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domingo, 29 de junio de 2014

LUNES SANTO... RESQUICIOS DE PASIÓN POR LA AMARGURA JAENERA...

Se me hizo extraño levantarme un Lunes Santo y encaminarme después de unos cuantos años ya, al trabajo. Tocaba volver a una realidad que sabía que algún día tendría que regresar, a Dios gracias para cómo está el patio, y se me hacía raro no dedicar por entero las nuevas horas en la semana de la gracia sin disfrutar de pasos. Aun así, las alternativas estaban programadas, algo al terminar la jornada iría a ver. En un momento pensé incluso ir a Granada o Córdoba, donde echaron la tarde los amigos David y Pedro, pero pensé en que quizás sería un gran desgaste y opté por los Lunes Santos que ofrecen mi provincia, incluso viendo hermandades en varias localidades, como Jaén y Linares. Pero lo programado se rompía nada más llegar, la particularidades de mi trabajo, hicieron que se reprogramase la jornada prevista, así que estaría trabajando hasta las tres y media de la tarde, volvería a casa a descansar para volver a las diez de la noche y desarrollar la jornada del Martes Santo durante la noche, hasta las ocho de la mañana. Esto me dejaba sin Lunes Santo, peor lo pasó un compañero que en la tarde noche salía debajo de un paso en el pueblo…  como para meterse uno a sacas pasos y luego encontrarte estas sorpresas… aun así los que saqué me tuvieron en vilo hasta el mismo Jueves Santo y ya saben lo que vino después del Viernes Santo.
Pero era Semana Santa, no podía ser un lunes más del año, peor incluso que esos Martes Santos sin pasos en las calles pero donde por lo menos veías la magia que no se hizo detenida en los templos. Había una opción… después de comer, podía ver la salida de la Oración en el Huerto en Linares y volver a casa a dormir algo o también ir, algo más lejos, hasta Jaén y ver solo una salida de las dos corporaciones que se ponen en la calle en la capital del Santo Reino. Me decanté por las propuestas que me ofrecía la hermandad de la Amargura de Jaén, con un misterio, una Virgen impresionante, una apuesta cofradiera que comparto y el trabajo de unos hombres comandados por alguien con el que me identifico en sus formas, no de mandar sus pasos ya, sino en sus formas de hacer cuadrillas de costaleros, volver a disfrutar del trabajo humilde de Rafael Mondéjar.
Un viaje quizás demasiado rápido, había que ir, ver y volver en unas tres horas que me puse como tope. Pensaba que iba a llegar ya con la cofradía en la calle, pero cuando dejé mi coche en el parking cercano del Gran Eje y me acerqué hasta el contemporáneo templo el Salvador, estaba casi asomando las maniguetas del misterio de Jesús Despojado. Era la segunda vez, tras la magna que veía salir a este Cristo moreno tostado por las tardes de sol en el bajo Jaén, siempre mirando al cielo, quizás perdiéndose en la belleza del Castillo de Santa Catalina, una de las joyas a mi gusto de esta provincia. Quizás miraba la cruz que corona el cerro, como Gólgota en el que se encontraba y donde se alzaría como trono real, para cambiarlo todo para siempre… hermandad joven, que aún sigue presentando su construcción, como en la talla del gran paso de misterio o en la conformación del conjunto iconográfico, ese día estrenaban una secundaria más para este diferente conjunto del expolio de las vestiduras de Cristo en el monte Gólgota. Es el Despojado, pero nadie lo desnuda, es el único pero que encuentro en esta escena de José Antonio Cabello, aunque por lo demás veo muy rica la investigación a la hora de conformar la escenografía.








