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martes, 23 de noviembre de 2010

VUELVE LA RESURRECCIÓN...


El pasado domingo volvió a su casa de Santa Bárbara el Señor en su Sagrada Resurrección de Linares tras el proceso de restauración al que ha sido sometido por el imaginero cordobés Manuel Luque Bonillo. Una restauración que pedía a gritos desde hace años donde ya se estaba haciendo común ver las antiestéticas grietas que lucía la imagen en partes importantes de su cuerpo.

En una homilía celebrada por D. José Antonio Balboa, párroco de San José Obrero de Bailén y antaño director espiritual de esta hermandad se presentó a la popular imagen linarense ante la sorpresa de cofrades y curiosos.

Es de suponer que todos los problemas estructurales que sufriría se abran reformado ya que por estos lares no existe la costumbre periodística de informar de todo aquello que hagan las hermandades…. por lo menos las grietas ya están tapadas. Por sus cofrades en los foros cofrades también podemos conocer que se ha realizado una intervención muy necesaria en la sujeción especial que lleva el Cristo, ya que no es una imagen que posea peana por su curiosa iconografía de ingravidez.


Lo que sí puedo opinar viendo la fotografías es que -además que se ha informado que la imagen a sufrido una limpieza de la suciedad acumulada durante años y el añadido de nueva policromía en las lagunas existentes de la policromía original- se le ha tenido que añadir nuevas policromías ya sea en algunas zonas en concreto o en toda la imagen, porque creo que la suciedad que poseía la imagen no era tal para las tonalidades que presenta ahora mismo. Es evidente que los tonos del pelo, barba y cejas son nuevos al que añadiría el sudario o mortaja que tiene tallado. En el resto del cuerpo no podría opinar con más rotundidad pero observando las últimas restauraciones que han sufrido otras imágenes de Víctor de los Ríos en la ciudad no encuentro paralelismos polícromos evidentes con los que se nos presenta el Resucitado linarense. Aun así me ha gustado el resultado pero pienso que se ha actuado sobre ella como se hiciese en los años ochenta del pasado siglo sobre su imagen mariana por parte de Antonio Garduño, modificando aspectos originales de la obra original. Un hecho muy valiente por parte de la hermandad, más si cabe por la que les cayó con la intervención de Garduño sobre la Virgen y las diferentes remodelaciones del misterio desde los años ochenta a esta parte que ya veremos más adelante.





Anterior aspecto con una grieta visible en la frente.

El Cristo y conjunto original como he dicho otras veces es obra del santanderino Víctor de los Ríos Campos en el año 1957. Anteriormente la cofradía vino procesionando con dos tallas anteriores realizadas en 1944 por el jiennense afincado en Torredonjimeno Miguel Jiménez Martos en la que el artista representó a un Cristo que ya dejaba constancia de la idea de ingravidez a modo de ascensión aunque uno de sus pies ya se unía a una nube peana que simulaba una especie de sepulcro aunque este Cristo sostenía en su mano derecha una cruz como símbolo de su Redención. Los desbordados años de la postguerra harían que este imaginero no pudiese desarrollar su potencial que aprendiera de influyentes artistas de la época como puede ser Mariano Benlliure, realizando imágenes mas próximas a un apaño para salir del paso que verdaderas obras de arte como ocurriría igualmente con los romanos del Prendimiento.


Seguramente esta seria unas de las escusas que tendría la junta de entonces para decidir el cambio de los titulares por unas nuevas del imaginero de moda en la época que estaba llenando Linares de obras que sorprendían a los ciudadanos y un carácter procesional “castellano” que elevaba a la Semana Santa de Linares como una de las principales de la provincia.

El maestro de Santoña fiel a su estilo ideó un misterio originalísimo que rompía con los esquemas más establecidos sobre esta representación mostrando a Cristo en una ingravidez que pareciese tallado en el aire sobre una especie de sepulcro con la roca movida, acompañado de dos ángeles en una conseguida acción volátil junto al Resucitado. Para la lógica sustentación del conjunto ideó como elemento de enlace la propia mortaja del Señor llena de movimiento que se unía a la espalda del Cristo en una conseguida idealización de ingravidez de las imágenes y los tejidos. Una escena que puede recordar al mismo pasaje sevillano creado por Francisco Buiza en 1973 ya que el Señor de Santa Marina igualmente se encuentra en ingravidez usando la mortaja de punto de apoyo aunque el imaginero de Carmona puede que tomase de referencia el antiguo Resucitado de Cádiz de Domenico Giscardi que el mismo conociera al restaurarlo. El actual Resucitado de Cádiz de Luís Enrique González Rey sigue actualmente esta misma representación al igual que el de la capital almeriense obra de Coullaut Valera Mendiguita del año 1960.

