EN EL VALLE DE LOS SUEÑOS...

Recuerdo en aquellos tiempos de videos del Correo de Andalucía y la lectura cofrade en el Diario la noticia de la Coronación Canónica de la Virgen de la Encarnación de la hermandad de San Benito. Sinceramente era la primera vez que leía este término y poco a poco fui comprobando de qué se trataba. La primera fue la Amargura, después la Macarena, la Esperanza de Triana y un considerable “etc…” hasta la actualidad.

Rebasado el ecuador del año 2002 y en sus últimos meses cumplía un año como componente de la banda del Rosario de Linares y por ende como hermano del Prendimiento de Linares y gracias a esto en aquel tiempo pude conocer por primera vez un paso de Sevilla en la calle, una experiencia magnifica que ya refleje en estas páginas.

Pero no se quedo ahí la cosa, poco tiempo después el recordado Andrés Caparrós nos comunicaba a los “baileneros” que si queríamos asistir a la ceremonia de Coronación de la Virgen del Valle el día uno de noviembre de aquel año, es decir por hoy hace ocho años.

La hermandad había recibido invitaciones para la junta de gobierno y se podrían “rellenar” los huecos de aquellos que no podrían asistir. Así aquel día que comenzó en la espera madrugadora en el aparcamiento del hotel Zodiaco de Bailén –con la presencia del torero Enrique Ponce que al parecer se marchaba de caza desde este punto- con mi amigo Vicente -en el interior del coche con su padre que nos acercó y que hoy será uno de esos santos que están en el cielo- y si no recuerdo mal con Óscar del autobús que nos desplazaría a la capital hispalense.

Quien me lo iba a decir que en unos meses pasaría de soñar a vivir los sueños cuando me vi bajo las naves catedralicias y ante la Virgen del Valle pude saborear una cita histórica que quizás muchos sevillanos les hubiese gustado vivir y no pudieron, y yo que venía desde la otra punta de Andalucía estaba presenciando.

Empezó a salir el cortejo para comenzar la ceremonia, con el Cardenal Amigo –“El Coronador”-, los Seises, mientras en el órgano del templo metropolitano se escuchaban los acordes de una de las más bellas e impresionantes marchas fúnebres que se han escrito para la Semana Santa y que su autor Vicente Gómez Zarzuela dedicase en el lejano año de 1898 a la dolorosa que ya esperaba ansiosa su corona como Reina del Cielo y de la Tierra –una obra realizada por Manuel Valera en su taller de Córdoba-, una marcha por cierto que según D. Abel Moreno se puede considerar la primera titulada en honor a una imagen.

Una experiencia inolvidable que guardo en mi baúl de los recuerdos que nos brindase nuestra hermandad y sobre todo el “Capataz del Soberano” con una emocionante jornada de la festividad de todos los santos en la ciudad de Sevilla donde además durante la comida en Triana, junto a la Estrella pude conocer al capataz del “Soberano de Triana”, Manolo Garduño que se acercó por asuntos profesionales a tratar con Andrés ya que por entonces se estaban realizando en el taller de Garduño las bambalinas laterales del palio del Rosario.

Virgen del Valle. Sevilla



Virgen de las Angustias. Córdoba

 Curiosamente viviría una nueva experiencia años después con la dolorosa de los ojos verdes del templo de la Anunciación, con la imagen atribuida al genial Juan de Mesa y Velasco –por su parecido con las Angustias de Córdoba- que se encontraba presidiendo el altar mayor de su sede canónica en el día de la boda de una prima mía residente en Sevilla, y es que Élla tuvo mucho que ver para que aquella ceremonia se celebrase allí por la amistad de mi prima con un destacado hermano del corporación del Jueves Santo, que le consiguió incluso que la casara un cada vez más famoso sacerdote “cofrade” en la ciudad, el Prior del Santo Ángel Juan Dobado viviendo una ceremonia muy “cofrade” bajo la atenta mirada de la Virgen del Valle.

En aquella tarde del día de los santos también se repitió una vuelta histórica –no la vuelta del palio, eso ocurriría dos días después- conociendo por casualidad y con sorpresa como eran las glorias sevillanas….

Unos vídeos de esta impresionante hermandad de corte serio y sobre todo de su Palio, con los acordes sublimes de su marcha "Virgen del Valle" o esa marcha sublime que últimamente hace vibrar a los sentidos "Margot", obra que proviene de una ópera de Turina al igual que "Ione" pero en este caso de  Errico Petrella.