Buscar este blog

sábado, 23 de febrero de 2013

POR LA CALLE DEL ROSARIO...


Ese es el nombre de una nueva marcha que la banda del Rosario le ha dedicado a su hermandad, y es que esa calle es mucho más que una calle para Linares, sí, me atrevo a generalizar, cualquier linarense que me dio conozca las cosas de su pueblo, sabrá que esa calle por lo menos huele a pasión -y es que en Andalucía existen las calles cofrades-, al aroma de la semana más diferente de todo el año, para unos para mal y para otros como la misma gloria. Desde que un día pusiesen sus divinas plantas el Soberano y su Madre del Rosario en esta calle, comenzó a conocerse como la calle quizás más cofrade de la ciudad, luego han llegado hasta ella otras para aprovecharse de su encanto y de ese tirón… pasar por esa calle en cualquier fecha del año es oler a primavera, a sentir el calorcito de una tarde de Jueves Santo, a sentir el agobio de la bulla y casi percibir el aire que rasga un izquierdo profundo, de dentelladas de oro del Getsemaní errante o el dulce perfume que desprende el tintineo del palio, de aquella que preside la calle en su retablo cerámico. Este año si no me equivoco toca nuevamente de noche…
Mañana, Dios mediante –eso del “si el tiempo no le impide” queda mejor en los toros- la banda creo que intentará ponerle música a todo esto que relato y mucho más, porque en la calle del Rosario caben tantas cosas que sería siempre imposibles de narrar y esta noche las cuadrillas de su hermandad volverán al trabajo, no sé si se pasará por la calle del Rosario, pero esta vez, si aquel hermano, el mejor de todos, al que nadie crítica y mira mal… es que ese calma a una fiera con su siempre mansa y baja mirada, el que se encuentra un poco aquejado allá por Sevilla, si lo ve conveniente, me dará el placer del volver a sentirlo, casi igual que cuando se sube a su galeón de fe para pasearse por Linares, aunque solo levantemos madera y hierro inerte de gloria soberana… hoy comienza mi vuelta bajo la mejor galera de marineros de secano que pueda haber, hoy vuelvo a sentir el “suave” roce de la arpillera, a la presión de las fajas, quizás al dolor del poco uso en la sienes, a enderezar las piernas, intentar de una vez por todas no hacer cuclillas en las levantás,  a abrazar a los “ponis”, los grandullones, y la gente buena del palio, a escuchar y me agrada que sea así la voz de David Parra y Antonio Acuña y andar de una forma maravillosa, racheando, ese andar que solo en estos momentos tienen el privilegio de hacer los elegidos… hoy volvemos a ser “Costaleros del Soberano”…

No hay comentarios:

Publicar un comentario