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miércoles, 2 de enero de 2013

MI CRISTO PARA HUELVA...


Ven como sin duda, tal como dije en la última entrada del año 2012, que si esto continuaba es porque al de allí arriba se le antojaría. No lo dudo, ayer me encontraba con la incertidumbre de qué hacer, con qué comenzar, qué contar, como hacerlo… lo que suelen decir o pensar los artistas; faltos de inspiración… aunque en los últimos días venia pensando que un año más me he parado poquísimo por la gran Semana Santa que tiene Huelva, y que debería hacer algo, pero ¿sobre qué? Y como lo hago, la esencia que le imprimido al blog ya no pide una serie de datos así porque si… y me llegó la carta-email que anoche mismo les mostré sobre esta escalofriante historia de este niño, grandísimo capillita de Huelva, que no conozco de nada, pero que viendo el blog que sorprendentemente han levantado sus padres en su memoria consiguió ponerme los bellos de punta, les invito a verlo. Sin duda me siento identificado con esta familia porque la mayor lacra del siglo XX y del que llevamos, el Cáncer,  también me arrebató a mi hermano y observando las vivencias que se llevó al cielo el pequeño Javier Zamora, con su corta edad consiguieron emocionarme profundamente. Muchas muestras de cariño del mundo cofrade le intentaron dar el empujoncito para superar su enfermedad, muchas levantás, incluso como buen cofrade de Huelva –muy afines a la Semana Santa de Sevilla-tuvo el lujo de levantar en el parque a la Virgen de la Paz mientras Javier Prieto, segundo de Antonio Santiago, lo sostuvo en brazos durante toda la chicotá mientras la “jardinera del Porvenir” lo contemplaba con su cabecita rapada, feliz y alegre porque ya sabía que se llevaba un buen fichaje al Reino de su Hijo Bendito…
Yo que siempre intento mostrarles este tipo de entradas que tocan la fibra sensible pero desde el otro lado, cuando cualquier cofrade y amante de la Semana Santa se postra ante las imágenes de los “jefes del cielo” para rogar ese milagro y ese regalo llega, como por ejemplo, aquella niña del pañuelo en el Tardón… me gusta casi siempre mostrarles vida y esperanza. Pero hay veces que el milagro no llega –y lo sé por experiencia-, o eso es lo que nuestra mente humana y terrenal piensa , porque en realidad no sabemos si es que aunque fuese muy jovencito es allí donde Dios tenía preparado su sitio y la verdad viendo la cualidades que tuvo el niño no me extrañaría, seguro que su Cristo de la Oración le dio el lujo de atesorar un poderío impresionante a su edad, basta ver estos videos mandando un ensayo del palio de su hermandad o como y que dijo cuándo llamó a la cuadrilla del protagonista de esta nueva entrada, junto a él claro, aquel que seguro quiso anoche darme un nuevo tema para continuar esta chicotá eterna del mundo de los capillitas, Él querría que diera a conocer esta historia y que hoy les hablara de Él, el portentoso Cristo de la Oración en el Huerto de la hermandad del a Vera Cruz y Oración de Huelva.








Como no me iba a parecer sublime este Cristo, si tal como muestra el título de esta entrada, si su autor hubiese obrado como hizo con el Soberano de San Gonzalo de Sevilla, sin duda lo hubiese nombrado como “mi Cristo para Huelva”, ya que es la única imagen cristífera, si no me falla la memoria, del que para mí es sin duda el artista de imaginería procesional más genial y genuino del siglo XX, que pueden esperar de este fan acérrimo de D. Luis Ortega Bru. Sin duda los grafismos que insuflaba el de San Roque(Cádiz)a su obra hace que la misma sea reconocible a kilómetros y en este caso no iba a ser menos cuando lo tallase en 1977 aunque por ahí me encontrado un dato que me confunde, ya que al parecer, mas bien como pensamiento entre muchos hermanos no estando demostrado, lo que hizo Bru fue remodelar los grafismos de una imagen anterior de Antonio Castillo Lastrucci – la cual yo consideraba una obra anterior que sería sustituida por la actual-, algo que igualmente he podido intuir entre la pura esencia, como escondida o “maquillada” por Ortega Bru ya que si te fijas bien, se intuye los modelos también archiconocidos del maestro Lastrucci. Lo que está claro para mi es que la imagen me recuerda a ambas escuelas. La imagen primitiva era una interesante obra de de Joaquin Bilbao de 1922.
Imagen de Lastrucci.







El inmortal gaditano también realizaría, esta vez sí completamente, el apostolado durmiente, San Juan y Santiago en 1976 y San Pedro en 1978, imágenes igualmente a mi parecer, portentosas y embutidas de la impronta que tanto me maravilla de Luis Ortega Bru. Al contrario, la imagen del ángel confortador, Egudiel según algunos autores, se aleja de la esencia del resto de imágenes ya que fue realizada por otro grande de la imaginería española de la época, según los más acreditados, el ayamontino, padre de gran parte de la actual esencia imaginera onubense, Antonio León Ortega en 1942.






El que es sin duda para  este que suscribe uno de los mejores misterios de la ciudad, se pasea sobre otro de los singulares pasos de la Semana Santa onubense, de esos realizados en las primeras décadas de la dictadura y que conforman unas líneas estilísticas y unas proporciones, a veces desproporcionadas que le confieren en estos aspectos otra de las razones propias de la Semana Santa según Huelva. Su autor, aunque posteriormente ha sido retocado, fue el tallista José Oliva en 1944. A su cuadrilla, que camina de frente en la tarde del Jueves Santo, al compás de las cornetas y tambores fue a quien llamó Javier antes del adiós y con una soltura qué más quisiera más de un grandecito delante de un paso… “por todos los niños del hospital, por todas las enfermeras que los cuidan y por los médicos… y por todos los hermanos”.
Este era su Cristo, ya que el soñaba que el Hijo de Dios tendría que mezclar facciones de Lastrucci y Ortega Bru, la herencia de una hermandad joven que en plena Guerra Civil se fusionó con la ancestral hermandad de la Vera Cruz, de ahí eso de “Vera Cruz y Oración”. Hermandad elegante y de buen gusto, que hasta hace bien poco no pudo recuperar al Cristo de la Vera Cruz de las cenizas iconoclastas del treinta y seis, mientras que un interesantísimo paso de palio, que cobija a la Virgen de Dolores cierra el cortejo de esta hermandad de Huelva, que por fin vuelve a las páginas de Simplemente Capillita, pero de Ella, porque lo merece les hablaré en otra ocasión, sin olvidar lo que dije al principio… si Él lo ve conveniente…

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