LUNES SANTO...AGUA Y LUCES. (y II)

Tras contemplar la “primera del día” nos tocaba nuevamente esperar que saliera Santa Marta, Las Aguas o verla nuevamente pero al llegar a la plaza del Salvador nos encontramos la iglesia abierta. Que mejor para aprovechar y visitar los pasos del Polígono de San Pablo, los del Amor y los de Pasión de aun no tenia la dicha de conocer. Pero al entrar me encuentro que es el traslado del Nazareno de Pasión a su paso, puff que suerte que fuera a puerta abiertas y poder comprobar como se debe de tratar a una imagen que representa a nuestro Señor, sin palabras ante aquel acto con el que Sevilla nos “daba en to la boca” nuevamente sobre como hay que hacer las cosas, nos mostraba que una imagen no es un mueble y aunque sea un instrumento material para realizar culto a Dios se requiere del mayor de los tratos y respetos. En unas andas portadas por hermanos de avanzada edad, con los rezos y el canto de Música Sacra en directo se fue trasladando entre el silencio sepulcral de una iglesia abarrotada hasta un especie de ascensor que elevaría la portentosa imagen de Montañés – ese otro Dios de la madera- para que arriba unos hermanos – supongo que sus priostes- lo colocasen sobre el lugar donde cogerá su Cruz – sin la ayuda del Cirineo por desgracia desde mi punto de vista- y caminar sobre su retablo de plata y oro, ese joyero que soñó y realizo Cayetano González. Tras esta intima y también espiritual experiencia, con mis manos tocando los empapados faldones del misterio del Cautivo y Rescatado -con el estreno del canasto dorado y los ángeles de las esquinas- y la portentosa contemplación de las joyas de arte cofrade que atesora las cofradías que están allí radicadas cogimos nuevamente camino rumbo al Arco del Postigo ya que como era de esperar y con un cielo nada amenazante Santa Marta decidía quedarse en San Andres, quizás Ortega Bru tan escrupuloso con su trabajo no quiso consentir que su obra se mojase aquella tarde y dejó a su genial obra del Traslado al Sepulcro junto al suyo donde el duerme el sueño de los justos.
Pero llegaban buenas noticias y Las Aguas de la calle Dos de Mayo se echa a la calle junto a La Vera+Cruz, Penas de San Vicente y si no pasaba nada malo El Museo.



Al llegar a la Puerta del Arenal ya se encontraba abarrotada de publico y eso que aun no había salido la cofradía y allí nos encontramos en calle Arfe a Pedro que había vuelto a Sevilla con Nico acompañado de paisanos suyos de Baeza. Seguramente se notaba que a esas horas todas las hermandades que no habían salido o habían suspendido su estación de penitencia en plena calle, deberían estar por todo ese radio de ciudad y ante la decepción por su ausencia – tal como nos reflejaba Nico que no iba a poder disfrutar de su otro Soberano- todas las primeras calles del itinerario se encontraban “hasta las trancas” en busca de cofradías. A la espera que llegase la cruz de guía y la sorpresa de ver por allí paisanos de Bailén como al amigo y casi vecino Miguel A. Cámara y algunos componentes de la banda del Nazareno de Bailén, charlando también con Miguelillo sobre los avatares históricos de la banda del Sol llegó el imponente paso de misterio presidido por el Crucificado de las Aguas. Un paso “semi-alegórico” donde un ángel -salido de la gubia del poco reconocido Juan Abascal Fuentes- recoge con un cáliz la sangre y agua -de ahí la advocación del Cristo- que emana del costado de Jesús tras ser atravesado por la lanza de Longinos. Un conjunto de imágenes salidas de la mano de Duarte -San Juan y la Magdalena- con la bella dolorosa del Mayor Dolor -que recrea a la desaparecida de Montes de Oca -obra de José Romero Murillo y el mencionado ángel que conforman este calvario alrededor del Cristo de las Aguas de la que cuentan que Antonio Illanes -su autor- consideraba su obra maestra.
Con el estreno completo del dorado de canasto y candelabros del paso que están realizando los Hermanos Caballero se posó ante nosotros el misterio para continuar su camino a los sones de “Bendición” con unos cuantos “devotos rosarieros” de las bandas entre el paso y la banda....
Tras Él la bella señorita de Guadalupe, con sus originales bambalinas y la siempre presente vinculación en la historia de la Semana Santa sevillana con su autor, Luis Álvarez Duarte y las diferentes versiones sobre su echura, la romántica y la menos romántica...
Tras esto nos desplazamos hasta la Cuesta del Rosario para contemplar la subida del misterio del Beso de Judas, buenos ratos de charla con nuestros acompañantes en el camino por las callejas de casco antiguo y allí en la plaza de la Pescadería a la espera del Señor.
Estando la plaza poblada de hermanos “Prendios” como Jaime –autor curiosamente del vídeo que muestro-, Agustín, Simarro, Arcos, Esteban, Olmedo, así que recuerde llegó nuevamente este portentoso misterio a los sones de una marcha que me toca la fibra sensible...”Señor de San Román”, con su estilo marcado con “costeros largos” pero sin “costero a costero”, romper poco –tiene el récord de la hermandad más lenta en 2009 según un estudio del Boletín de las Cofradías de Sevilla- y como no “sobre los pies” el paso reviró al compás de la marcha “Hágase tu Voluntad” en busca de la Plaza de la Alfalfa.



