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domingo, 11 de septiembre de 2011

LA ÓPERA MAS AMARGA DE TRIANA...

Se cumple hoy diez años de unos de los días más trágicos de la historia de la humanidad. Quien lo iba a decir, aun parece que fue ayer cuando hace una década el mundo se sobrecogía viendo lo que es capaz la mano del hombre y en si el fanatismo llevado al extremo y de lo que a veces seriamos capaces por una ideología o una creencia… menos mal que a nosotros nos lo dejó claro en el quinto mandamiento, aunque a lo largo de la historia también hayamos cometido atrocidades en defensa de nuestra religión. El mundo ya no fue el mismo y sin duda marcó para siempre la historia de la vida humana.
Y aunque no sea el motivo más agraciado, hoy por este motivo me gustaría hablarle de un nuevo tema capillita aunque parezca que tal circunstancia no tenga mucha relación entre sí. Aquel 11 de septiembre de 2001 se encontraba en Manhattan alojados en el hotel Flatotel, a una milla y media de la hoy denominada Zona Cero donde se levantaban las emblemáticas Torres Gemelas, entre la sexta y octava avenida la banda de cornetas y tambores del Santísimo Cristo de las Tres Caídas de Triana. Bueno en realidad unos cuantos integrantes de los más de cien con los que cuenta la formación musical de la hermandad de la Esperanza de Triana.

La razón de aquello era por ser partícipes de uno de los espectáculos más singulares que ha dado el ingenio español, al recrear la música que creara el mítico Alberto Escámez en una ópera, pero una ópera muy especial donde se mezcla el cante y el baile flamenco para recrear la mítica historia sevillana de Carmen la cigarrera salpicada de las notas cofradieras. Idea que surge del dramaturgo y cofrade de la hermandad de su barrio, el Cerro del Águila Salvador Távora que aria que los sones de Triana sonaran y sorprendiera a todo el mundo, visitando multitud de países los músicos que aún sigue dirigiendo Julio Vera.
 Una curiosa representación, donde se mezcla la música cofradiera con el arte fusión como se definiría hoy en día donde los componentes interpretaban diversas piezas adaptadas a su estilo y algunas marchas de su repertorio como “María Stma. del Rocío”, “En tus Lagrimas Amargura”, “Triana”, “María Stma. de las Angustias”, “Enmanuelle” –escena en la que don José Lizarrabengoa mata a Carmen- o una marcha que ojala vuelva al repertorio de la banda “Toques de Triana”. Este famoso espectáculo de la Cuadra de Sevilla se convertiría rápidamente famoso entre el mundo cofradiero evidentemente por la música utilizada en el mismo.
Aún recuerdo como mi amigo Alfonso Piñero me hablaba de la impresión que dejó por… no recuerdo si me dijo Oviedo o León la interpretación de la música trianera, aquel 2001 que cosas de la vida escuché por primera vez a la banda en directo. Aquella cuaresma donde comenzó mi etapa musical en la agrupación musical del Stmo. Cristo de la Expiración de mi pueblo, viviendo entonces algunos certámenes en la provincia. Uno de aquellos domingos cuaresmales, la hermandad del Descendimiento de Linares organizó en el ya derruido teatro Olimpia de Linares un concierto en la que actuaría su banda de música, la agrupación musical de Ntro. Padre Jesús de la Pasión de Linares, que impresionaría al respetable con su magnífica interpretación siendo para este que escribe una de las mejores etapas de aquella banda, que acababa de lanzar al mercado su segundo trabajo discográfico donde una marcha del nazareno Nicolás Barbero volvía a sorprender al público con la genialidad del amigo “Wily” en el impresionante solo que se marcaba de la marcha “Triunfo de tu Santa Cruz”.
Un entregado y abarrotado teatro se rendía a lo que estaba por llegar… las gorras de la marina llenaban el escenario y el ancla bordada en oro inundaba los ojos de muchos en aquel recinto. Seguramente algunos músicos de Triana no olviden aquel día porque incluso los avisos de la marchas eran respondidos con grandes ovaciones en las que se interpretaron los “éxitos” de aquella época como “Bulerías en San Román”, “Enmanuelle”, “Al Cielo el Rey de Triana” o el estreno aquel día de una sentida marcha titulada “El Salvador”. Esta marcha se la dedicaron a otra de las desgracias que asolaron a la humanidad aquel año, cuando el 13 de enero y el 13 de febrero el Salvador fue asolado por dos terremotos que dejaron 1259 víctimas. Unos 3000 serían las victimas el 11 de septiembre y más de 6000 heridos que serían recordados musicalmente por la banda de las Tres Caídas en el trabajo discográfico que grabaron para la cuaresma de 2002 titulado “A la Memoria…“ donde se grabarían las nuevas marchas de la banda y una sentida plegaria del pregonero de la Semana Santa de Sevilla del año 1991 pronunciado por José María Rubio Rubio que abría el cd al vecino más antiguo de la calle Pureza, el Santísimo Cristo de la Tres Caídas con los acordes de fondo del toque marcial de oración por las victimas de aquellos trágicos sucesos. Evidentemente aquel día, se suspendió el estreno del espectáculo en el teatro City Center pero si se volvió reanudar ante la reacción del estado americano de que todo siguiese el ritmo normal de vida, aunque aquello nunca volvió a ser lo mismo. Seguramente aquel día, el peso de la cruz sería más agobiante y su mano se hundiría en el suelo de Triana con mas agonia…















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