Poco a poco comienza a bajar la empinada rampa con Cruz de Malta grabada, bajo un cielo que en contraposición de la jornada de ayer se encontraba nublado pero sin miedo a precipitaciones, con un clima algo más propio de la primavera. De burdeos y oro baja el Señor del Salvador al compás del himno nacional, Él que es Rey inamovible de nuestras vidas, y su gran agrupación musical entonado la primera marcha, sino me equivoco que se le dedicó a la imagen tallada por Miguel Zúñiga. “Lágrimas de Pasión” se alzaba al cielo jaenero deseoso de cofradías, y tras la revirá su otro gran himno, “Señor del Salvador”, una de las mejores marchas que ha escrito Emilio Muñoz Serna para mi gusto, y es que esta hermandad también cuida mucho los detalles musicales cuando se hacen cofradía, el ramillete de marchas dedicadas a la corporación es extenso y en la salida del paso de misterio, esto suele ser casi de sagrado cumplimiento.
Rafa mandaba la salida, como capataz general de esta hermandad, con el misterio que implantó, se podría decir así, muchos cánones nuevos en la Semana Santa de esta provincia, y es que aquí, al no tener su capital un numero alto de hermandades, se busca más la grandeza de la Semana Santa jiennense elevando el computo de las de la provincia. Se puede decir que esta cofradía conforma la primera esencia de capataces al modo sevillano, porque Rafa no venía de entre sus hermanos, era un capataz, incluso de fuera que viene hacerse cargo de la misma y enseñarles las esencias de la carga sevillana a una ciudad que trabajaba de diferente manera. Poco a poco, aun se le nota los vicios de antaño y aún le queda por pulir, seguramente Rafa esté conmigo, porque a él le gusta hacer las cosas lo mejor posible, que lleguen según sus cauces naturales, aunque tarde una vida en hacerlo. No le gusta que diga estas cosas en este blog donde tantos ojos miran, porque piensa que la gente va a decir que ha conseguido que sea su “acolito”, y lo triste es que no se equivoca, le pesa que el que me guste destacar su trabajo y sus formas haya hecho que haya gente que me minusvalore, pero lo cierto es que digo lo que veo o como lo veo, y aprendo de él una cosa, a intentar decir lo que se pueda y con el mayor tacto posible, aunque aún así uno siga siendo un hijo de…, y perdonen la insinuación, porque el querer aportar con las más buena voluntad, siga habiendo gente que los peores valores de la raza humana, son los que llevan siempre se sustentan.


Pero me gustó el nivel que tiene el misterio con el que revolucionó Jaén, así creo que es la historia, aun cuando iba a dos varales y no a costal, pero que intentaba caminar con los cánones hispalenses que ya existían en Linares y su Andújar, incluso optando por el “trianerismo”, porque como él considera, era la única forma de que la gente se sintiese atraído a meterse bajo ese barco que había que subirlo hasta la Catedral, aunque no se haga estación de penitencia y devolverlo a ese nuevo Jaén donde prendió la mecha de la religiosidad popular. Grandes cosas, quizás inadvertidas ha aportado esta cofradía a su ciudad. El paso rompía y marcaba elegancia aunque no me gusté que si influya como tantísimos otros por el exceso de cambios, en lugar de la búsqueda de la chipa y la sorpresa –aunque yo creo que esto se fue con la retirada de Bienvenido Puelles de los pasos…-, es para mí lo malo que le ha traído que los costaleros cada vez aprendan más rápido, que hacen del dominio una monotonía. Había Lunes Santo, poco pero había mientras entre el contemporáneo escenario se dibujaba elevando su cabeza al cielo el Dios Despojado de Jaén, pasando tan cerca donde alguien muy especial para mí vivió los tres últimos meses de su vida...