El paso linarense lograba por si solo una gran altura del conjunto escultórico por lo que tenía que procesionar en un sencillo paso o carroza de poca altura, al estilo de los pasos ubetenses o de los “castellanos”, estilo que el imaginero implantó en la Semana Santa linarense hasta los años ochenta del siglo pasado. Por este motivo la hermandad tuvo que cambiarse de sede canónica, de San José a Santa Bárbara para que pudiese salir el enorme conjunto. Tambien realizaría casi simultaneamente otro misterio casi similar al linarense para la ciudad de León.




León y Linares.

Misterio de León.

Misterio de León en la calle.
Con la llegada de la democracia y la transición a España las cofradías y la Semana Santa de esta provincia no gozaban de buena salud y hacía pensar a muchos sobre la posible extinción de algunas hermandades…. Aquello seria contestado con un resurgir espectacular que aria que la Semana Santa a partir de los ochenta viviese el mayor esplendor en toda la historia de la ciudad cuando algunos jóvenes decidieron poner su mira en esa Semana Santa que nunca ha decaído, la de Sevilla.

CONTINUARÁ…

3 comentarios:

  1. Después de la polémica que has tenido con el nota ese, en tu anterior entrada dedicada a Víctor de los Ríos, y como ya sabes que yo siempre firmo mis comentarios, te doy mi punto de vista.

    Bajo mi humilde opinión, lo que se hizo con el misterio de la Resurrección fue una barbaridad. Creo que tenían uno de los misterios más originales de la Semana Santa de España, por su valentía, por su planteamiento estético, por el juego de volúmenes, que lo hacían ser un verdadero impacto visual para el que lo contemplaba (la madre de Pilar me recuerda dicha emoción).

    Las transformaciones a partir de los años ochenta, para mi gusto, fueron un despropósito. He visto fotos con la antigua Dolorosa convertida en Magdalena y repintada hasta la saciedad y era para salir corriendo.

    En los noventa, con la inclusión del ángel (por cierto, necesitado igualmente de una restauración, pues está "comido" de fisuras) se empezó la transformación, para mi gusto a peor, del conjunto.

    Y ya en esta década se le ha dado el impulso definitivo para crear un misterio "sevillano", con dos romanos, cascos con muchas plumas, paso nuevo (seguro que dorado) que nada tienen que ver con la idea original.

    Me temo que, como denuncian algunos expertos en la obra de Víctor de los Ríos, nuevamente se ha falseado su obra. La policromía canta por los cuatros costados que es nueva, solo hay que fijarse en los brillos que tiene ahora la imagen, mientras que las policromías de Víctor de los Ríos eran muy planas, empleando muchas veces ceras para patinar.

    Sinceramente, creo que deberieron cambiar el misterio entero por uno de nueva factura, imagen del Señor incluida, antes que desmochar de esta forma la gran creación de Víctor de los Ríos.

    El misterio de Víctor bien podría haberse convertido en el eje de un museo dedicado a su figura y su obra en la ciudad de Linares, para la que tanto trabajó, tal como se ha hecho en San Roque (Cádiz) con Luis Ortega Bru.

    Pero claro, seguro que eso no se le ocurrió a ninguna cabeza pensante del Ayuntamiento de Linares.

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  2. Y una última aclaración. El Resucitado de Sevilla está inspirado en un cuadro de Murillo de dicha temática que está hoy en la Academia de San Fernando de Madrid.

    Dicho cuadro perteneció a la Hermandad del Museo de Sevilla, fue expoliado por los franceses durante la Invasión Francesa. Recuperado por las tropas inglesas en la frontera con España, en vez de devolvérsele a su legítima propietaria, se llevó a Madrid, decidiendo el Rey entregarlo a la Academia de San Fernando.

    Mada webs...

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  3. gracias "amigo" -no resulta raro que te nombre asi- rafa, que yo no estoy en contra de lo que has dicho pero yo solo cuento lo que paso aunque aya remodelaciones que me gusten, no quiere decir que vea bien que se hagan.
    lo del cuadro de murillo y el resucitado de cadiz lo cogi del boletin de ls cofradias, solo que me salte lo del cuadro por no rellenar tanto pero viendo el cuadro y la imagen es evidente que la imagen tuvo que tener mas peso.

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