Tras el misterio intentamos salir de aquel “agujero” formado por una caseta de televisión que impedía el acceso a las calles que bajan hasta la Plaza del Pan. Entre la bulla y empujones conseguimos salir para encaminarnos a la Cuesta del Bacalao para comernos el bocadillo de la cena mientras vimos por Placentines el palio de la Vera+Cruz con la Virgen de las Tristezas.
Al igual que al medio día ocurrió, llenando la barriga comenzó de nuevo a lloviznar pero esta vez con mucha menos intensidad y menos duración lo que hizo que las Penas de San Vicente se retuviera en la Catedral junto a Las Aguas y la hermandad del Museo que le pilló en plena Carrera Oficial.
Con esto nuestros hermanos decidieron poner rumbo a casa y nosotros nuevamente a escuchar la radio en las gradas de la calle Alemanes.
Con retraso nuevamente y al parar de llover las hermandades emprendieron el camino del vuelta, alterando recorridos, ritmos en el andar, etc...la Vera+Cruz se fue directamente bajo la llovizna hasta sus sede.
Con todo esto se echó nuevamente a la calle una de mis hermandades favoritas de Sevilla, Las Penas de San Vicente. En lugar de volver por Placentines la cofradía se encaminó por Hernando Colón hasta la plaza Nueva, el paso del Señor llegó imponente y sobrio, esa maravilla “Ronaldesca” que soporta desde el suelo el Santo Madero de Carey y que un año más fuimos pocos inteligentes al contemplarlo desde el costero izquierdo del paso mientas Él mira al lado derecho. Y después esa joya de paso palio que le ideara en muchos aspectos el eterno cofrade que ira siempre unido a esta corporación, Juan Carrero. Todo es para mi sublime en este paso, como no Élla, Dolorosa de un estilo único en la ciudad con un estilo sobrio con su peculiar palio de cajón con crestería, los faroles del cola o los respiraderos inspirados en unas bambalinas que ideara Cayetano González para la Señora de los Dolores -que nunca llegaron a realizarse para esa función- que se marchó creo recordar a los sones de “Ione" que interpretaba la banda del Maestro Tejera.
Tras todo esto esperábamos al Museo pero por lo visto tenia que esperar a que saliera Las Aguas por la puerta de San Miguel y el cansancio y los pies que un año más me la volvían a jugar, decidimos volver hasta la Cartuja – que tiene un paseito- para volver a Camas tras un incompleto Lunes Santo...pero las luces, la normalidad volvería con un intenso Martes Santo....