel, Manuel y Alberto Gallego… “Los Gallego” como se les va conociendo cada día más en este bello y difícil mundo que sin querer han vuelto a recordarnos con su apellido y su dedicación que todo esto del costalero venia de unos pobres hombres que realizaban siglos atrás el oficio de la carga y descarga de mercancía además de portar los pasos para ganarse el pan de sus hijos y que fueron conocidos con el sobrenombre de “Gallegos”.

3 comentarios:

  1. Cuando te meten en el mundo del costal en sevilla, te das cuenta de que hay capataces que sin necesidad de tener un apellido "conocido", son mejores capataces que otros con "renombre", por decirlo de alguna manera, un capataz no lo hace un apellido.

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  2. pero tambien te digo que casi seguro abra alguien que a estos capataces (los gallego)no los pueda ni ver...

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  3. Y es curioso que esto capataces sin nombre aprenden de los de renombre....
    Los Gallego son muy queridos en este mundo, pero hay gente que no comparte su forma de trabajar, como pasa con todo el mundo

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