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viernes, 7 de diciembre de 2012

ROSARIO, LA INMACULADA DOLOROSA DE LINARES...


En las puertas del día más grande del año en honor de Nuestra Madre Bendita, Madre de Dios y Madre de todos los hombres y mujeres claro, Maria Stma. En su Inmaculada Concepción, hoy les dejaré con nuestra apenada Virgen del Rosario, la de la mirada fijada siempre en el cielo y que tras dejar el enlutado noviembre, ya luce sus vestimentas propias de la época, los tonos claros, blanco y azul celeste concepcionista para la que es Señora de los corazones de sus hermanos y la que sin duda vino a pegar un puñetazo en lo alto de la mesa para recodar a Linares que el culto a la Madre de Dios es tan importante como al de su Bendito Hijo.
Tal como diría cualquiera que esté un mínimo de preparado para aventurarse a hablar de historia, de arte o de cofradías, diré que según  la opinión o verdades expuestas, no me atrevo ya a ir más lejos, bueno a lo que iba, según leo en este ultimo numero de la revista “Pasión en Sevilla”, en un articulo de Javier Macías sobre una figura muy propicia para estas fechas, el genial pintor sevillano del siglo XVII, Bartolomé Esteban Murillo, simpar creador de las más gloriosas iconografías de Nuestra Señora en su Inmaculada Concepción, donde destaca la opinión de expertos como Álvaro Cabezas. Según el mismo, la inspiración que tomarían los artistas de finales del XVIII y XIX estarían basadas con mucho fundamento o más bien inspiradas en los postulados de la obra de Murillo y quizás en escultura, en Roldan. Según se deduce en el articulo, tanto el valenciano Blas Molner y el sevillano Cristóbal Ramos, profesores de la Real Escuela de las Tres Nobles Artes impulsarían todo estos postulados en la obra religiosa de su tiempo –con discípulos como Juan de Astorga- que tuvo que “combatir” contra la nuevas corrientes procedentes de la vecina Francia, que terminaron por introducir en España los modelos neoclásicos que se distinguieron  por su oposición a toda clase de vinculación religiosa, en elogiar el más interesado individualismo y en el que la razón debía de estar por encima de todo sentimiento.

Según estas pautas insisten en su opinión aunque no esté documentado de que en el caso de Cristóbal Ramos tomó como modelo inspirador, las Inmaculadas de Murillo para realizar su quizás obra más popular, la que dicen llaman “la Inmaculada dolorosa de Sevilla”, la Virgen de las Aguas, de la hermandad que vive en la capilla anexa al Museo de Bellas Artes, donde precisamente se guardan algunas de las grandes obras de Murillo y donde cada Lunes Santo, la figura en bronce del inmortal pintor ve bordear la plaza que preside, a la Señora que mira al cielo como sus irrepetibles Inmaculadas, quizás con la misma actitud implorante hacia el cielo aunque hoy día no lleve sus originales manos entrelazadas como las Inmaculadas “murillescas”, donde hasta sigue los colores en su vestiduras tal como el pintor reflejó en sus lienzos, túnica blanca y manto azul, según estos expertos, siendo el pionero en “vestir” con los pinceles a la nacida sin mancha basándose en la visión divina de una beata que así lo recogió en un escrito muy utilizado contemporáneo a Murillo.
Esta historia me ha inspirado para mostrarles simplemente como se encuentra una vez más Ntra. Sra. del Rosario de Linares, aunque quizás Ella lo ha previsto todo porque ayer mismo me enviaba estas dos fotografías el prioste de la Virgen, Alejandro Corrales para mostrarlas en el blog, y obviamente tenia que “regarlas” con algo de “gracia”, ya sabrán ustedes que poner por poner no es la filosofía por la que me gusta regirme. Con este nuevo cambio cumple si no me equivoco un año al mando de los alfileres el granadino Álvaro Abril, el cual debutó el pasado año para este tiempo y aunque la ha ataviado muy diferente a como en aquella ocasión, ha seguido mostrando alardes de su buen hacer y perfeccionismo el cual hace algo más alegre la pena de Nuestra Madre, sin la compañía del Soberano y quizás muchas más cosas... Con aun todo por demostrar, sin duda los grafismos de Nuestra Madre del Rosario –los originales y los actuales- apuntan, si no me equivoco a esos aires neoclásicos que se imprimieron en el arte imaginero español, fuesen valencianos como algunas pistas parecen indicar o andaluces, donde fuera quien fuera el que la tallara tuvo que vivir seguramente influenciado por todos estos parámetros de la época, que se implantaron definitivamente a partir del siglo XX y que aun hoy siguen siendo los más repetidos en el arte imaginero para las cofradías. La contemplo tan clara, de ese azul que bordeaba las cinturas de sus músicos, con la aureola de estrellas en lugar de la diadema o corona real, con su mirada alzada al cielo en actitud implorante y solo se me ha ocurrido pensar  que Ella es…“Rosario, la Inmaculada dolorosa” de Linares.

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