El próximo sábado día 9 de febrero de este de año del Señor de 2013, al que le pedimos una vez más que mejore en lo concerniente al trabajo, será presentado como viene siendo costumbre en los últimos años, en el fin de semana de carnaval, el cartel que anuncie la inminente Semana Santa de Bailén, mi pueblo. Será el último Cronista Oficial de la ciudad -ahora creo que no hay-, Juan Soriano Izquierdo el encargado de exaltar la obra artística, fotográfica al parecer, que anunciará a los cuatro vientos los días grandes de la Semana de Dios por la calles de la vieja Baécula.
El tema principal rondará sobre la hermandad de la Santa Vera Cruz, evidentemente alguna o algunas de sus imágenes titulares tomarán el protagonismo central, una de las cuales al parecer puede que no procesione en la próxima Semana Santa, el Sagrado Descendimiento, por lo menos en la ultimas noticias publicadas en el blog de la hermandad no se nombran entre las estaciones de penitencia que desarrollará la MUY ANTIGUA Y VENERABLE Cofradía de la Santa Vera Cruz… compruebo nuevos títulos en la denominación de la hermandad.
Como digo, he esperado hasta que la Agrupación de Cofradías o la hermandad lo hiciese público, como así ha sido en el blog de la hermandad para anunciar lo que quizás puede interesarme a mí para mostrar en la temática de este blog.
Como diría el capataz sevillano Antonio Santiago, las personas somos “instrumentos” del de allí arriba, y aunque no lo sepamos, un acto nuestro puede ser crucial después para alguien, a veces el más desconocido. Ayer mismo me encuentro por casualidad un blog fotográfico de un bailenense donde muestra sus trabajos, creo que aficionados y me encuentro la fotografía que ilustra esta entrada, el mismo se denomina “Jarrero-fotografía”. Pensé… “este sería un magnifico cartel”, para mí claro, aquí en Bailén sigue primando el pensamiento que un buen cartel sigue siendo un primer plano, por malo o bueno que sea, de una imagen. Pero esta foto tenía mucho de mensaje, la esencia era diferente, donde premian más los símbolos que otra cosa. Curiosamente difuminado, en un segundo plano, el misterio del Descendimiento, el último en llegar hasta este año… pareciendo anunciar un posible ocaso, presente y pasado porque en primer plano aparece lo que siempre debe conservarse, quizás lo esencial, lo que le da vida a una hermandad siempre contando con el beneplácito del que vive en el cielo; las personas que se cubren con el caperuz negro de los siglos a una devoción o a una pasión, porque la Semana Santa tiene que tener devoción, pero quizás mucha más pasión, sin ella quizás las imágenes seguirían escondidas en el letargo de los años, ensimismadas en sus iglesias y capillas, y quizás hoy estarían completamente olvidadas y desfasadas. Un caperuz negro con esa cruz blanca que quiera o no quiera forma parte de mi historia y de mi vida, aunque a veces la misma te aleje de ella, aunque ello no quiera decir que su contemplación erice mi espíritu y florezca la añoranza, quizás más una nostalgia que ya sientes lejos.
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| En sus años mozos. |
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| Años 80 en el Corpus. |
Esa mirada perdida, del que ve la vida a través de un agujero podría ser la de tantos y tantos hermanos que con más o menos devoción y más o menos pasión han seguido manteniendo la tradición para que los años se rompan en el tiempo como dijo aquel capataz poeta, pero para que la pasión siga viva… ese nazareno, podría ser mi padre, aunque él lleva quizás más de veinte años sin vestirla y sin ni siquiera salir en la procesiones, ahora menos con su desmejorada salud, ciertamente su última “túnica” fue un traje oscuro, corbata y medalla al cuello y pequeña velita en mano mientras palpaba en sus pies desnudos como está de frio el suelo de Bailén cuando la Luna del Nissan lo ilumina en primavera… camino detrás de sus titulares, mostrando su penitencia y sus penas públicamente mientras suplicaba al mejor de los nacidos… pretendió posponer una “igualá” allí en la Gloria que ya estaba decidida, y es que el Capataz Eterno siempre busca a los mejores…
Desde entonces anda un poco ofuscado con Él que todo lo puede, sin que sepa, que aunque apriete, no ahoga, a veces también nos da algunos regalitos. A veces les muestro ciertos “premios” que recibo en la vida, actos que siento como reconocimientos a un desinteresado trabajo, por esa pasión, regada de devoción como no, por el mundo de la cofradías. Hoy me cabe el honor de anunciar, que como también viene siendo costumbre en los últimos años, en la presentación del Cartel de Semana Santa y el programa oficial de actos, se le rendirá un homenaje, seguramente merecido –para eso lo han decidido sus hermanos en Cristo-, a la vida, seguramente poco fácil, y a su aportación y trabajo con la Cofradía de la Santa Vera Cruz y como no, por la Semana Santa bailenense. Por eso siempre le digo que en la vida hay que ir en silencio y si hay que hablar que sea con la verdad por delante, que al final la alegría vencerá a la frustración y que si en esta vida no llega, será en la otra donde sin duda triunfan los que aquel carpintero de Galilea llamó bienaventurados… y para él, si su “enclavao” lo ve conveniente, recibirá el homenaje que con su desinteresado trabajo se ha forjado. Para aquellos visitantes que me comentáis lo “enganchaos” que están a este blog, los que disfrutáis con mis historias, los que lo tenéis en visita diaria obligatoria… pues deciros que si no hubiese sido por él, hoy no estaría aquí hablándoles de cofradías, por ello creo que ya es suficiente motivo para brindarle un afectuoso aplauso.
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