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viernes, 28 de febrero de 2014

AL COMPÁS DE ANDALUCIA...

En un día como hoy, como cada 28 de febrero, aquí en el sur, en Andalucía celebramos la festividad de nuestra autonomía si no me equivoco en los términos. Por ende una celebración de nuestra nueva era, es decir, no se celebra ninguna festividad de carácter religioso si no que el formato clásico para los días de descanso laboral, donde se ponían siempre por una festividad de carácter religioso de la religión mayoritaria de nuestro país, el catolicismo, se interpreta ahora con un carácter institucional, por no decir politizado.
Las autonomías, como si del mismo estado pero en pequeñito se tratara, también tiene su himno, el Himno de Andalucía, una obra creada en la parte musical por José del Castillo Díaz y en su letra por la figura histórica del “andalucismo” Blas Infante, siendo presentado por la Banda Municipal de Sevilla, bajo la dirección de José del Castillo, en un concierto celebrado en la Alameda de Hércules el 10 de julio de 1936, una semana antes del comienzo de la Guerra Civil, una pieza que en el día de hoy y anteriores en los colegios se canta o cantaba –yo por lo menos lo canté en mis tiempos- como casi proclama de nuestros valores o nuevos valores. Es curioso que en esto de los himnos, en la Semana Santa y por ende en las cofradías, se suela interpretar a la salida o entrada de los pasos el Himno Nacional o la Marcha Real, algo que se podría considerar también como una reminiscencia politizada de los tiempos en que la monarquía se apoyó en las cofradías y no menos en el franquismo, en el que se llegó incluso a saludar a la romana –el saludo nazi o fascista- a las imágenes sagradas en la postguerra. Aunque su sentido teológico, si se pudiese denominar así es la simple razón de que el himno es su origen era algo limitado a los reyes, como su marcha propia, en este caso himno, que menos para hacérselo sonar a modo de recibimiento y saludo o despedida, como pasa y pasaba con los reyes, al que nosotros los católicos, más en los tiempos en que no había discusión con esta tendencia religiosa generalizada en España, a los que debemos considerar la máxima distinción de todo lo visible y lo invisible, Dios y su Santísima Madre, como los más altos reyes siempre viéndolo desde nuestras perspectivas mundanas. En cierto modo que suene el himno de España a la salida o entrada u otro momento de una procesión es simplemente una muestra de honra y más alto honor al Rey de los cielos y su Santísima y Reina Madre, esa era la misión mundana para que la que se creó el himno de España, y este recurso mundano, gracias a la filiación histórica de los militares con la iglesia, es el motivo por el que suena, seguramente otros lo verán desde otra perspectiva…


Ahora bien, hoy como día de Andalucía me acuerdo sobremanera de aquel 15 de septiembre de 2002 cuando allá en el Cerro del Águila de Sevilla comenzó aparecer por un dintel realizado con ladrillos de Bailén una bambalina que marcó un punto cardinal glorioso en mi vida, mientras un paso palio se movía muy poquito a poco, con “paso templo” como se diría en el argot del costalero mientras sonaba los compases que marcan un día como el que se celebra hoy, es decir, la Virgen de los Dolores salía al compás del Himno de Andalucía que escribiera José del Castillo. En cierto modo, si la hermandad buscaba un distintivo personal lo consiguió, porque en Sevilla es el único paso que sale al compás del himno de los andaluces, aunque después se enlaza el himno nacional y desde aquel día de la coronación, con la marcha “Coronación” de Marvizón y Puntas. En aquel momento pues lo vi curioso, diferente y porque no, bello, teniendo en cuenta la explosión de sentimientos nuevos que florecían ante mis ojos, pero hoy en día cuando uno aprende el sentido y los porqués se pregunta a que viene tocarle esto y ya no me centro en los Dolores del Cerro, Ella es el gran ejemplo porque quizás fue la primera y como siempre pasa, Sevilla marca tendencia y en otros lugares se sigue la tónica, como por ejemplo el misterio del Cristo de la Piedad en su Presentación al Pueblo de la hermandad de la Estrella de Jaén. ¿Qué significación de alto honor tiene el himno de Andalucía, como si fuera el himno de cada ciudad o pueblo para que se le toque a las imágenes sagradas? Yo he llegado a escuchar que nada más que por la ideología de sus dos autores no debería interpretarse, ellos que lucharon por esa “causa noble” según sus visiones como es eliminar a Dios de la sociedad y el subconsciente humano, aunque por esta regla de tres quizás tampoco se deberían interpretar marchas de López Farfán, el cual al parecer tuvo un “vena roja” escondida en su corazón, pero como buen profesional siempre trabajó para el que mandaba en cada momento. Partidismos, frustraciones y rencores políticos aparte, pienso que el Himno de Andalucía no comparte las características del Himno de España, porque el mismo no se hace sonar con un sentido institucional, sino como una obra musical para honrar a los más altos cargos en España, en este caso los reyes, incluso a mi modo de verlo seguirían teniendo sentido que se hiciese sonar si el estado fuese una república –como así se prohibió en la II república-, porque no saluda o honra un rey mundano, sino a un rey, tal como Él le dijo a Pilato, de otro mundo… el Himno de Andalucía, por mucho que nos identifique como andaluces a las últimas generaciones, no ostenta la misma significancia que el himno nacional o la marcha real, por consiguiente es un nuevo recurso que no se basa en los más lógicos cánones del procesionismo como para que ostente un sentido en los actos religiosos.
Año 2000:



Año 2010:



Magna de Jaén 2013:


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