Pero curiosamente, quizás la mayor razón de ir hasta Jaén era porque tenía ganas de ver andar a la Amargura, últimamente me estoy haciendo mucho de palio. Así, como por estas tierras los cortejos son muy cortitos, pronto comenzó a aparecer el limpio burdeos del palio de la Reina torera de la ciudad. Si es que en todas las facetas posibles donde se vinculan las cofradías, se ha involucrado esta. Llevaba años sin verlo, y me volvió a sorprender sus dimensiones, es lo que tiene también que se construya la iglesia después que la hermandad, que les hicieron puerta imponente aunque se la llenaran de escalones, proporciones de paso palio de verdad. Marcha Real para la Reina del universo y comienza a bajar la rampa de una manera que fue lo que pronto me llamó la atención y que minutos después se lo destaqué a su capataz. También cuenta la hermandad con banda de palio propia para su segundo paso, la cual sonaba a gran nivel como la del misterio, alzando sus marchas “lopezfarfanianas” de cornetas, seguramente una de las tantas marchas que tiene dedicas la Amargura de Jaén, en verdad el rato que los acompañé no conocí ninguna marcha, aunque esta es "Amargura Soberana". Nada más bajar, con una finura que me atrapó comenzó a revirar muy ligero el paso, pero con mucha clase en busca de la banda, supongo que cumplirían alguna efeméride para esto, ahora que se está poniendo de moda estos actos, que no terminan de convencerme, pero supongo que si pasan es porque así lo quiere Jesús y así lo quiere María. Compas rápido, sin recrearse, supongo porque son muchas horas, un largo camino, encima subiendo siempre hacia arriba, el que se llevaba la Reina del Salvador, la cual bajo su palio burdeos se presentaba maravillosamente bella, es una de las dolorosas que más me gustan dentro de los confines jiennenses. Granadino puro del XVII que a Dios gracias no se perdió y se implantó en Jaén para mayor gloria de su cofradía y su tierra, no dudaría que pronto se les ocurriese una coronación canónica para Ella, hoy que este hecho a trascendido a otros requisitos, y Ella sin duda los cumpliría. Se ha hecho dolorosa indispensable de la ciudad, de las pocas que seguramente la gente busca con la misma pasión que los pasos de cristo, Ella es como para Linares el Rosario o para Andújar el Buen Remedio.
Quizás su costalería, hoy que muchos se espantan cuando se acepta que lo secundario atrae más que la mera devoción, cuando no se dan cuenta que es un recurso más para atraer a las gentes a las faldas de María. Yo en cuanto le vi el compás que traía no me separé un segundo de sus grandes y poderosos respiraderos, me encanta la apuesta y las formas de la cofradía con su nuevo patrimonio, ahora están luchando por los candelabros de cola que iluminen el manto real de esta grandiosa Reina entre edificios y avenidas. Ella no miraba al castillo, Ella mira hacia abajo, donde lleva toda su vida procesional contemplando al que le ha dado tanto y el que le manda las más bellas palabras de amor, porque el amigo Rafael Mondéjar también es de esos capataces poetas…
Como se reía cuando por detrás le dije “oiga que el paso parece un coche” y se dio la vuelta y me dijo “muchas gracias”. Una anécdota de su vida, que alguien le dijo como queja y que él se tomó como un elogio porque así le gusta que se muevan los palios, el paso con el compás de la gracia, y el palio como suspendido en el firmamento y así me gustan a mí que se muevan… ¿peloteo? Yo diría más bien coincidencia en los gustos, de siempre así se han forjado las amistades, ya saben que hay muchos capataces a los que aplaudo que no conozco ni pretendo nada de ellos, simplemente siempre pretendo hablar al mundo de cofradías, mi pasión y de los que yo creo que hacen bien su trabajo, si incluso lo hago con aquellos que al parecer no quieren a Rafa ni en pintura, y esto es por la simple razón de que soy capillita y amigo del que quiere ser mi amigo con todas la consecuencias y tristemente a veces tienes que abstraerte de cosas que te duelen que le hacen a los amigos, y es que Dios nos dejó en un mundo que lo llenamos de injusticias que no tienen sentido, pero que le damos más valor, muchísimo más de lo que debería tener.

Eso fue lo que me encantó aquella tarde, cortita de cofradías, de la Virgen de la Amargura, su solemne compás del palio, “sin bordados” como me decía Rafael, y el compás de sus costaleros, me dieron una lección de cómo tiene que andar un palio comiendo calle, pero que parezca un palio, no otra cosa como aun vemos en la gran mayoría de los palios de esta provincia. Un abrazo a Rafael y a Jesús Joyanes para la despedida, y otra verdad, creo firmemente que lo es… “es la primera vez que disfruto con un palio de verdad en tierras jiennenses, diría que sois a día de hoy los mejores que saben pasear con la excelencia de la costalería sevillana a la Madre de Dios en toda la provincia”… no es peloteo, es lo que sentí, quizás sea también que yo de esto no tengo ni… idea.

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