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martes, 13 de septiembre de 2011

UNA GLORIA EN EL GÓLGOTA...

Me ha sorprendido sobremanera las fotografías que ilustran esta entrada en las que se muestran el paso de gloria más raro que me encontrado jamás. A simple vista nos retrotrae a un paso de calvario ya que en el mismo aparecen las tres cruces del calvario, pero desnudas y una imagen presidiendo dicho paso, más próximo a la tipología de Semana Santa que de gloria. El mismo pertenece a la jovencísima hermandad hagiográfica de la Santa Cruz de Nuestro Señor Jesucristo en el sagrado misterio de su hallazgo, triunfo del Santo Lignum Crucis y Santa Elena… la hermandad de Santa Elena como ya se le conoce en su ciudad, la antigua Isla de León, San Fernando constituyéndose como hermandad de pleno derecho desde el pasado año por lo que es la hermandad más joven de la ciudad. Tanto la imagen de la Emperatriz Santa Elena y el paso, aun en ejecución se deben al artista local Juan Carlos García Díaz cada vez más prolijo en aquellas tierras y ya que mañana es la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz que mejor que traer hoy a mis rincón capillita esta singularísima gloria andaluza aunque directamente no tenga que ver con la festividad litúrgica que se celebra mañana. El motivo es bien sencillo, ella fue la que buscó y encontró casi tres siglos después de la Resurrección de Nuestro Señor la Santa Cruz en la que fue crucificado en el monte Gólgota, de ahí esta curiosa representación en la que la santa sostiene en sus manos un Lignum Crucis. Muchas de las primitivas hermandades de penitencia que rendían culto a la Santa Cruz, muy común en las que rendían culto a Cristo cargando a cuestas con la cruz la tenían por ancestral titular y algunas la siguen manteniendo como la hermandad del “Paso” de Baeza (Jaén).

Ella fue la madre del emperador que les concedió la libertad a los cristianos, después de tres siglos de persecución Flavio Valerio Aurelio Constantino, también conocido como Constantino I, Constantino el Grande o, en la iglesia ortodoxa, las antiguas iglesias orientales y la iglesia católica bizantina griega, como San Constantino. Nació en el año 270 en Bitinia (hacia el sur de Rusia, junto al Mar Negro) siendo su padre un hotelero, y dicen que era especialmente hermosa. Este hecho no pasaría desapercibido por un general muy famoso del ejército romano que llegó a aquellas tierras enamorándose y casándose con Elena, llamado Constancio Cloro naciendo de este matrimonio Constantino. Cuando ya llevaban un buen tiempo de matrimonio sucedió que el emperador de Roma, Maximiliano, ofreció a Constancio Cloro nombrarlo su más cercano colaborador, pero con la condición de que repudiara a su esposa Elena y se casara con la hija de Maximiliano. Constancio, con tal de obtener tan alto puesto repudió a Elena. Y así ella tuvo que estar durante catorce años abandonada y echada a un lado. Pero esto mismo la llevó a practicar una vida de santidad.
Pero al morir Constancio Cloro, fue proclamado emperador por el ejército el hijo de Elena, Constantino, y después de una fulgurante victoria obtenida contra los enemigos en el puente Milvio en Roma (antes de la cual se cuenta que Constantino vio en sueños que Cristo le mostraba una cruz y le decía: "Con este signo vencerás"), el nuevo emperador decretó que la religión católica tendría en adelante plena libertad (año 313) y con este decreto terminaron tres siglos de crueles y sangrientas persecuciones que los emperadores romanos habían hecho contra la Iglesia de Cristo. Constantino amaba inmensamente a su madre Elena y la nombró Augusta o emperatriz, y mandó hacer monedas con la figura de ella, y le dio plenos poderes para que empleara el dinero del gobierno en las obras buenas que ella quisiera.
Elena, que se había convertido al cristianismo se fue a Jerusalén, y allá con los obreros que su hijo, el emperador, le proporcionó se dedicó a excavar en el sitio donde había estado el monte Calvario encontrando la cruz en la cual habían crucificado a Jesucristo, de ahí que se representada iconográficamente con una cruz en la mano, o como esta manera tan curiosa en san Fernando.


Dice San Ambrosio que Santa Elena aunque era la madre del emperador, vestía siempre con mucha sencillez y se mezclaba con la gente pobre y aprovechaba de todo el dinero que su hijo le daba para hacer limosnas entre los necesitados. Que era supremamente piadosa y pasaba muchas horas en el templo rezando aunque en el arte se le haya representado habitualmente como emperatriz romana, vestida con ricos ropajes, y portando casi siempre la Vera Cruz, y a veces con su hijo Constantino. Es muy habitual la representación del momento del hallazgo de las reliquias (Invención de la Cruz) en el monte Calvario y los prodigios y milagros subsiguientes como nos muestra el paso isleño. En Tierra Santa hizo construir tres templos: uno en el Calvario, otro en el monte de los Olivos y el tercero en Belén y gastó su vida en hacer obras buenas por la religión y los pobres.
Aunque su festividad es el 18 de agosto procesiona por las calles de San Fernando en el mes de mayo - Su día festivo se celebra en la Iglesia Cristiana Ortodoxa con el de su hijo Constantino, el 21 de mayo- tal como vemos en los videos al andar autóctono de la capital, a paso horquilla esta gloria en el monte calvario.







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