Buscar este blog

domingo, 27 de enero de 2013

LA "COFRADÍA" DE VUELTA...



Así he querido titular esta entrada, porque así creo que es la hermandad de la Macarena para Sevilla… la cofradía. La hermandad por excelencia de la ciudad, la que quizás marca un punto de inflexión con el resto, no sabría decirles porque, muchos motivos habría, pero que llegaran a definirla creo que pocos se le acercarían. Se hace la mañana del Viernes Santo del pasado año, cuando la ciudad sigue buscando a la cofradía… busca los dominios macarenos y para ello llegan hasta la puerta donde vive el despreciado. Todo se va cumpliendo y ahora llega vestido de purpura, con la túnica que le dibujara Castilla y le regalara su fiel devota Juanita Reina. Él también guarda silencio mientras con la mirada perdida en su pueblo retumban en su alma las palabras de su injusta pero necesaria sentencia, ¿Qué hubiese sido de este mundo si no se hubiese leído aquella sentencia? todo sigue, siempre de frente como gritan sus capataces buscando a sus vecinos del antiguo barrio de huertas y gente humilde.
Recubierto de oro, los personajes del misterio le hacen el complemento perfecto pero todos siguen buscando su mirada, tanto lujo macareno que luego nadie se percata de que esta ahí. Dicen de Él que siempre pasa más desapercibido, pero el aroma que desprende por Sevilla difícilmente otras lo alcanzan. Sube el barco al cielo, con fuerza aunque ya se nota las horas y que como cuentan, ese paso pesa lo justo y mucho más. Y sigue subiendo el sabor, y los ecos antiguos mueven las plumas de su centuria, los únicos romanos que defenderían al pobre “loco” de Nazaret, tal como días antes por ese mismo punto se paseó un Herodes vistiéndolo de blanco reluciente, como un mentecato. Se palpa esa tensión que siempre parece dibujar el paso de la Sentencia, ese caminar que parece que siempre se hace eterno. La gente de abajo se acuerdan de los compañeros que ya no pueden meterse o ya no están, entre el mar de cabezas se vislumbra al amigo Rafa Ríos, orgulloso “aguaor” de los hombres que pierden el “sentío” por “El Sentencia” aunque el sigue esperando un día que otro le dé el agua bajo el faldón.


Y si ayer les hablaba de una genial marcha de Font de Anta, vuelvan a sentir similares circunstancias pero en el otro lado de la Esperanza según Sevilla… el momento se hace más intenso, más universal, dicen que “el Sentencia” es de los macarenos auténticos y que la Virgen ya tiene dueño en cada rincón del mundo. Parece que la masa se aprieta más cuando las maravillas de Juan Manuel cobijan a la Señora de Sevilla, sin su algarabía, sin su alegría y eso que ya lame sus dominios. El homenaje a la Madre del despreciado por parte de la Madre del sentenciado se hace música, se hace locura silenciosa y mustia del encanto de una Madrugá que ya pasa cuando el sonido de las bambalinas chocando contra los varales del palio se confunde con un sueño de “Amargura”, el extraoficial himno de la Semana Santa. Es la cofradía de Sevilla, la gracia y el punto y aparte y camina sin perder su esencia, será que a “Amarguras” le pasa como a “Soleá, dame la mano”, que lo mismo te lleva al llanto compungido de María que al éxtasis casi letífico de la Madre dolorosa según Andalucía. Seguramente ante la ojiva de San Juan de Palma, le entra el “bajón” de toda una intensa noche, la música más calmada quizá le hace bostezar un poco pero Ella sabe que tiene que seguir, como diría su capataz repartiendo Esperanza por la Feria y después por su barrio. Seguramente en ese momento, cuando suena “Amarguras” es cuando como dicen los macarenos le cambia la cara a la Esperanza Macarena con la amanecida, aquella que dicen que por abril cumple diecinueve años…

No hay comentarios:

Publicar un comentario